
Apenas escuché en la radio de que el presidente regresó a sus monólogos matutinos el lunes 8 de febrero sin cubrebocas y con justificaciones- luego de dos semanas en aislamiento por supuestamente haberse contagiado de Covid-19-, me puse de mal humor y me cayó mal el desayuno.
Fiel a su estilo, Andrés Manuel López Obrador también habló de su contagio y culpó a Estados Unidos de la pírrica cantidad de vacunas que han llegado al país hasta la fecha, son menos de 800 mil. Una gota de aceite en un comal ardiendo.
Sobre su contagio: “Me contagié porque no me vacuné. Porque no abusé”. ¿Abusar de qué? La mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno del mundo lo han hecho.
Sobre por qué reapareció sin cubrebocas: “En México no hay autoritarismo. Está prohibido prohibir. Es una decisión de cada persona”.
Sobre por qué no hay vacunas en México: “Estados Unidos tiene el control de todas las vacunas que producen ellos. Van a llegar las vacunas, van a llegar”.
Mientras tanto para antes de fin de semana México estará llegando a 170 mil muertos en la pandemia, aunque los números del INEGI desnudaron en cuerpo entero las mentiras de las cifras oficiales: hasta agosto del año pasado las tumbas o urnas de cenizas superaban las 200 mil.
La vacuna, una pesadilla
Emanuel Suárez es reportero de Hora Cero. Desde el martes 2 de febrero ha hecho el intento de registrar a sus papás para ser vacunados contra el Covid y es viernes 5 y no ha podido. Ellos tienen 65 y 63 años y viven en Castaños, Coahuila.
No solamente él ha estado frente a su computadora entrando y saliendo, día, tarde y noche, de la página www.mivacuna.salud.gob.mx. También su sobrina le ayuda y está a punto del colapso nervioso ante esta deficiente opción digital que puso a disposición el gobierno federal.
Cierto, otras personas como mi esposa, después de mil intentos ya pudo obtener un folio para su mamá de 70 años. O como mi hija Andrea que también registró a su abuelita que rebasa los 80 años.
Hay folios pero no hay ni fecha ni vacunas en México. Bonita cosa. Mientras Hora Cero documentó a un jubilado gandalla de nombre Raúl y que apenas rebasa los 50 años, que ya se vacunó y que trabajó como empleado administrativo del ISSSTE en Nuevo León.
En serio que da mucho coraje que mientras estos gandallas desempolvan un gafete de empleado jubilado y se meten a la fila, sus jefes escupan mentiras para justificar su contubernio, como lo hizo el doctor Saúl Hernández, director de la Clínica Hospital Constitución de Monterrey.
Mientras tanto vivimos en un país surrealista sin vacunas, con folios e ilusiones, con spots oficiales de que tenemos controlada la pandemia, y con un presidente ¿contagiado?, que volverá a la escena sin cubrebocas. Bueno, ya lo hizo, en dos mensajes en video. Una burla.
El país suma 163 mil muertos en la pandemia y en el listado de países con mayor número de personas vacunadas somos el hazmerreír mundial: mientras en Israel se han vacunado a 57 personas de cada 100, en México ni la mitad de un ser humano por casa 100.
Y peor todavía, la vacuna de la compañía Modena llegaría México ¡hasta junio! Y las primeras 200 mil de la Sputnik rusa no hay certeza de la llegada de ese primer lote.
Eso sí, los de mayor suerte mayores de 60 años al menos ya tienen un folio, unos numeritos. Un rayito de esperanza… entre tanta oscuridad.
twitter: @hhjimenez