Algo muy curioso sucedió hace unos días en Nuevo León, en el marco de la guerra política que se traen el PRIAN con la administración estatal encabezada por Samuel García y su partido, Movimiento Ciudadano.
No habían pasado ni 48 horas de que elementos de la Policía de San Nicolás y elementos de Fuerza Civil se dieron de coscorrones afuera de las instalaciones de la empresa que, dicen, es propiedad de un funcionario estatal y que iba a ser clausurada por el Ayuntamiento, cuando el alcalde Daniel Carrillo se apersonó con el Palacio de Cantera para sostener una reunión de alto nivel.
Para sorpresa de más de dos, terminada la encerrona, Carrillo salió ante los medios y dio por zanjado el desencuentro entre las corporaciones de seguridad pública.
Esto fue muy similar a la imagen que se vivió semanas antes cuando Gerardo Palacios Pámanes, secretario de Seguridad en el Estado, ofreció una conferencia de prensa junto con el Fiscal, Pedro Arce.
Este primer encuentro, afuera del Palacio de Cantera, se coronó con la presencia del gobernador, Samuel García, en una reunión de Seguridad donde también estaba el Fiscal que, hace apenas unas semanas, era descalificado de todas las formas por parte del mandatario estatal.
Estos dos sucesos demuestran que existen temas, como la seguridad pública, en la que los juegos políticos no pueden involucrarse y menos en un momento como el que se vive en Nuevo León cuando el horno no está para bollos, considerando la cantidad de muertos que se dan al día y la creciente violencia con la que actúan los delincuentes.
Sólo a los criminales les conviene que las policías municipales y la estatal se suban al pleito político de los alcaldes y la administración samuelista.
La presencia de Carrillo y Arce en el Palacio de Cantera revela, por lo menos en apariencia, que las fuerzas políticas se dieron cuenta que pueden jugar a la politiquería en todos los temas, menos el combate a la delincuencia.
Quien supo entender esta idea y lo externó en su mensaje por su Segundo Informe de Gobierno fue el alcalde de Apodaca, César Garza, quien le pidió a sus compañeros diputados y alcaldes del PRI y del PAN que resistan ante el acoso que dijo, padecen por parte del Gobierno del Estado.
“Lamento profundamente la crisis política por la que atraviesa nuestro Estado, ratifico mi disposición por privilegiar el diálogo y los acuerdos con respeto”, señaló.
El alcalde recordó que en este clima de crispación nadie sale ganando.
“Nadie gana de los conflictos. Reconozco en mis compañeros alcaldes esa misma disposición, (y) aprecio mucho el valor de nuestros diputados y diputadas… muchos de ellos y de ellas muy jóvenes… Me duele tanto ver las lágrimas de mujeres que han sido víctimas de acoso y ataques, incluso a sus familias”, dijo.
Hay que decir que aunque la ceremonia del Segundo Informe se realizó una tarde noche en la que el clima era malísimo, contó con una gran asistencia e, incluso, hubo un par de invitados de lujo de primer nivel.
Ahí anduvieron el ex gobernador Natividad González Parás, la senadora Beatriz Paredes, el panista José Luis Coindrau, la presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra; el presidente del Congreso Local, Mauro Guerra; la magistrada María del Rosario Garza Alejandro, en representación del Poder Judicial del Estado, así como alcaldes metropolitanos y ex alcaldes de Apodaca.
El momento cumbre del evento fue cuando César, que es uno de los alcaldes con los mayores índices de aprobación en la entidad, confirmó que buscará estar presente en la boleta de las próximas elecciones del 2024.
“Esa será mi principal motivación en los años de vida política que me resten: yo creo en un México mejor posible”, puntualizó.
Y hablando del futuro, otro quien supuestamente estaría analizando participar con una candidatura en las próximas elecciones es el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas.
Según algunas versiones, el edil regiomontano estaría analizando la posibilidad de buscar un escaño en el Senado en lugar de intentar reelegirse como alcalde de Monterrey.
La versión surge después de que los planes de Movimiento Ciudadano de tener como candidatos al Senado a Mariana Rodríguez y Miguel Treviño, alcalde de San Pedro, se desmoronaron por la terrible crisis en la que está sumido el alcalde sampetrino.
Durante semanas, la aprobación de Treviño ha ido en caída libre, especialmente por todas las malas decisiones que ha tomado al frente del gobierno del municipio más rico de todo México.
Tan hundido está que ya tuvo que salir públicamente a anunciar que no buscará un cargo público en las próximas elecciones.
Esta decisión le cayó como perlas al PAN, donde Luis Susarrey y Mauricio Fernández son las dos cartas fuertes que tiene el partido para recuperar la alcaldía sampetrina, tal y como lo reveló un reciente trabajo de Hora Cero Encuestas.
Entre estos dos personajes estará quien, si las elecciones se llevarán a cabo el día de hoy, podría ser el nuevo alcalde de San Pedro, con todo y que Movimiento Ciudadano decida enviar al ruedo a Lorenia Canavati para la alcaldía y la ex secretaria del Ayuntamiento, Valeria Guerra para la diputación local por el Distrito 18.
Con Treviño out, MC necesita una figura masculina para acompañar a Mariana en el Senado y todo indica que el adecuado es el edil de Monterrey.
El problema es que si Colosio Riojas acepta buscar ser senador ¿a quién van a meter como candidato a la alcaldía? Porque lo que se sabe es que MC no tiene figuras fuertes que pudieran competirle a los Adrianes de la Garza y Pacos Cienfuegos que verían en este escenario la gran posibilidad de regresar al poder.
Aquí la disyuntiva de Colosio es enorme: ¿buscar el Senado y perder Monterrey, o quedarse en Monterrey y dejar sola a su comadre en su aventura política?
La respuesta se conocerá en unas semanas.