Guste o no a los otros aspirantes, cierto es que Adrián de la Garza Santos se colocó en una buena posición para cuando se acerquen los tiempos en que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) designará a su candidato a gobernador a fines de 2020 o comienzos de 2021.
El alcalde de Monterrey tendrá dos años para demostrar a los regiomontanos que esa silla le quedó chica y que puede con retos mayores, sobre todo porque guió a su partido a una victoria que fue oxígeno puro para esas siglas que los electores rechazaron en las elecciones federales del 1 de julio del año pasado.
De la Garza Santos literalmente devolvió la vida a un zombie al ganar la alcaldía de la tercera ciudad más importante del país, teniendo en contra todo el desprestigio que alcanzó su máxima expresión en el sexenio de Enrique Peña Nieto, donde la corrupción fue el sello distintivo del PRI.
Aunque de aquí a mediados del año próximo año el edil de Monterrey esquivará el tema de sus aspiraciones para contender por la gubernatura que dejará Jaime Rodríguez Calderón, en su equipo de trabajo ya están viendo a futuro porque en política los meses pasan como el agua entre los dedos.
Antes de las navideñas elecciones del 23 de diciembre pasado seguramente había distinguidos personajes tricolores que deseaban que De la Garza Santos fuera derrotado por Felipe de Jesús Cantú Rodríguez, y así la lista de fuertes aspirantes se reduciría a dos o tres.
Sin quitarle párrafos a su currículum y al bagaje que sumó siendo negociador del nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, Ildefonso Guajardo Villarreal es uno de los que sonarán fuerte, pero a decir verdad ¿quién de los otros le dirá: “Cuente con mi absoluto apoyo a la candidatura que usted tanto merece y ha trabajado por ella?”.
Que haya sido seis años miembro del gabinete de Enrique Peña Nieto y negociador comercial del tratado de Norteamérica, y antes diputado federal, ¿será suficiente para que el PRI nacional lo haga candidato? Habrá quienes piensen que sí. Y que los demás se van a alinear.
Entonces De la Garza Santos será disciplinado y se apegará a la disciplina que ha distinguido al PRI. La verdad es impensable que eso suceda, al contrario. Desde que ganó la elección se colocó por encima de todos.
¿Y cuál será la reacción de otro que suena fuerte como Francisco Cienfuegos Martínez, ex alcalde de Guadalupe y actual líder de la fracción de los diputados tricolores en el Congreso local?
¿A poco se hará a un lado así porque sí para entronizar a Guajardo Villarreal con la candidatura que el actual legislador quiere?
Claro que no será tan fácil como lo desean los simpatizantes del ex secretario de Economía que, se olvidan, lleva prácticamente seis años de destierro de su suelo que es Nuevo León. Aquí cabe la frase de Emiliano Zapata: “La tierra es para quien la trabaja”.
Cierto, durante seis años el ex funcionario federal venía para inaugurar industrias, participar en foros sobre temas comerciales, o para placease dando charlas en facultades de la UANL y en otras instituciones de educación superior.
Por cierto se sabe que el ex gobernador Natividad González Parás está apoyando a Guajardo Villarreal, y obviamente Rodrigo Medina de la Cruz jugará dos cartas: De la Garza Santos y Cienfuegos Martínez.
Cienfuegos tiene años construyendo esa candidatura a gobernador desde que fue diputado local por vez primera, antes de ganar la presidencia municipal de Guadalupe, la segunda ciudad con mayor número de electores de la zona metropolitana, abonando el terreno para el triunfo de Cristina Díaz Salazar.
Precisamente la señora está en ese selecto grupo de aspirantes tricolores que no rebasa los cuatro y quienes están en una posición de privilegio. Vaya, ocupan las sillas de la mesa principal, como hay otros que posan sus sentaderas en otras menos importantes.
Díaz Salazar tiene una trayectoria dentro de la política y en su partido que nadie puede igualar: dos veces alcaldesa, diputada federal, senadora, dirigente nacional de la CNOP, secretaria general del CEN del PRI y presidenta nacional interina del mismo organismo político.
Para Díaz Salazar pudiera ser la última oportunidad de ser candidata a gobernadora en 2021, pero no se ha abierto de capa, como se dice, para que no reciba fuego amigo en plena luna de miel como alcaldesa.
Está concentrada en hacer una buena administración y, de lograrlo, buscaría la reelección o una curul federal.
Los priístas están conscientes que si en 2019 fueran las elecciones para gobernador sus posibilidades de ganar son nulas, y admiten que el senador Samuel García Sepúlveda, en una eventual alianza para 2021 entre Movimiento Ciudadano y Acción Nacional, llevaría la delantera.
Pero falta qué digan Víctor Pérez y Víctor Fuentes, coordinador de los diputados federales albiazules en el Congreso de la Unión y senador, respectivamente, los únicos que quedarían disponibles tras la derrota de Felipe de Jesús Cantú Rodríguez.
¿Porque a quién más tiene el PAN disponible? Uno es Carlos de la Fuente, pastor de los legisladores en el Congreso local y… ¡párenle de contar! Pues el alcalde de San Nicolás, Zeferino Salgado, no tiene esa aspiración y se concentrará en armar estrategias y amarres.
No estorba recordar que antes de los comicios pasados el PAN y MC no concretaron una alianza para postular candidatos al Senado, pues a Pérez y Fuentes les revolvía el estómago ante la posibilidad de que García Sepúlveda fuera primero en la fórmula y ellos quedarse de pajes.
Volviendo a Monterrey, el que cayó parado es Juan Manuel “meme” Cavazos como nuevo secretario del Ayuntamiento, dejando de ser uno más de los 42 legisladores en el Congreso de Nuevo León, en su caso de “panzaso” pues perdió su distrito en Apodaca.
Una vez que Bernardo González Garza terminó su responsabilidad como presidente concejal de Monterrey, cargo que desempeñó durante tres meses, dijo que tomaría unos días de descanso para poner en orden sus ideas y saber qué camino seguirá.
No descarta nada: volver a un puesto en el gabinete estatal de Rodríguez Calderón, aceptar una invitación de Andrés Manuel López Obrador (fue de los diez finalistas para ser Fiscal General de la Nación), o agarrar chamba en la iniciativa privada.
El ex procurador de Justicia y ex secretario de Seguridad Pública de Nuevo León tiene edad y cuerda de sobra y, seguramente, su descanso durará menos de lo que él mismo se imagina.
En entrevista radiofónica con José Luis Portugal, conductor del noticiero Enfoque de NRM, González Garza dejó abierta la posibilidad de que en 2021 contienda a un puesto de elección popular como independiente o postulado por un partido político.
En tres meses al frente de Monterrey el abogado no levantó olas, hizo la chamba que le confiaron los diputados del Congreso local que lo nombraron en el cargo cuando el TRIFE anuló los comicios, y prefirió evitar los reflectores, rompiendo así con el viejo estilo de los políticos.
Disponible está para escuchar el canto de las sirenas cuando soplen los primeros vientos que anuncien la aproximación de los tiempos electorales.v