
Para los veraniegos e infernales meses que ya están aquí, los dueños del dinero alertan sobre la llegada de altísimos niveles y extremas modalidades de violencia generada por el crimen organizado en Nuevo León.
Los granadazos contra las sedes policiacas, la muerte de agentes de policías federales, estatales y municipales seguirán a la orden del día, las 24 horas, frente a escuelas, restaurantes, tiendas, etc, etc.
También los asaltos a mano armada contra comensales, transeúntes, pasajeros de camiones, ecotaxis, robos violentos de vehículos, asaltos a todo tipo de negocios, todo eso va a seguir rampante.
La Cámara de Industria de Transformación (Caintra) advirtió con mucho nerviosismo y un alto grado de resignación una tendencia de empeoramiento en los niveles de inseguridad y violencia en el estado.
Y pone el dedo en la llaga: toda esta inseguridad que parece no tener fin, se debe en una gran medida a la falta de acciones de fondo del gobierno estatal para combatir este problema.
Eugenio Clariond Rangel subrayó sin duda alguna que el “semáforo del delito”, exhibe una preocupante alza en secuestros, extorsiones, asesinatos, cobros de piso y una larga fila de delitos que tienen a los regios con el rosario en mano.
La creciente inseguridad y violencia “es un problema grave, sin duda estamos convencidos que nos está afectando y nos va a afectar al sector industrial”, enfatizó el comandante de los Caintros.
Exclamó que “los indicadores duros como el semáforo del delito, que mes tras mes estamos publicando, hablan de una tendencia de empeoramiento, no tengo la menor duda de que así está siendo”.
De acuerdo con las cifras de la Procuraduría de Justicia del Estado, en este año se han generado, hasta el momento, 616 muertes relacionadas con el crimen organizado, entre estas el deceso de 26 civiles y 67 policías.
A través del Consejo Cívico de Instituciones de Nuevo León (Ccinlac), se apoyan todos los esfuerzos e iniciativas que en conjunto con el gobierno federal y estatal se tienen para mitigar este problema de inseguridad.
Pero nada, nada ha sido suficiente en la intentona de parar en seco a los cada vez más sanguinarios y algunos hasta sofisticados cárteles y sus derivados del muy bien organizado crimen organizado.
“Hay acciones de corto, mediano y largo plazo que en algún momento del tiempo deben de empezar a cambiar la tendencia y reducir estos indicadores de robos de coches, secuestros, extorsiones”.
El líder de unos 9 mil 600 industriales de Nuevo León consideró que “podría haber argumentos de que el crimen organizado y la delincuencia común están entrelazados” en los altos niveles de inseguridad y violencia en la entidad.
Clariond Rangel recalcó que la inseguridad “es un tema que definitivamente que afecta a la inversión, no tengo la menor duda”.
Sobre la misma ola se subió la Coparmex de NL y sostuvo que la productividad empresarial y el consumo privado han sido impactados negativamente por la creciente violencia e inseguridad en Nuevo León.
Alfonso Garza Garza afirmó que debido a los problemas de inseguridad varias empresas nacionales y extranjeras han decidido “NO” instalar sus plantas en la entidad.
Otros estados como Querétaro y Jalisco les están comiendo literalmente el mandado a los operadores del Rodrigober en eso de atraer dólares del exterior para instalar nuevas plantas.
El jerarca de los patrones subrayó que “es una problemática que existe y nuestra exigencia como organismo empresarial es pedirle a las autoridades al respecto para combatirla, es innegable que existe” esa violencia en el estado.
La galopante inseguridad, enfatizó, “es un factor que afecta a la productividad de las empresas definitivamente, todo esto representa un costo para las empresas y no permite elevar la productividad de las empresas”.
También “ha afectado el consumo, definitivamente, las personas al verse en una situación así no están tan dispuestas a comprar un automóvil o a comprar una tele, sí afecta al consumo”, señaló Don Poncho.
Por su parte, el director de recursos humanos del sindicato patronal, Fernando Gutiérrez González, expuso que “sí hay puntos rojos donde se nota que hay mucho que hacer en materia de seguridad” en la entidad.
Manifestó que los recientes y constantes ataques contra policías y funcionarios públicos “son respuestas a la presión que está sintiendo la misma delincuencia organizada, a las acciones que está tomando el gobierno”.
El directivo de la Coparmex aseguró que el recrudecimiento de la violencia del crimen organizado “definitivamente es una respuesta, una manera de querer señalar que están en pie de guerra”.
Y luego la Embajada de Estados Unidos en México también coincidió en que Monterrey es una ciudad a la cual los hombres de negocios del vecino ya nomás la quieren ver de lejitos.
La ministra consejera para Asuntos Comerciales de la nación más poderosa del mundo, Ann Bacher, subrayó que “para nosotros solamente Monterrey tiene dificultades para las empresas americanas”.
Esto le sucede muy “especialmente a las Pymes, porque leen en la prensa lo que sucede y es difícil” tener confianza invertir en Monterrey con su imparable nivel de violencia, enfatizó.
El miedo no anda en burro, dijo Ann, “ahora tenemos que hacer las reuniones en hoteles porque no podemos garantizar la seguridad de las empresas americanas, es un poco difícil ahora en Monterrey”.
Bueno, exclamó la colaboradora de la administración Obama, resulta Monterrey una ciudad tan violenta e insegura que “en Tijuana hay cambios, (y) ahora podemos hacer negocios más fácilmente”.
Los directivos del Congreso Internacional “La Seguridad y Protección Hoy 2011”, organizado por la Asociación Mexicana de Profesionales en Prevención de Pérdidas (Ampppac), están que no caben de contentos.
Reunidos en Cintermex, los expertos en la materia revelaron que en menos de tres años, los gastos para protección de residencias, corporativos y oficinas gubernamentales se han más que duplicado.
LAS PELIGROSAS PALOMITAS
Un bote de palomitas que se vende en las cadenas Cinépolis y Cinemex contiene el mismo nivel de sal que una persona consume en todo un mes, lo cual puede generar problemas renales y de alto colesterol.
Así lo reveló una investigación elaborada por los periodistas Ana Quijano y Gerardo Tamayo, de la Agencia Informativa UdeM. Esto es aproximadamente 30 veces más de la cantidad recomendada por nutriólogos, es lo que consume una persona al ingerir un bote grande de 225 gramos de las tradicionales rosetas de maíz.
Es decir, de los cuatro gramos de sal que una persona necesita al día, esta presentación contiene 133 gramos, el equivalente a poco más de lo recomendado al mes.
Una investigación de laboratorio para evaluar los índices de sal de las palomitas de cine y compararlos con la dosis nutricional recomendada, fue realizada por la Agencia Informativa UdeM el pasado 3 de mayo, utilizando muestras recolectadas en las cadenas Cinépolis y Cinemex.
Las sucursales de las que se obtuvo la muestra fueron Cinépolis Valle Oriente y Cinemex Revolución, en esta ciudad.
Especialistas de la institución privada analizaron varias muestras y se encontró que Cinépolis es la compañía que ofreció las palomitas más saladas, con 133.19 gramos en el bote grande. Mientras que Cinemex también excedió significativamente la cantidad recomendada con 104.19 gramos en un recipiente del mismo tamaño.
La especialista en medicina estética y nutricional de la UdeM, Cecilia Gutiérrez Vega, advirtió que el exceso de sal a corto plazo ocasiona retención de líquidos, a mediano se convierte en oliguria -orinar menos periódicamente- y a la larga genera problemas renales.
Las palomitas que se venden en los cines son preparadas con granos de maíz, sal y aceite palmítico, este último es un hidrogenado de mala calidad utilizado por ser más económico que otros, además de conservar su sabor al ser sobrecalentado.
Al sobrecalentarse, indicó, el aceite palmítico se convierte en grasa transgénica, mejor conocida como grasa trans, la cual no se metaboliza adecuadamente en el cuerpo y se adhiere en las arterias más pequeñas, provocando mala circulación, celulitis, várices, alto colesterol y, en casos extremos, infartos.
Consumir cualquier bote de palomitas en el cine, sea grande o individual, sobrepasa de manera exorbitante la dosis de sal de cuatro gramos al día recomendada por nutriólogos, sin embargo caer en la tentación de rellenarlo (refill) y acompañarlo con un refresco de dieta resulta una combinación explosiva.