Acomienzos de septiembre a un grupo de 30 alumnos –la mayoría mujeres ente 20 y 22 años– de la carrera de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se le aplicó una encuesta sobre sus preferencias electorales presidenciales para 2012, días después del incendio en el Casino Royale.
Sin sugerir nombres se les planteó una pregunta: ¿si hoy fueran las elecciones para elegir presidente de México en año próximo por cuál de los precandidatos votarías?
Y los resultados fueron los siguientes: Josefina Vázquez Mota (PAN, nueve preferencias), Andrés Manuel López Obrador (PRD, cinco), Enrique Peña Nieto (PRI, tres), Marcelo Ebrard (PRD, dos) y Santiago Creel Miranda (PAN uno).
Quienes no eligieron al precandidato de su preferencia con nombre y apellidos respondieron: por el PAN como partido dos, y por las siglas del PRD uno. Cinco estudiantes de la UANL dijeron “por ninguno”, mientras dos escribieron estar “indecisos”.
En lo particular me causó sorpresa que Vázquez Mota haya sido la precandidata con mayor número preferencias (nueve), sin embargo, tuve una inmediata respuesta: las nueve que escribieron su nombre fueron mujeres, es decir, el voto del género.
Pero todavía mayor sorpresa me provocó que en ninguna de las hojas de libreta estaba el nombre de Ernesto Cordero Arroyo, quien tiene la etiqueta del precandidato del Partido Acción Nacional favorecido por el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Ninguno de los estudiantes de la especialidad de Periodismo se tomó la molestia de escribir el nombre del ex secretario de Hacienda, quien saltó a la arena cuando un grupo de ilustres panistas se manifestaron públicamente a su favor, entre ellos el alcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal Bretón.
Otro aspecto interesante al interpretar el resultado de este ejercicio de opinión pública dentro de una aula universitaria fue que las simpatías a favor de Vázquez Mota se dieron después de rendir sus informes en varias ciudades del país, con amplia cobertura de los medios.
Género y exposición ante los medios de comunicación, además de su impacto en la opinión pública de Vázquez Mota, fueron veneno contra Cordero Arroyo, quien semanas después oficializó su renuncia como titular de Hacienda.
Si el precandidato conociera las preferencias de los estudiantes de la UANL, seguramente buscaría la manera de arrebatarle simpatías a su contrincante en su terreno: entre las mujeres, no solamente panistas, sino entre las jóvenes mexicanas que votarán por vez primera en una elección presidencial.
Otro resultado que llama la atención fueron las preferencias por Andrés Manuel López Obrador (cuatro abajo en votos de Vázquez Mota), que se pudiera interpretar como optar por la tercera opción: ni PAN ni PRI, mejor la izquierda.
En lo particular creo que los mexicanos adultos, esos que vivieron con efervescencia las elecciones de hace cinco años, pero sobre todo, que criticaron las decisiones tomadas por López Obrador en la Ciudad de México, no volverían a votarlo si fuera candidato el próximo año.
Pero una cosa es lo que piensan ellos y otra el voto de la juventud. La generación harta de la violencia que ocurre a diario en las calles de la zona metropolitana de Monterrey, que nunca había escuchado ráfagas de ametralladoras en su corta vida y que no sabía de tirarse pecho tierra al escuchar la primera detonación.
Es claro que López Obrador está vivo y coleando, penetrando entre un segmento del electorado que todavía confía en su proyecto, y que aún vibra cuando escucha su voz en los spots de su movimiento Morena en los espacios oficiales en red nacional de radio y televisión.
Peña Nieto tuvo poco rating entre los estudiantes de Periodismo de la UANL en esta pequeña pero contundente muestra, con apenas tres votos, algo que –en lo particular– me sorprendió todavía mas que las simpatías a Vázquez Mota y a López Obrador.
Porque se supone que el ahora ex gobernador del Estado de México es el precandidato favorito entre las mujeres, sin embargo, debe ser entre las féminas maduras, las telenoveleras que votarían primero por su ahora esposa, la actriz en pausa Angélica “La Gaviota” Rivera.
Las simpatías para Ebrard (dos) y Creel (uno) se pueden considerar poco fuera de la realidad, el primero porque va en ascenso con la sombra de López Obrador y, el segundo, porque sus tiempos ya pasaron dentro del PAN, aunque en ese partido las traiciones son su sello distintivo cuando se trata de sacar candidatos.
Si el resultado del sondeo fuera definitivo en sus respectivos partidos, las condiciones estarían dadas para que Vázquez Mota (primero las damas) se enfrente a Peña Nieto (segundo los caritas), en las elecciones presidenciales del próximo año.
Por tal motivo la ex diputada federal está pidiendo que la designación del candidato del PAN sea a través de una consulta abierta, no cerrada entre panistas, porque se podía concretar un amarre entre Cordero, Creel y Emilio González, el gobernador de Jalisco y menos conocido de los tres masculinos.
Hay que recordar que Calderón Hinojosa no era el candidato favorito en 2005, sino Creel, sin embargo, al llegar a la convención albiazul hubo negociaciones tras bambalinas que hicieron colapsar la propuesta de quien había sido secretario de Gobernación, el favorito de Vicente Fox Quesada.
Esta vez Vázquez Mota no es la favorita del presidente Calderón, sino Cordero, pero la dama sabe que el género la favorece, pues sería la primera vez que una mujer, en el PAN, pudiera llegar a competir por la presidencia con posibilidades de triunfo.
El mandatario tiene resultados de sus propios sondeos que millones de mexicanas, sobre todo jóvenes y sin partido, apoyarían a una mujer como candidata ganadora, para repetir la historia de Chile, Argentina y recientemente en Brasil.
Pero habrá que ver si dentro del PAN los tiempos y las condiciones están para que una mujer abandere su causa en 2012, ante lo que parece una desventaja muy amplia ante Peña Nieto, quien se supone estaría seduciendo a las féminas con su proyecto presidencial.
Ya sin su compromiso en el Estado de México, el PRI nacional adelantará las manecillas de su reloj para que el humo blanco salga antes de lo marcado en su calendario, con Peña Nieto como el ungido. v
Twitter: @hhjimenez