El domingo 18 de octubre en Coahuila e Hidalgo “desaparecieron” del padrón electoral los adultos mayores de 65 años y más, las madres solteras, los estudiantes, los jóvenes construyendo el futuro, los discapacitados y los campesinos, entre otros, la mayor apuesta de MORENA en los programas sociales para ganar los comicios.
Pero no, en Coahuila el Partido Revolucionario Institucional obtuvo “carro completo” en la renovación del Congreso local al ganar los 16 escaños de mayoría y que, dicho sea de paso, mandó al PAN al tercer lugar en una entidad con historial a favor del blanquiazul.
En esa convocatoria a las urnas, el partido de Andrés Manuel López Obrador fue zarandeado por los tricolores también en la elección de alcaldes en Hidalgo, recuperando la capital Pachuca por estrecho margen y más de 30 localidades.
MORENA, con más conflictos internos que estructura para movilizar los pocos afiliados y simpatizantes, apostó que en ambos Estados triunfaría gracias al voto de agradecimiento de los electores que reciben mes con mes dinero de los programas sociales de la Cuarta Transformación.
Pero no, vuelvo a repetir, los adultos mayores se quedaron en sus casas; los estudiantes y jóvenes construyendo el futuro entretenidos en sus celulares y en Netfix; los campesinos preparando sus siembras y cosechas, y las madres solteras atendiendo a sus hijos. En todo pensaron, menos en salir a sufragar por los candidatos de MORENA. Y a eso agregue la pandemia por el Covid.
Cada elección es diferente, es muy cierto porque depende de los tiempos, los escenarios, el entorno y los candidatos. Pero todos los partidos políticos quieren ganar gubernaturas, alcaldías o escaños de senadores, diputados federales y locales. Y al no darse esos resultados tiene un nombre aquí en México y en China: derrota.
Si alguien me hubiera apostado antes de este domingo 18 de octubre que MORENA iba a ser barrido por el PRI en Coahuila, créanme que ni un peso hubiera subido a la mesa.
Estaba seguro, quizá por lo que me decía mi amigo Dionisio Herrera Duque, bien metido en promover al partido del presidente de México, que los miles de millones de pesos que benefician a los coahuilenses a través de los programas sociales iban a favorecer a MORENA.
Pero no, el partido que ya no sé si presume o no López Obrador, se fue en ceros al no ganar ningún escaño legislativo por mayoría. El PRI de Coahuila resurgió luego de perder en los comicios de 2018. Cierto, con el presidente como candidato en la boleta.
En otra plática esta mañana, Heriberto Deándar Robinson, director general de Hora Cero, me dijo: “No es lo mismo que soplen los vientos a favor de MORENA, como pasa en Tamaulipas, a tener la certeza de que ganará las elecciones del próximo año cuando se disputarán alcaldías, el Congreso Estatal y curules en la Cámara de Diputados”.
Porque el PAN, me reiteró, tiene estructura y MORENA está en pañales. “A eso agrégale que aquí están desunidos y se pelearon por la presidencia nacional. Vaya, en Tamaulipas podría pasar lo que pasó en 2019, cuando los panistas hicieron polvo a MORENA que en 2018 había barrido con casi todo”.
En 2020 y 2021 (año cuando se renovará el ejecutivo de Tamaulipas), el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca no permitirá que MORENA gane. “¡Ya verás!”, agregó Heriberto.
¿Pero quién gana con los resultados de Hidalgo y Coahuila?, le pregunté a Ricardo Gamundi Rosas, operador tricolor durante casi 4 décadas y actualmente asesor en temas electorales con alcance nacional.
En Nuevo León, una de las entidades que MORENA quiere por ser la gubernatura la joya de la corona en 2020: “Sin duda Adrián de la Garza, seguro candidato tricolor, porque el PRI ganó ayer cuando muchos lo daban por muerto.
“Pero también Clara Luz Flores (alcaldesa de Escobedo), quien manda un mensaje al presidente de que, si no quiere sumar otra derrota el próximo año, sólo con ella se podría competir y ganar Nuevo León. Con nadie más”.
En dos entidades del país se cumplió el viejo llamado que durante décadas hizo PAN contra el PRI, y del mismo López Obrador cuando fue tres veces candidato presidencial: “Toma el dinero que te dan, la despensa, la torta y el refresco, pero no votes por MORENA”. Y sucedió al pie de la letra.
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