Dos ex gobernadores, dos ex rectores y uno en funciones, empresarios, miembros del Patronato y del Conejo Consultivo, además de personalidades públicas y otras no tanto pero al fin egresados de la UANL, reunió el doctor Jesús Áncer Rodríguez en un evento dentro del 80 aniversario de la Máxima Casa de Estudios.
El jueves 20 de junio se invitó a un desayuno en la Biblioteca Raúl Rangel Frías para informar, pero sobre todo sensibilizar, a unos 300 invitados sobre los logros y la importancia de apoyar a estudiantes de escasos recursos con becas y a otros a fin de realizar estudios en universidades de otros países.
El rector Áncer Rodríguez sentó en la mesa de honor a sus antecesores José Antonio González y Gregorio Farías Longoria, sin que se notara la ausencia del biólogo Reyes Tamez Guerra.
En otras sillas estaban los ex gobernadores de Nuevo León: el panista Fernando Elizondo Barragán, y el priista Sócrates Rizzo García, además de los diputados federales de esquinas contrarias, José Martín López y Pedro Pablo Treviño, por cierto muy apuntados en dos años mínimo para la alcaldía regia.
Junto a Áncer Rodríguez estaba Raúl Rangel Hinojosa, presidente de la Fundación UANL; el secretario general de la institución, Rogelio Garza Rivera, y la directora general de Desarrollo y Egresados, Sandra González Díaz, a quien “le tocó bailar con el más feo”: invitar a los asistentes a ser benefactores.
En las otras meses había personalidades, entre otros, el historiador de Monterrey, Israel Cavazos; el político y empresario editorial, Leopoldo Espinosa Benavides; el doctor, escritor y motivador, César Lozano y el empresario y ex alcalde de San Pedro, Alejandro Chapa Salazar.
Por cierto, el ahora famoso doctor César Lozano se levantó de su mesa y se fue antes de que Áncer Rodríguez subiera al podium a dirigirse a los asistentes. Uno de sus vecinos de mesa escuchó decir: “Esto se está alargando y la verdad tengo cosas más importantes que atender”.
Quien no desaprovechó el evento, o como se dice: se puso bien trucha, fue la directora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Lucinda Sepúlveda García, al pedirle al rector tomarse la foto del recuerdo con un grupo de egresados de esa institución que respondieron a la invitación.
Ahí estaban, por citar algunos, José de la Luz Lozano, productor del programa Cambios de Multimedios; Diego Enrique Osorno, periodista y autor de libros; Elvira Ramos, jefe de comunicación del Museo de Historia Mexicana, y Bety Cerda, su homóloga en Agua y Drenaje de Monterrey.
Por cierto, llamó la atención que uno de los invitados especiales y que representó a la podrida Comisión de Transparencia y Acceso a la Información de Nuevo León (CTAINL) fue el comisionado vocal Rodrigo Plancarte de la Garza.
Seguramente por lo chamuscado que está ante la opinión pública, el rector de la UANL prefirió desaviar al comisionado presidente de ese organismo, Guillermo Mijares Torres, quien presume ser un ilustre egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
En su lugar y representando a la CTAINL los organizadores le corrieron la cortesía a Plancarte, quien estaba en una de las mesas principales junto al rector. Un lugar que en otros tiempos tuvo que ocupar Mijares Torres, pero que está besado por el mismo Diablo una vez que brotó la suciedad de la alcantarilla.
Siguiendo con la CTAINL parece que su comisionado presidente ya está en la antesala del psiquiatra, pues dentro del organismo autónomo se corrió la versión que al terminar su gestión de cinco años el próximo octubre -por lo cual debe irse a su casa-, se quiere quedar a seguir succionado de la ubre.
Para ello ya está planchando el camino para reemplazar a Ricardo Cantú Aguillén como secretario técnico. Su estrategia permitiría también seguir viviendo del erario a su fiel escudera y ‘presidenta en funciones’: María Dolores Castillo Covarrubias. ¡Qué bonito es lo bonito!
Habrá que ver si el secretario general de Gobierno, Álvaro Ibarra Hinojosa, pero más los diputados del Congreso del Estado que debieron mandarlo a descansar antes de octubre cuando debe dejar la ubre, permiten a Mijares Torres concretar esa burla monumental al poder ejecutivo y legislativo.
De última hora se supo que Alejandro Gabriel Mijares Cortés, hijo del comisionado presidente de la CTAINL, fue despedido del fideicomiso estatal donde trabajaba como coordinador administrativo con un sueldo mensual de 22 mil pesos.
El vástago de casi 40 años que fue cubierto con una póliza de seguro de gastos médicos mayores por su papi, fue echado a la calle cuando se supo que laboraba en el Fidecomiso Fondo de Ayuda para la Creación y Consolidación del Empleo Productivo en el Estado de Nuevo León (Focrece).
En ediciones pasadas Hora Cero demostró este penoso caso, de cuando un funcionario público como Mijares Torre hace y deshace a su antojo, hasta tomar dinero del erario para garantizar los mejores servicios privados de salud para su hijo, sin trabajar en esa dependencia y sin tener derecho, cuando el resto de los empleados son derechohabientes del IMSS.
Habrá que escarbar más delante en la nómina o en los pagos por honorarios de las dependencias del Estado a ver si Mijares Cortés no solamente fue cambiado de oficina, como se acostumbra, para “taparle el ojo al macho”.
Es increíble el poder de convencimiento del ex alcalde de Santa Catarina, Dionisio Herrera, de que el PAN ganará la presidencia municipal de Ciudad Victoria, donde fungió como uno de los asesores del candidato albiazul.
Resulta extraño que la alcaldesa regia Margarita Arellanes, y otros panistas de su equipo más cercano, se creyó el cuento de Herrera sobre la posibilidad de que Arturo Soto saldrá victorioso. Seguramente porque les pasó la charola.
Arellanes hizo una minigira por Tamaulipas que incluyó Matamoros, donde una mujer es candidata del PAN, Lety Salazar, quien de ganar podría convertirse en seria aspirante a la gubernatura en 2016.
No suena descabellado que Acción Nacional lance en 2015 en Nuevo León a una mujer como candidata a la “silla mayor” y repitiera la misma fórmula en el vecino Estado. Las manecillas del reloj ya están avanzando.
Para terminar, se sabe que alguien muy muy cercano a un personaje de dentro del Palacio de Gobierno tiene metidas las manos en el asunto del FOCRECE.