Todo parece indicar que Ildefonso Guajardo se perfila como el precandidato único del tricolor para las elecciones del próximo año para la gubernatura de Nuevo León.
Es indiscutible que el hoy Secretario de Economía es el mejor posicionado dentro del gabinete del Enrique Peña Nieto, pues a Ildefonso Guajardo se le ha visto acompañando al Primer Mandatario al 90% de los viajes que éste ha hecho alrededor del mundo, firmando acuerdos comerciales, pactos, promesas, así como recientes y próximas negociaciones, por llamarlo de alguna manera y es notoria la confianza que el Presidente tiene depositada en él.
Confianza que se basa en dos vertientes.
Una como un experto negociador con visión internacional sobre México y sobre Nuevo León. Y la otra como principal estratega –en caso de ser gobernador- para el desarrollo energético-comercial de México (desde territorio regio) con la frontera de Estados Unidos (hacia territorio texano) y, continuando sobre esa ruta, transformar en hechos los supuestos de la reforma energética.
Y digo supuestos porque afirma Peña Nieto que con la reforma energética ya la hicimos. Que habrá un desarrollo económico, como productores principales de nuestros hidrocarburos, energéticos, combustibles, generación de empleo, etcétera. Pero “del dicho al hecho hay mucho trecho” y “del plato a la boca se cae la sopa”.
Estamos de acuerdo en el logro legislativo e histórico que realizó Peña Nieto, pero no porque lo logró en esta legislatura quiere decir que lo haya logrado este año. En realidad Peña empezó a operar en el Congreso de la Unión desde antes de dejar la gubernatura del Estado de México.
Y desde ahí Luis Videgaray, hoy Secretario de Hacienda, operaba para él las cuestiones legislativas. Luego Luis entró como diputado federal a San Lázaro y luego Peña se lo llevó en directo para que le coordinara la campaña política para la Presidencia, la cual ganó.
Sí, hubo logros legislativos, pero nos falta mucho para ver convertida en realidad cada etapa, la infraestructura, las inversiones y el desarrollo por venir de la industria petrolera en el país y quién sabe si usted y yo lo alcancemos a ver…
Aun así, Peña Nieto le apuesta a Ildefonso Guajardo para que todo esto se logre en su etapa inicial, desde Los Pinos y Nuevo León, hacia los Estados Unidos, pero con miras también hacia Sudamérica, Asia y Arabia Saudita.
¿Y las demás precandidatas del PAN y del PRI? –“el viejerío”, como nos llama Diego Fernández de Cevallos a las mujeres mexicanas-, ¿cómo anda el arroz?, ¿ya se coció?
Se dice que Marcela Guerra pudiera aspirar a la alcaldía regia, pero difícilmente la ex diputada federal dejaría el Senado –y el sueldo- por un puesto tan complejo y una posible tumba política como lo es Monterrey.
Ivonne Álvarez, de risueña y animosa se volvió silencio y entendió que la gubernatura es un puesto al que no aspirará en esta elección.
En tanto Cristina Díaz continúa en campaña presentando libros, apoyando a las mujeres, sonriendo en eventos de la CNOP, realizando informes de su trabajo legislativo y pareciera no aceptar tan fácilmente que este 2015, tampoco será su momento para aspirar la gubernatura de Nuevo León.
Y de no serlo, desde mi particular punto de vista, sería un desperdicio para el tricolor, pues es una de las tres mujeres con más experiencia, credenciales y carrera política de las priistas en el estado.
Cristina Díaz fue líder de su partido en el estado –ha sido la única mujer en serlo- y fue líder nacional del tricolor. Las otras mujeres que tienen este nivel y capacidad para una gubernatura, siguen siendo la máxima defensora de los derechos de género, María Elena Chapa, y la abogada más experta en derechos humanos y penitenciaría en Nuevo León y en México, Ninfa Delia Domínguez.
En tanto, los panistas comienzan a apoyar a Judith Díaz para que contienda nuevamente por la alcaldía de Guadalupe y de quien me queda claro, tras su paso como Presidenta de la Comisión de Equidad y Género en el Senado de la República, haría una estupenda labor administrando su ciudad.
Margarita Arellanes no para de dar brincos de gusto ante el retiro del rudo ex alcalde Mauricio Fernández de la contienda por la gubernatura.
Por cierto que El Bronco, Jaime Rodríguez, asegura que va por la libre, como candidato ciudadano y ahora sí, dice haberse despedido del PRI para siempre. ¿Será?