
La fantasía de los apasionados por el fútbol era que se podían ver dos o tres partidos por día en un Mundial que se juega en una sola ciudad, con estadios en algunos casos separados por 1 hora de distancia según el Google Maps.
Además en el mapa del metro los ocho estadios están conectados y en tres de ellos es necesario combinar con un bus.
Pero la realidad suele pegarle bofetadas a ciertas fantasías. Porque entre la parada terminal, ya sea de metro o de bus, y el estadio hay que caminar muchísimo y a veces se tiene la sensación de que se camina por e desierto del Sahara sin estadio no oasis a la vista.
El día que jugaron México y Polonia, por ejemplo, salimos del Lusail donde habían jugado Argentina y Arabia Saudita con tiempo de sobra. Había demoras en el subte por la cantidad de aficionados que tomaban esa vía y no estaban los buses que te llevan de estadio a estadio. Entonces optamos por la solución del Uber. En cinco minutos llega, nos dijeron, pero el Uber no llegó nunca porque la zona estaba toda cerrada.
A la media hora decidimos caminar en búsqueda de un área liberada y andamos otro trecho interminable. Conseguimos entonces taxi y el chofer, de Bangladesh como casi todos, nos advirtió que tardaríamos 40 minutos y para el inicio del partido faltaban 50.
Tardamos 40 minutos efectivamente, pero nos dejó lejísimos. Vimos un carrito oficial de esos de golf con los que suelen llevar a los jeques y le imploramos al chofer que nos acercara. Milagrosamente el tipo se apiadó y pudimos llegar cuando apenas iban cinco minutos en el estadio 974.
Así todo. Volveremos a vivir tal vez una odisea similar el sábado cuando jueguen a las 16 de acá Polonia y Arabia Saudita y a las 20 México y Argentina que es lo que más nos interesa.
Hasta ahora mucho viaje y poco fútbol. Escribimos este texto un rato antes de Portugal-Ghana y Brasil-Serbia que completarán la primera fecha.
Van 14 partidos y 4 cero a cero.
En Rusia 2028 hubo un solo empate sin goles el de Francia-Dinamarca. Aquí se nota que hay mucho miedo a perder. Se arriesga poco se conservan las posiciones, se privilegia el orden defensivo y los partidos se vuelven de plomo.
México-Polonia, Dinamarca-Túnez, Marruecos-Croacia y Uruguay-Corea del Sur fueron bastante aburridos por cierto. E
l promedio de gol se levanta con las goleadas de Inglaterra, Francia y España que revalidaron su condición de candidatos a llegar a la final.
El frío Mundial se calienta con algunas declaraciones. Como la de Gundogan, que acusó a los compañeros de no pedir la pelota o la del técnico de Canadá que anunció que a Croacia se la van a fornicar o algo así o la de Kevin De Bruyne que se preguntó por qué cuernos le daban el premio como mejor jugador si había jugado como el traste.
Hasta donde vimos el peor equipo del campeonato es Qatar, pero los asiáticos sacaron 7 puntos de 12 en la primera fecha. Japón y Arabia Saudita se “comieron bien comidos”, diría el DT de Canadá, a Alemania y Argentina.
Abrazo de gol.