
-Má, ¿ya supiste que ya se aprobó la reforma electoral en Nuevo León?
-Sí, hijo. Era el único estado que faltaba.
-¿Entonces ya habrá reelección?
-Sí, hijo.
-¡Pero yo estoy en contra de la reelección!
-Yo también.
-¿Entonces qué va a pasar ahora con el lema “Sufragio efectivo. No reelección” de Francisco I. Madero?
-Ya se lo llevó la chingada. Acaba de pasar a ser historia.
-¡Pero cómo es posible eso! ¡Qué les pasa a los diputados! ¡Por qué no respetan la Historia de México!
-Porque no les importa la Historia, ni México, ni los mexicanos. Sólo se importan ellos mismos.
-¡Ah, pero vas a ver ahora que me titule! ¡En mi tesis voy a poner en su lugar a esos diputados!
Mi hijo Emiliano manifestó furibundo la decisión del Congreso local en Nuevo León al aprobar éste y todos los congresos del país la reforma electoral propuesta por el Presidente Peña Nieto para, principalmente, avalar la reelección a diputados y alcaldes.
-¡Y seguramente que el Presidente quiere reelegirse!
-Va por ahí. Seguramente que va por ahí. Le dije dejándole la oportunidad de analizar más a fondo una intención política porque en esta casa, es inevitable el tema de la política como el pan nuestro de cada día. Y se respetan las opiniones, las preferencias y las ideologías. Porque además como maestra, me gusta instar a mis alumnos –y creo que a mis sobrinos también- a que analicen más a fondo las intenciones que las decisiones políticas están marcando el rumbo del país.
¿Por qué le presento la opinión de mi hijo?
Porque es mexicano. Porque tiene 20 años. Porque estudia Derecho. Porque conoce y sabe sus derechos. Porque le gusta y estudia –mucho- sobre Historia. Y porque principalmente es autista. Nació con el Síndrome de Asperger, una variante del autismo. Y porque después de 17 psicólogos de apoyo educativo otorgado por la SEP durante 11 años de su vida escolar y con el apoyo de padres, familia y maestros, hoy está estudiando en una universidad de Monterrey donde ya dio una conferencia sobre su padecimiento y cómo está logrando superar todos los obstáculos psicomotores con los que nació.
Lo sabe, lo conoce, lo estudia. Y lejos de ver un problema con el que nació, hoy, dice, es su fortaleza y su determinación para lograr ser abogado y acaba de recibir una invitación de un diputado del H. Congreso de la Unión para intentar llevarlo a la máxima tribuna del país para que Emiliano le explique a los 500 diputados federales qué es el autismo, por qué él no se considera una persona discapacitada y por qué el concepto “capacidades diferentes” debe estar incluido en la Constitución Mexicana.
De hecho, Emiliano prepara ya su primera Iniciativa de reforma para modificar el Artículo 1º. de la Carta Magna. Y se prepara para ir a México para informarles a los señores legisladores, cuál es la diferencia entre autismo y amnesia -porque no lo saben y nos consta-. Y por qué está en desacuerdo que a él lo llamen discapacitado. Quiere decirles cuáles son sus derechos, aunque sea una persona con capacidades diferentes. Y sí, aceptó la invitación.
Emiliano es un mexicano más que alza la voz y quiere ser escuchado y para eso estamos los medios de comunicación, para transmitir las voces de los que quizá alguien alguna vez pensó que no tendrían capacidad para exigir sus derechos y plantearlos tan vehementemente.
Y entre que él y miles o millones de mexicanos están molestos por esta reforma electoral aprobada, le comento que los puntos más destacados están la reelección de alcaldes y legisladores federales y locales; propone que los senadores puedan ser electos hasta por dos periodos consecutivos y los diputados federales hasta por cuatro periodos consecutivos.
En Nuevo León, el PRI y el PAN aprobaron inclusive que del 1.5 por ciento del total de las votaciones, ahora tendrán que obtener los partidos minoritarios hasta el 3 por ciento de representación proporcional para poder llegar a un curul o a un escaño.
¿Por qué se tardó tanto en Nuevo León en ser aprobada? Porque los políticos le temen a las candidaturas independientes y hasta exigen que consigan más firmas de simpatizantes de las que pudieran tener el PRI y el PAN juntos para una elección. Deje que los jóvenes se expresen, seguramente varios chicos valientes como tenemos en Nuevo León llegarán un día al Congreso, si no para dar una plática, tal vez para tomar decisiones.