“¿Cómo se atreven, por simple lógica, a ponerme a mi rival enfrente (Adrián de la Garza)? ¿En qué cabeza cabe? ¿Cómo me van a poner a mi rival, al que se metió con mi familia, la de Colosio, los videos, los hackeos?”, con esas interrogantes, Samuel García les mandó un mensaje directo a los diputados del PRI y PAN que el pleito es en serio sobre el proceso del poder legislativo para designar el nuevo Fiscal General de Nuevo León.
Y si tuvieran dudas remató ese 1 de noviembre: “Y que me diga el Congreso: ‘Compadre, te toca jalar con él’, ¡pues no, señores!, no lo admito. Se los digo con todo respeto: no va a pasar, se va a vetar. Se los digo a las buenas: repongan el proceso; escojan al mejor perfil, técnico, no político”.
Las diferencias entre los dos poderes son de verdad, donde no cabe la ficción. Y prueba de ello es el proceso de designación del nuevo fiscal general por parte del poder legislativo, pero donde el ejecutivo puede ejercer su derecho a veto.
Samuel no quiere a Adrián pues lo considera, junto con Francisco Cienfuegos, como autor intelectual de la guerra sucia contra él y su familia en la campaña por la gubernatura de 2021.
Por su parte Paco, quien sin ser legislador es a todas luces la mano que mece la cuna en el Congreso junto a Carlos de la Fuente, líder de la fracción del PAN, no se intimida ante los dichos y acciones de Samuel y no descansará hasta ver sentado a Adrián como fiscal.
El viernes 28 de octubre pasado fue el día límite para recibir solicitudes en la sede del poder legislativo y, como se esperaba, el estelar fue el exalcalde de Monterrey que tiene fama de ser mejor policía que político y que su perfil embona en lo que necesita Nuevo León en estos tiempos.
Pero el dúo Paco-Adrián no contaba con la astucia (léase recordando al Chapulín Colorado) del gobernador, a quien se le acusa de haberle negado a su contrincante en la contienda de 2021 la carta de no antecedentes penales, uno de los requisitos, como a otros que no gozan de sus simpatías.
Desayunando esta mañana con uno de los 67 aspirantes, de quien prefiero omitir su nombre, me aseguró que Nuevo León necesita contar ¡ya!, con el nuevo fiscal, y no esperar a que pase el Mundial de Futbol, la Navidad, el Año Nuevo, los Tres Reyes Magos y el Día de la Candelaria.
“El Estado está muy violento”, dijo y agregó: “No creo que Samuel vaya a dar marcha atrás en permitir que Adrián sea designado por el Congreso luego de lo que piensa de Paco y Adrián”.
Entonces habrá que estar muy atentos de cómo se darán las negociaciones en los próximos días. Sobre quién ganará de los dos bandos de rudos, pues no hay técnicos, sin olvidar que la política es el arte de la negociación… y de comer sapos sin hacer gestos.
Mientras tanto, el fin de semana pasado desfilaron los aspirantes ante una comisión ciudadana que evaluará los perfiles para hacer el primer corte. Veremos qué sorpresas nos depara el guillotinazo.
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