
A nadie extrañan las campañas electorales anticipadas del 2014. Los que quieren ser así andan desde hace casi dos años tengan o no posibilidades de ganar la elección dentro de sus partidos.
Los que pueden llegar a conquistar la candidatura ni se despeinan, analice usted a Ildefonso Guajardo, a Cristina Díaz o a Ivonne Álvarez, ni sufren ni se acongojan, por el contrario, conocen que sus posibilidades les pueden llevar a obtener la nominación del PRI.
En el PAN lo mismo ocurre con los aspirantes fuertes como Fernando Elizondo, Mauricio Fernández o Ugo Ruiz: esperan los tiempos. Otros son los desesperados.
Lo que me no me queda claro son las estrategias que utilizan los suspirantes a los puestos de elección popular.
Del PRD ni qué decir, no tienen a nadie y los pocos que son están divididos entre ellos. No crecerán seguramente en esta elección predominantemente estatal.
Las estrategias y tácticas de pre campaña “encubiertas” (lo puse entre comillas porque en realidad a nadie engañan, sólo a la Comisión Estatal Electoral) tienen que ser innovadoras. Hasta ahora no he visto una campaña que me sorprenda, los que suspiran van con las mismas estrategias, por cierto ya muy vistas y trilladas, como esas de una “publicación fantasma” que resalta las bondades de los hombres ilustres.
Tienen que ser más sagaces, más astutos, más creativos en las estrategias de propaganda.
Por ejemplo, ¿sabrán los candidatos que en una campaña la estrategia es el factor más importante? Una buena estrategia puede sobrevivir a una campaña mediocre. Sólo hay que recordar la mediocre campaña de Felipe Calderón, bastó una estrategia de meterle miedo a los electores: Un peligro para México. ¿Y qué ocurrió? La historia ya la conocemos.
A eso me refiero cuando hablo de estrategias convincentes, las mismas que pueden hacer la diferencia en el arranque del año en que los candidatos deben posicionarse para ser tomados en cuenta por sus partidos.
¿Qué les falta a los suspirantes? Repasar sus apuntes sobre campañas, que las tienen y por montones o que contraten a un buen estratega en comunicación política, comunicación electoral y medios.
Si un aspirante no es capaz de elaborar en unas líneas una estrategia, simplemente está gastando suela sin dirección ni objetivos.
Lo principal hoy en día es tener un objetivo claro, no solamente decir quiero ser y pensar que los electores van a simpatizar con tu sonrisa. Eso sólo pasa en las telenovelas.
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