
La lógica en los deportes nos enseña que no existe la lógica, por más lógico que veamos el pronóstico de un resultado. En otras palabras, podemos anticiparnos a lo que nuestra intuición nos dicta al anticiparnos al análisis de una competencia, y al final de cuentas quedamos mal.
Es cierto que, por ejemplo en el futbol soccer, ya sabemos que poderoso caballero es don dinero, por lo cual los clubes que más invierten terminan por dominar en la tabla de posiciones. Por tanto, en España es lógico que veamos ganar el campeonato frecuentemente al Barcelona o al Real Madrid, y a últimas fechas al Atlético de Madrid, sobre todo cuando contrató como entrenador al “Cholo” Simeone.
Aquí se quiebra la lógica cuando el mal paso del Barcelona lo deja fuera de sus aspiraciones y deben hacer ajustes en su plantilla e inclusive en su cuerpo directivo, muchas veces por la presión de los socios y los aficionados que reclaman los títulos a los que están obligados.
Y lo mismo le sucede al Real Madrid o al Bayern Munich en Alemania y al PSG en Francia. Pero la igualdad en los torneos de la Premier en Inglaterra admite más ilusiones del gallardete entre distintos conjuntos. Y, sin embargo, cómo falló la lógica cuando uno “chiquito”, el Leicester, se ciñó la corona en el 2016.
En el beisbol de los Estados Unidos y en el Futbol Americano y no se diga en el Basquetbol ocurre lo mismo. También en septiembre pasado se derrumbó la disciplina de los filósofos griegos en el deporte blanco, al ganar el tenista español Carlos Alcaraz su primer Grand Slam y en conquistar el ranking de la ATP. Este joven tardó solo un año para sumar esta hazaña a su curriculum.
En el soccer de España, Alemania y Francia es tan abismal la diferencia, que las escuadras de abajo celebran como si ganaran el torneo cuando le anotan un gol a los punteros, y sus aficionados gozan la cercanía de los mejores sitios, aunque a fin de cuentas no abrigan muchas esperanzas de mantener su paso hasta la fecha treinta y tantos, o cuando se defina a participantes para las famosas fiestas futboleras de la UEFA o la Champion. Se resignan, porque toman en cuenta que la lógica surge de las inversiones financieras de sus clubes. Poderoso caballero es don dinero.
En México, en cambio, podrá criticarse que el máximo circuito del deporte de masas por excelencia promueve la mediocridad; sí, es cierto. Lo admiten algunos entrenadores como Miguel “El Piojo” Herrera, y, lo mismo se cuestiona la contratación a lo loco de jugadores extranjeros sin dar oportunidad a brillantes promesas cantenranas, a donde no voltean a ver los dirigentes y entrenadores. Y. no obstante, las emociones de los torneos cortos hacen a un lado la lógica y vuelven financieramente exitosa la liga hasta que el árbitro da el silbatazo final al último partido.
¿O quién puede quitar a la gente de Ciudad Juárez hoy mismo los brincos que da por haber llegado su equipo por primera vez a un repechaje siquiera? ¿O alguien puede explicar cómo los seguidores del Necaxa (y no se diga sus jugadores. directivos y cuerpo técnico) estuvieron al filo del sillón en sus casas esperando que Mazatlán hiciera valer la lógica de que perdiera contra Santos-Laguna para que los Rayos pelearan por un lugar en la liguilla?
¿A poco había alguien (que no fuera de Mazatlán) que esperara un juego mediocre o malo de los de Torreón, al grado de recibir una goleada de los visitantes dirigidos por Gabriel Caballero, con la asistencia del “Chaco” Christian Jiménez? ¿Cómo, si al mismo Santos-Laguna le hacían falta goles para ganar y desbancar del tercer lugar general Pachuca? Por lógica, debíamos ser lógicos y vaticinar un rotuno triunfo de los verdes ante los débiles mazatlecos.
Y ahora la lógica vuelve a ser llamada a cuentas para explicar lo que se espera del repechaje, aunque si se pone caprichosa la lógica puede hacer quedar mal a los que creen que Tigres es mucha pieza frente al Necaxa, haciendo a un lado el resultados entre ellos del torneo agonizante.
Por eso lo mejor es escuchar a la lógica decirnos que la lógica en el deporte profesional es que no hay lógica, porque los de Ciudad Juárez, con el aguerrido Hernán Cristante en la dirección técnica, le puede poner un susto al Toluca, y no se diga en los otros dos cotejos en que se ven muy iguales León, Cruz Azul, Puebla y Guadalajara. La lógica es que todo puede suceder.
Y lo mismo hay que admitir cuando empieza la danza por el título, a pesar de lo sorprendente del América que, por lógica debía empezar como todo un grande y, sin embargo, dio mucho material negativo de qué hablar en un inicio, para reponerse y pronostica que se va a engullir al primero que se le ponga en la línea en el play-off.
Así es nuestro futbol soccer profesional. Emotivo, aunque mediocre, y sin mucha lógica en las previsiones de los analistas.
(P:D.- Los sabios de la CdeM, apoyados en su lógica, auguraban que los Pumas de la UNAM, uno de los que ellos consideran de los cuatro “grandes”, volverían a una Gran Final, más con la contratación de Dani Alves, pero el fracaso rotuno Andrés Lillini lo dice todo. ¿Y qué pasó con el derrumbe de la lógica en el caso del bicampeón Atlas que terminó con el adiós de su entrenador Diego Coca? Ah, y cómo podríamos aceptar el triunfo de Checo Pérez en Singapur: ¿lógico?)