En 2015 los electores de Nuevo León votaron por un cambio, sobre todo motivados por el hartazgo hacia un gobernador pestilente a corrupción, de la mano novedosa de un candidato independiente, “El Bronco”, que fue como lanzar un cerillo a un bote de gasolina.
En 2016 en Tamaulipas no hubo tiempo para la corrupción -sin descartar la que hubo porque es parte de la cultura mexicana-, ya que la obra pública estuvo prácticamente congelada y la mayoría de los recursos fueron destinados al combate al crimen organizado y depurar las corporaciones policiacas.
En 1997 en Nuevo León se apostó por la alternancia y Fernando Canales Clariond llegó al poder cobijado por el Partido Acción Nacional; fue tan cuestionada su administración que seis años después el PRI volvió a poder con una votación histórica de Natividad González Parás.
En 2010 en Tamaulipas resultó ganador Egidio Torre Cantú para prolongar en el poder a un enlutado Partido Revolucionario Institucional, luego del asesinato en plena campaña -por cierto, hasta la fecha sin resolver el multihomicidio-, de su hermano Rodolfo, miembros de su equipo y escoltas.
En este año el PAN en Tamaulipas está siendo visto con lupa porque el narcotráfico estaría apoyando a su candidato a gobernador. Y extrañamente cerca de 50 aspirantes de diferentes partidos para alcaldes, diputados, síndicos y regidores, según cifra del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), han renunciado por diversas amenazas.
Si bien el año pasado en Nuevo León se quiso relacionar a un hermano de “El Bronco” con bandas delictivas como parte de la guerra sucia, en Tamaulipas tres candidatos del PRI de municipios impenetrables para las fuerzas armadas: Hidalgo, Villagrán y Mainero, repentina y públicamente se adhirieron a la campaña de Francisco García Cabeza de Vaca.
Contrario a hace seis años con los hechos sangrientos que se registraron en Ciudad Victoria con el crimen de Rodolfo Torre Cantú y acompañantes, este 2016 en Tamaulipas -y para fortuna de sus habitantes y candidatos- las sospechas no han pasado de acusaciones entre los antagonistas.
En la guerra sucia de las redes sociales abundan los supuestos vínculos criminales que tuvo o tiene fulano, mengano y perengano, sin embargo la única evidencia pública son mantas desplegadas por células del narcotráfico a fines de abril a favor de Cabeza de Vaca en el municipio de Hidalgo, frontera con Linares.
Ante la publicación de Hora Cero Tamaulipas de una propiedad de Cabeza de Vaca valuada en más de 100 millones de pesos, ubicado junto al río Soto la Marina y con una construcción que asemeja una villa suiza, el candidato de Movimiento Ciudadano sospechó de su adversario.
En el segundo debate realizado el jueves 4 de mayo, Gustavo Cárdenas Gutiérrez señaló que cómo era posible que mientras en Tamaulipas nadie estaba comprando ranchos por temor de los propietarios a ser despojados, secuestrados o puestos a cuota, Cabeza de Vaca invertía sin ningún temor.
Como referencia de los lectores, hay que recordar que a comienzos de 2010 en Tamaulipas se fracturó el Cártel del Golfo, obligando a su brazo armado conocido como Los Zetas a replegarse en diferentes zonas del centro y sur.
Contrario a muchos dueños de ranchos que huyeron amenazados o despojados, Cabeza de Vaca empezó a construir su “chalet suizo” en una zona de alto riesgo para “cualquier hijo de vecino”, donde resaltan dos casas grandes, cabañas, palapas construidas con mano de obra calificada (ver reportaje en esta edición y en www.horacerotam.com).
Pero eso no es todo. El candidato del PAN organiza tours para sus amigos donde se incluye seguramente “no ser molestados por los malosos”, un término usado en los spots de su contrincante del PRI, Baltazar Hinojosa Ochoa, quien promete mano dura contra el crimen organizado.
Cierto o falso, en contra del tricolor juega una plan fallido del gobierno federal que incluyó Tamaulipas en tiempos de Felipe Calderón Hinojosa, cuando en su estrategia se imaginó que exterminaría al narcotráfico como plaga.
Y ahora su esposa Margarita Zavala, aspirante del PAN a la presidencia de la República, se pasea por Tamaulipas apoyando a Cabeza de Vaca.
Gane quien gane, pierda quien pierda, los más lastimados serán los tamaulipecos que seguirán viviendo en una zona de guerra y añorando la paz.
Eso sí, la noche del 5 de junio cuando se conozcan las tendencias sobre los ganadores abundarán las sonrisas y sus manos se empezaran a frotar, pensando en la descomunal corrupción que imperará: igual con el PRI… y peor con el PAN.