Cuando falta el último round la pelea entre PAN y PRI por las alcaldías de Guadalupe y Monterrey, es decir, la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), lo único cierto es que el penúltimo episodio superó por mucho -el viernes 17 pasado- el rating que tuvo en Netflix el desenlace la vida de Luis Miguel.
Pues será cuando los magistrados del TRIFE, sin fecha por confirmar pero que debe ser antes del 1 de noviembre cuando empiecen las nuevas administraciones, cuando se sepa quiénes serán los alcaldes de ambas ciudades.
Por lo pronto, y después del fallo del Tribunal Estatal Electoral (TEE), en Monterrey Adrián de la Garza supera a Felipe de Jesús Cantú, mientras que en Guadalupe Cristina Díaz lleva la delantera a Pedro Garza. En victorias momentáneas alcanzadas en la mesa, no en las urnas.
Sin embargo ante este pleito entre ambos partidos, quedó demostrado que si bien Acción Nacional había superado al maestro desde que Vicente Fox Quesada sepultó 70 años de gobiernos tricolores, el PRI en Nuevo León demostró al PAN quién es el maestro, o sea: el papá.
Y reiterando que falta el fallo final del TRIFE, en percepción los tricolores mandan un mensaje de que no estaban muertos en el Estado y que, si retienen Monterrey y Guadalupe, pudieran estar peleando la gubernatura en 2021.
Los peces gordos del PRI como Héctor Gutiérrez de la Garza, Felipe Enríquez, Pedro Pablo Treviño y otros como Oliverio Tijerina, quien contendió y perdió una diputación local en Guadalupe, estuvieron presentes en la sede del TEE y festejaron la votación a favor de los magistrados.
Mientras tanto era notoria la cara de enojado del senador Raúl Gracia, uno de los propietarios del PAN de Nuevo León, porque de confirmarse ambas derrotas de su partido perdería toda la nómina y el poder que tenía, debacle que empezó con la histórica derrota de su partido en San Pedro Garza García.
Además, cuando todos daban por muerto al PRI en el Congreso del Estado, donde sería representado por seis diputados (dos ganadores, dos plurinominales y dos más de representación proporcional), ahora serán ocho y es posible que ese bloque llegue a diez cuando empiece la nueva legislatura.
Y para quienes conocen de aguacates en el tema de la política de Nuevo León, que Lorena de la Garza y Alvaro Ibarra se hayan sumado al grupo tricolor, el artífice de esta carambola de tres bandas el el todavía alcalde de Guadalupe y próximo diputado plurinominal: Francisco Cienfuegos.
La decisión del Tribunal Estatal Electoral (TEE) de quitarle dos diputados a la Coalición MORENA-PT-PS para ser reemplazados por dos del PRI vino a resucitar a ese organismo político cuando más apestaba a muerto.
Pero que Cienfuegos haya incrementado la bancada de su partido no le garantiza que será el nuevo pastor de la bancada, porque hasta donde se sabe Marco Antonio González está bien macizo con Pedro Pablo Treviño, aún dirigente estatal del tricolor, y es visto con buenos ojos por Héctor Gutiérrez de la Garza y Felipe Enríquez.
¿Y saben qué travesura hicieron esos dos angelitos del Señor?, sobre todo Gutiérrez de la Garza que recién fue nombrado secretario de Organización Política del difunto PRI a nivel nacional; pues fueron los autores de la impugnación contra Lorena de la Garza.
De la Garza, del equipo de Cienfuegos, debería jurar como diputada a fines de este mes para sentarse en una curul el 1 de septiembre, sin embargo nunca imaginó que sería bombardeada por fuego amigo por parte de Gutiérrez de la Garza y Enríquez, contrarios a las aspiraciones gubernamentales de Cienfuegos para 2021.
La también secretaria general del PRI criticó en las redes sociales a los priistas que impugnaron su nombramiento ante el TEE, con obvias razones para bajarla y poner a otro priista en su lugar.
Cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde.
Y si no hay revés de última hora, seguramente Marco Antonio González seguirá siendo líder de la bancada del PRI, sin descartarse una rebelión como sucedió en 2017 cuando algunos legisladores tricolores planearon un frustrado golpe en contra de su pastor encabezado por Héctor García para destituirlo, mismo que no prosperó.
En esa ocasión trascendió que García y los rebeldes obedecían órdenes del alcalde de Guadalupe. Ahora bien, se sabe que Cienfuegos y González no juegan golf ni salen a pescar juntos, al contrario, se pintaron la raya desde hace buen tiempo.
Y sobre los diez legisladores que tendría el bloque encabezado por los ocho del PRI, sería por la suma de dos más que desertarían de la Coalición Juntos Haremos Historia de AMLO. Como se dice: la mazorca se desgranará pronto.
A otra cosa mariposa. Dado los resultados adversos de la marca independiente en las elecciones, presidenciales, municipales, legislativas y senatoriales en Nuevo León, no quedará otra opción al gobernador Jaime Rodríguez Calderón.
El único camino que le quedará -si es que busca revertir los resultados en 2021- es que “El Bronco” deberá hacerle caso a la opinión pública, muy de la mano con sus planes en los próximos dos años.
Porque del verano de 2020 al verano de 2021 ya no habrá gobernabilidad, pues se el iniciará el proceso electoral, empezarán las pre y las campañas, y se apocarán las acciones del Palacio de Cantera.
EN RIESGO LA PAZ EN MORENA
El ex panista Miguel Ángel García es considerado ya por muchos como quien pondrá en riesgo la incipiente estabilidad al interior del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Nuevo León, el cual después del 1 de julio vive las mieles de la victoria, por el arrollador triunfo de Andrés Manuel López Obrador.
El ex alcalde de San Nicolás y quien también fue diputado local por el Partido Acción Nacional, está más que apuntadísimo para buscar ser el próximo presidente estatal en un proceso interno que deberá realizarse en diciembre próximo.
La renovación de la dirigencia morenista se ha convertido en la manzana de la discordia, ya que más de media docena se siente no sólo con los tamaños y la experiencia para dirigir al partido, sino con el derecho natural de haber acompañado el crecimiento de este movimiento a contracorriente en un estado dominado por el PAN y el PRI.
Aunque muchos creen que por ser militantes de partidos de izquierda, una parte salida del PRD antes de que se hundiera en el descrédito y la anarquía, o bien emergidos de movimientos sociales, tienen más méritos que el ex panista, buscan de una manera u otra descarrilarlo de su proyecto el cual, se sabe, es bien visto por la líder nacional de Morena, Yeidkol Polevsky, con quien García tuvo cercanía antes y durante las campañas electorales pasadas.
Quien se halla sentado en la banca en espera de un nombramiento o ver hacia dónde soplan los vientos con el nuevo presidente electo, es Álvaro Suárez “El 5 X”, que quedó en tercer lugar en la elección al Senado.
El luchador, empresario y activista social es visto por propios y extraños dentro de Morena como potencial director o delegado de alguna dependencia federal, por méritos propios aunados a su estrecha colaboración con Polevsky, por lo que es factible se le brinde la oportunidad de estrenarse como funcionario público en el gobierno que iniciará el 1 de diciembre.