
Estaba un día El Apuntador haciendo la lista de posibles regalos -¿ooootra vez?- ya que se aproxima el 14 de febrero, cuando se enteró de una noticia ¡bomba! que está por soltar el gobierno del Estado sobre depósitos ilícitos que involucran a un directivo de Televisa Monterrey.
La versión confirmada por varias fuentes pone en el ojo del huracán al matamorense Roldán Trujillo Yáñez, gerente de noticias de la empresa ubicada en Privada Pipo y Espinosa, quien se prestó para desviar millones de pesos del erario durante el sexenio de Rodrigo Medina de la Cruz.
Según las primeras informaciones, Trujillo Yáñez triángulo a través de unas cuentas bancarias a su nombre una escandalosa cantidad de dinero por falsos servicios ofrecidos a la dirección de comunicación social del pasado gobierno.
Quienes lo conocen saben muy bien que al todavía gerente de noticias de Televisa Monterrey se le desarrolló la habilidad de ser mejor relacionista público que periodista, las cuales facilitaron estas operaciones.
Por eso mismo fue despedido hace ya varios años de El Norte, en su última etapa de subdirector editorial cuando mi carnal Alejandro Junco de la Vega y sus júniors lo vieron coqueteando con el poder político.
Desde dentro del gobierno de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, el Apuntador supo que uno de los casos sobre la investigación anticorrupción en marcha lleva directamente a la empresa televisiva de Emilio Azcárraga.
Sobre Trujillo Yáñez, quien está perfectamente enterado de esta situación, se sabe que fue el orquestador de la campaña que implementó Televisa Monterrey contra “El Bronco” cuando vio en riesgo los intereses que quería mantener con Ivonne Álvarez García. Pero el tiro salió por la culata.
Que algunos dueños, directivos o conductores de medios y canales de televisión en Nuevo León hacen negocios con directores de comunicación social es cierto, es como un cáncer arraigado. Bastaría rascarle un poco más para que salga la pus sobre riquezas que jamás podrían comprobar.
Algo que también está raro es cómo sobre los cambios que se avecinan en Televisa México con el rumor de la salida de Joaquín López-Dóriga, no se menciona a Gregorio Martínez como su relevo de El Noticiero estelar de El Canal de Las Estrellas.
“Goyo” se convirtió no solamente en el conductor consentido de Trujillo Yáñez dentro de Televisa Monterrey, sino que fueron la dupla perfecta de ataques contra “El Bronco” en la pasada campaña a gobernador del Estado.
Quizá por eso en la Ciudad de México se menciona a Denise Maerker como el remplazo de López-Doriga, no a “Goyo”, siendo que el regiomontano siempre fue el reemplazo en El Noticiero cuando el primero se iba de vacaciones o andaba en coberturas especiales.
Por cierto, qué error tan grande fue haber puesto a Mauro Morales en la conducción de noticieros en Televisa Monterrey, cuando por años ha sido el referente de información meteorológica.
Mauro entró al quite para cubrir el lugar de Jorge Almaraz cuando éste se fue de vacaciones, en el segmento noticiosos de mediodía junto a Karla Minaya.
Cuando volvió Almaraz, le dijeron que se sentara en la banca a esperar. Que Morales seguiría en su sitio y que él estaba siendo contemplado para un “nuevo” proyecto, algo que comenzó a poner nervioso a Jorge, quien estaba en el noticiero estelar matutino, luego a mediodía y ahora con un destino incierto.
La verdad es que dentro de esa empresa televisiva las cosas andan de cabeza desde que se confió la gerencia de noticias a Trujillo Yáñez, ahora metido en serios problemas si se comprueba que trianguló dinero del erario a través de su empresa de consultoría para beneficiar a otros.
La única explicación de por qué sigue en el cargo es que hizo probar a su jefecito del alma, Ricardo Azcárraga López, las dulces mieles del erario estatal con Medina de la Cruz y de algunos municipios aplicando lo mejor de las relaciones públicas.
La situación de Trujillo Yáñez pudiera ser similar al caso de Daniel de León, quien trabajó en el área de comunicación social en tiempos de Natividad González Parás y cuatro años con Medina de la Cruz, que abrió la empresa Radio Tel and Publishing S.A. de C.V. para desviar 57 millones de pesos por un falso servicio de publicidad oficial.
Cambiando de tema, a corto o mediano plazo habrá cambios de director en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, ya que Mario Rojo Flores camina sobre la cuerda floja desde que Rogelio Garza Rivera asumió la rectoría.
Dentro de la Máxima Casa de Estudios es un secreto a voces que el error cometido por Rojo Flores en apoyar al presidente de la Comisión Estatal Electoral (CEE), Mario Alberto Garza, lo dejó muy mal parado con el inquilino que despacha en el octavo piso de rectoría.
Desde su fundación hace más de 30 años, la FCC ha sido la institución superior del Estado de donde han egresado reconocidos periodistas que han puesto en alto el nombre de la Universidad, por eso el rector no descarta que por primera vez en su historia el director sea precisamente: un periodista.
Aunque falta tiempo para que Rojo Flores termine su gestión, antes podría ser requerido para ocupar otro cargo dentro del organigrama universitario. Y, de ser así, podría ser enviado primero un coordinador como sucedió hace tiempo con Roberto Silva Corpus.
Hay que precisar que aunque Silva Corpus egresó de la especialidad de periodismo y fue coordinador y dos periodos director de la FCC, nunca trabajó en un medio de comunicación. Desde el servicio social estuvo en el departamento de prensa y comunicación de la UANL donde tuvo una carrera ascendente.
Por eso esta rectoría quiere darle su reconocimiento a la especialidad que más brillo ha dado a la FCC, con un director-periodista. Y maestros de planta que reúnen los requisitos hay varios, sobre todo con estudios de posgrado, capacidad y cercanos a Garza Rivera.
Por cierto, desde enero Héctor Alvarado Lumbreras es oficialmente el nuevo director de comunicación institucional y prensa de la UANL en sustitución de Carlos González Santos, nuevo encargado del despacho de relaciones públicas.
Con una trayectoria que empezó como reportero en El Norte, con estudios de posgrado en España y experiencia en el área de comunicación en la Secretaría de Educación Pública cuando Reyes Tamez Guerra fue su titular en el sexenio de Vicente Fox Quesada, Alvarado Lumbreras brincó al décimo piso desde su anterior cargo de jefe del departamento de redes sociales de la UANL.
Si no saben, el nuevo director de comunicación institucional y prensa es concuño del recién designado secretario de Extensión y Cultura, Celso José Garza, compañeros reporteros culturales de El Norte en los años 90.
Un prueba de que Garza Rivera está apostando al relevo generacional en la Máxima Casa de Estudios, pero sin mandar a la jubilación a directores o secretarios como González Santos y Rogelio Villarreal, este último quien después de dos rectorías como titular de Extensión y Cultura será el nuevo director del Canal 53.
En la pasada columna se comentó que Damaris Mazzocco renunció a Televisa Noreste, con sede en Matamoros, Tamaulipas, para empezar una nueva vida como futura esposa del procurador de Justicia de Nuevo León, Roberto Flores.
Aunque sus inicios en Ciudad Victoria con la misma empresa fueron como encargada de los segmentos del clima, hay que mencionar que estudió la carrera de derecho en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, campus Ciudad Victoria.
Su cambio a Matamoros se debió a que su ciclo ya había terminado en la capital del vecino Estado, además de que en la frontera tendría la oportunidad de conducir el noticiero matutino junto a Fructuoso Saenz, por cierto, egresado de la Universidad de Monterrey (UdeM).
La historia de Mazzocco es la misma que tuvo Alhinna Vargas, quien después de años de ser la responsable de los segmentos del clima en Multimedios, un día aprovechó la invitación para conducir el Telediario matutino del fin de semana, y posteriormente ser candidata a diputada local por el PRI.
Para terminar con este tema, hace años en esta columna dejamos de llamar “las conductoras del piernóstico del tiempo” para que no se interpretara como una ofensa, sin embargo para el televidente neoleonés son “las chicas del clima”.
En otros temas, Francisco Cobos demostró bastante profesionalismo como periodista de la cadena Univisión de Estados Unidos, prima-hermana gabacha de Televisa México, pues después de sepultar a su madre se reincorporó de lleno al trabajo tras la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Y viajó a Sinaloa para realizar una serie de reportajes relacionados con el narcotraficante, entre ellos, sobre la cabaña donde semanas antes de ser detenido por la Marina se reunió con Sean Penn y Kate del Castillo.
Otro trabajo que Cobos produjo fue de los riesgos de periodistas en entidades donde el crimen organizado es altamente intimatorio, entrevistando a varios de sus colegas como Raymundo Pérez Arellano, del programa Punto de Partida; Miguel Turriza, de Radio Rey de Reynosa; Hugo Chávez, de Univisión San Antonio, y Héctor Hugo Jiménez, director editorial de Hora Cero.
DE PRIVILEGIOS Y SIN SABORES
Desde hace ya más de tres meses, la empresa Multimedios decidió renovar su alicaído matutino Extra de la Mañana, aquel periódico en sus buenos años lograba vender más de 25 mil ejemplares diarios, allá por mediados de la década de los 90 del pasado siglo.
Después de quebrarse el cerebro, contratar asesores de imagen y creativos, la familia González en su tercera generación decidió cambiarle de piel al periódico, pero no de contenido. Es decir, es lo mismo que antes, pero con otra cara y colores.
Y pues poco a poco le está compitiendo de a ejemplar a ejemplar, batallando un día sí y otro también, con su acérrimo rival, Metro de Editorial El Sol que también pública El Norte y Reforma, y que al ser los hermanos mayores, se pelean con Milenio Diario de Monterrey y Milenio Diario, en la capital del país.
Pero si la pelea editorial pareciera más o menos pareja (Metro y Extra traen casi las mismas notas policiales o deportivas, juegan con el lenguaje para ver cuál es más vulgar o escandaloso, o con sus fotografías sangrientas o explícitas sobre cualquier incidente policial), el periódico de la familia González recurre a una fórmula desesperada para tratar de captar compradores, y no de formar lectores.
Día a día ofrece mediante transmisiones en vivo y en directo (jajaja, la vieja frase de la televisión análoga ahora en la era de digital), en el Telediario que conduce Josué Becerra, dinero y boletos de espectáculos o eventos deportivos, vales de despensa y otros artículos, y hasta una rifa de varios miles de pesos cada mes, como premio a quienes compren (o acumulen) sus ejemplares.
Aún y con todo el empeño y los billetes que la empresa le mete en cada promoción, las cifras de ventas nos dicen, siguen bajas, no repuntan y están todavía lejanas a los niveles que dentro del periódico se pusieron para poder mantener el ritmo, antes de empezar a tener pérdidas financieras.
Lástima, Margarito.
Por cierto, para que vean que este Apuntador sí hace su chamba de zambullirse en cada medio para conocerlo mejor y hacer un análisis sesudo sobre su línea editorial, percatándonos de una verdadera paradoja.
Si los tres conductores titulares del Telediario son los mandamás en el rating en cada emisión, y por ello se les presume como líderes de opinión y forjadores de conciencia social a través de la televisión, ¿por qué se les relegó a las páginas del Extra de la Mañana como articulistas y editorialistas y no forman parte del cuadro de honor de Milenio Diario?
¿Acaso el arquitecto Héctor Benavides, la comadre María Julia Lafuente o Becerra carecen de la experiencia, y sobre todo el liderazgo para poder hacer reflexiones críticas y serias sobre el devenir de la ciudad, la política, el desempeño de los políticos u otros temas de trascendencia en las secciones editoriales de Milenio, al lado del tapatío Luis Petersen Farah o el argentino Santiago Fourcade?
Sin demeritarla, hasta Daniela Mendoza, reportera de muchos años de experiencia y recientemente designada como jefa de información de Milenio Diario tiene su columna editorial, incluso con más espacio medido en palabras (bytes para los tecnificados), que el ocupado por Benavides o Lafuente en el Extra.
DE TRUCOS Y MENTIRAS
Y ya que hablamos de inequidades en la empresa de mi partner Francisco ‘Pancho’ González, ahora resulta que sólo por el hecho de ser jefazo, el director de noticias de Multimedios Víctor Martínez Lucio se fue de vacaciones, perdón, se fue a pasear (opsss, de nuevo), viajó a reportear (ahora sí), a Argentina para irse empapando quesque del viaje que hará dentro de poco el papa Francisco a México.
Se fue acompañado de su guía de turistas, perdón, del autopromovido como analista y articulista internacional Santiago Fourcade.
Oh, sorpresas: en la evaluación de méritos para asignar esta cobertura especial pues Martínez y su compa vencieron a los demás por cualidades únicas: uno es jefe y el otro, argentino de Argentina… O sea, obvio, no había más de donde escoger.
¿Descubrieron el hilo negro? ¿La historia detrás de la historia de Mario Bergoglio? ¿Encontraron la luz al final del túnel?… Pues en opinión de sus mismos compañeros, sólo repitieron lo que desde hace años se sabe de la vida del primer pontífice latinoamericano. Y hasta ahí.
Eso sí, a más de dos sorprendieron Martínez Lucio y Fourcade con sus enlaces en vivo y en directo con La Comadre María Julia Lafuente y el arquitecto Benavides, al mediodía y por la noche.
Pero citando a ese poeta argentino Alberto Cortez, “Que cosas tiene la vida, Mariana”: Las transmisiones al Telediario fueron truqueadas, no en vivo ni en directo, ya que no hubo forma de interactuar entre los enviados espaciales, perdón, especiales desde Buenos Aires, y los conductores en los estudios en Monterrey.
El güero Benavides se quedó con las ganas de interactuar con los turistas, (chiiin, lo dije de nuevo), hasta que le dijeron por el chicharito que estaba grabada la intervención. Puede verlo en la página web del Telediario.
Pues qué se puede decir, no tuvieron perdón de Dios, Eso sí, presumieron hasta el hartazgo la capacidad tecnológica de la empresa para hacer este tipo de prodigios. Pero nanay, fue de mamey el atole. Ahí para la otra.
Pero qué nos sorprende de esa empresa, que cuando hacía los supuestos enlaces en sus transmisiones especiales del Super Bowl o en los mundiales de futbol, truqueaba los comentarios “en vivo” desde fuera de los estadios o en los pasillos de los hoteles donde se hospedaban sus enviados, para así ahorrarse el pago de cuotas a las cadenas televisoras propietarias de los derechos de emisión.
O el robo vil y descarado que por años hicieron de imágenes de video de los partidos de futbol mexicano, colocándoles cintillas o taponeando hasta lo más ínfimo toda posible identificación de las cadenas televisoras de la competencia a las que plagiaban.
Eso sí, protegen sus imágenes, productos y personajes con infinidad de reglamentos y cláusulas de exclusividad y están prestos a demandar a quienes pretendan quitarles sus “derechos reservados”. Si no lo creen, pregúntenle a Bely y Beto o alguna de las ex muñequitas, por citar sólo a algunos.
DE ZOZOBRAS Y TEMORES
Pues si en el 2015 fue el año de despidos masivos en las televisoras privadas que operan en Monterrey, en donde se contaron por cientos los empleados de todos los niveles dados de baja y liquidados, muchos de ellos con amplios beneficios, pero otros no, ahora le tocó el turno a la televisora administrada por el gobierno del Estado.
Desde el mes de diciembre, y sobre todo este enero que termina, el ambiente laboral en el Canal 28 también conocido como Radio y Televisión de Nuevo León, fue triste, pesado, de congoja e incertidumbre por la clara advertencia de que el recorte de personal anunciado por la administración de Jaime Rodríguez Calderón también se daría al interior del edificio San Francisco, allá en la colonia Loma Larga.
Versiones fueron y vinieron en radio pasillo, la forma en que el personal se comunica a sí mismo y se reportea sobre lo que ocurre o no ocurre, cuando han notado que coordinadores y jefes de área, así como los directivos encabezados por Yermak Ríos, no les dan indicaciones o visos sobre lo que ocurrirá en términos laborales.
Que se esperaba un recorte del 20 por ciento del personal, algo así como 40 o poco menos de los más de 200 empleados que hay en radio y televisión; que no, la otra es sólo 15 o 20 y se daría este día último de mes. No, p’atrás los filders, que el despido sería sólo de unos cuantos, pero a partir de la primera y hasta la segunda semana de febrero.
Sea cual sea la situación, la incertidumbre laboral afecto a más de dos, mantuvo el desánimo de otros tantos y pues por el momento, la situación si no llega a caótica, sí es compleja.
Eso sí, se espera que ya en los próximos meses se cumpla el compromiso de “El Bronco” de invertir un titipuchal de recursos en el equipo de alta definición (HD) que requieren para transmitir, y con ello se adecuen áreas de operatividad de la radio y televisión, se mejore el equipo de operaciones en estudios y unidades móviles y del personal que sale a la calle, amén de mejorar los kits de iluminación de estudio, las cámaras de video, los micrófonos y hasta el parque vehicular.
Ojala y también se dé una revisada a los contenidos, para tenerlos en forma y modernos, pero con un sentido social y cultural al nivel que se merece los televidentes y la ciudadanía en general.
SE PONEN RIGUROSOS
EN CONGRESO
En el Congreso del Estado a alguien se le ocurrió la genial idea de aplicar un control estricto de los reporter@s, camarógraf@s y fotograf@s que cubren la fuente, mediante la implementación de un gafete de acceso el cual deben de portar al ingresar a sus instalaciones.
La seguridad es ante todo una gran aliada para salvaguardar la integridad física de las personas, su patrimonio y su labor, toda vez de que día a día cientos de personas ingresan a la sede del poder legislativo ubicada en la calle Zaragoza y Matamoros, en pleno centro de la ciudad. Se han dado incidentes de robos y hasta conatos de violencia en los pasillos con personas desconocidas que deambulan por el inmueble sin control.
No pasaría nada, ni habría inconformidad ni mucho menos indisposición de los periodistas por adoptar esta medida, si no fuera porque a quien sugirió la medida se le olvido un pequeño detalle: los gafetes de acceso a los representantes de la prensa son genéricos, sin fotografía ni nombre del portador, por lo que cualquiera puede acceder a uno de ellos y ostentarse como reportero o fotógrafo, sin serlo. Y vaya que ya ha sucedido, así que pues, a corregir la falla.