Seis de cada 10 empresas sufrió en carne propia el creciente azote del crimen organizado durante la primera mitad del 2011 y la expectativa es que este mortal flagelo siga empeorando en los próximos meses. Así fue delineada la radiografía por la Cámara de Industria de Transformación (Caintra), en torno al desempeño de sus afiliados en los primeros seis meses de este violentísimo año en Nuevo León.
Las compañías manufactureras han comenzado a reajustar personal a diestra y siniestra, reorientando una gran parte de su gasto en el reforzamiento de las medidas de seguridad para directivos y empleados.
El 60 por ciento de las casi 6 mil manufactureras regias considera que el factor inseguridad constituye el principal obstáculo para salir adelante y sobrevivir en la jungla de los negocios, en los meses por venir.
Hacia la segunda parte del año está pronosticada una severa tormenta financiera global, desatada por la irresponsabilidad de la principal economía del mundo, en la era Obama, en el manejo de sus dólares.
También la borrachera en los mercados bursátiles de Europa y Asia se han convertido ya en una pesada cruda para millones de jugadores de bolsa, entre estas decenas de empresas mexicanas.
El desplome de los pedidos del resto del mundo hacia México, en particular de Nuevo León, está a la vuelta de la esquina, y todavía hay que agregarle la imparable violencia en el sexenio Rodriguista.
Previo a la difusión del informe de los caintros, el sector privado acuso al gobernador Rodrigo Medina de la Cruz, por las graves omisiones de su brazo de seguridad para frenar la violencia cada vez más sangrienta.
Estos fueron algunas de sus principales denuncias:
“Nos vemos obligados a reconocer que las omisiones más graves en el abordaje de la crisis de seguridad que vive la entidad corresponden a la autoridad estatal. El gobierno del estado le está fallando a Nuevo León en el abordaje de la violencia.
“Está en deuda tanto en las acciones orientadas a salir de la emergencia y también en las transformaciones de fondo a las instituciones de seguridad”, añadió.
“El gobernador es la cabeza y, por lo tanto, es el más responsable de todos”.
Los dueños del money reclamaron que en el primer semestre de este negro año han sido robados más de 10 mil vehículos, en el que una alta proporción corresponde a unidades de trabajo de las compañías.
“Podemos decir que, cualquiera que sea la estrategia en materia de combate al robo de automóvil, no está funcionando”, exclamaron los ipecos. Y desfilaron más acusaciones contra el Rodrigober y sus huestes:
Semanas después de lanzarse las peinetas, los jerarcas del sector privado y el Rodrigober se reunieron en lo oscurito, en la Casa de Gobierno, para dizque fumar la pipa de la paz.
Mientras la burocracia y los empleados de los grandes empresarios fingían una reconciliación, las calles en cualquier rumbo del estado seguían tiñéndose de rojo con ríos de sangre.
LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN
El candidato del señor de Los Pinos para relevarlo en el 2012 se aventó hace unos días una jala mental digna de la Antología de Cuentos Mexicanos.
Mediante su roadshow virtual de auto destape para la silla grande, el secretario de Hacienda tuvo un enlace telefónico con Jeaneth Suárez, en Televisa local y dijo:
“El impacto de la crisis del 2008 y del 2009 que lo estamos viendo con los datos del INEGI, pues fue mucho más brutal y mucho más dramático de lo que hubiéramos podido pensar al principio.
“Todos los mexicanos tuvimos una disminución en los ingresos, que son los datos que muestra el INEGI, como consecuencia de esta crisis económica mundial.
Con esa visión, muy seguramente Ernesto Cordero ganará los comicios presidenciales dentro de un año. v