Estaba un día El Apuntador viendo opciones para regresar en Semana Santa a las exclusivas costas francesas del Mediterráneo, cuando se enteró que precisamente de ese país viene un personaje del fotoperiodismo a la Universidad Autónoma de Nuevo León.
En la Sultana del Norte es muy normal que se presenten “vacas sagradas” del periodismo, pero es bastante raro que las agendas de instituciones de educación superior incluyan a personajes que, sin ellos, este oficio tan peligroso en México no pudiera existir: los fotógrafos.
Pues resulta que Celso José Garza Acuña, secretario de Extensión y Cultura de la UANL, tuvo el olfato de invitar -obviamente con “el okey” del rector Rogelio Garza Rivera, a Emmanuel Ortiz, considerado por sus colegas entre los mejores fotógrafos en la guerra de la exYugoslavia.
De origen argentino y con tres décadas de residir en Europa, donde obtuvo la nacionalidad francesa, el fotógrafo viene a Monterrey a la Máxima Casa de Estudios, donde participará en una charla y cortará el listón de una exposición de sus obras impresas en blanco y negro.
Garza Acuña, cuyos inicios de reportero se remontan a comienzos de los años noventa, consideró que la presencia de Ortiz en esa actividad es importante para tener variedad en la serie de actividades que se llevarán a cabo entre el 13 y 17 de marzo en Colegio Civil.
A través de la Casa del Libro está en proceso la publicación de una nueva edición del libro Huellas de una guerra, del periodista mexicano Héctor Hugo Jiménez, quien estuvo en el conflicto de los Balcanes, y que esta vez será en coautoría con Ortiz, quien aportará sus fotografías.
La fecha tentativa para inaugurar la exposición es el viernes 15 de marzo próximo, con horario por definir, además de la charla que sostendrá con Francisco Cobos, periodista con amplia trayectoria en México y Estados Unidos y quien cubrió conflictos armados en Centroamérica, entre otros.
También está programada una plática con estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, y un encuentro-desayuno informal con fotógrafos de diferentes medios y agencias que radican en Monterrey interesados en conocer las experiencias de Ortiz.
En otros asuntos, semanas atrás se puso color de hormiga un intercambio de opiniones al aire entre Willy González, uno de los clientes favoritos del autor y mandamás de deportes de Multimedios, versus Santiago Fourcade, analista de futbol con abierta inclinación por los Rayados, quien tiene un programa en Núcleo Radio Alegría (NRA).
Como bien se sabe y ha sido tema de este espacio, el comentarista de Futbol al Día -que no es pariente de mi compadre Francisco “Don Pancho” González, dueño de la empresa-, critica duramente un día, y el otro también, a la directiva albiazul y es ferviente defensor de los Tigres.
Sólo como contexto, bien se sabe que tanto odio del jefe de deportes externado en sus espacios, es porque el club Rayados, propiedad del Grupo Femsa, no permitió que Multimedios tuviera participación en la construcción del nuevo estadio BBVA Bancomer.
Este desprecio hacia Rayados le ha acarreado muchos problemas a Multimedios, basta recordar la campaña que les armaron en Twitter donde se invitaba a los seguidores del Monterrey a bloquear las cuentas de todos los involucrados en la empresa de la familia González.
A unas semanas de esta campaña aún no se puede conocer con exactitud la magnitud del daño que sufrieron los analistas y “talento” de Multimedios. Lo que es cierto es que ahora evitan en lo posible asegurar que son líderes de las redes sociales.
Pero volviendo al tema de la polémica entre Willy y Fourcade, en ese programa radiofónico de RG La Deportiva, González aclaró que él ya no hace negocios con Rayados (¿o sea, los hacía? ¿en su posición?), sino que toca a otras personas, pero regó el tepache cuando textualmente dijo: “No me pueden tocar la credibilidad”.
Pero lo que el empleado de Multimedios realmente quiso decir, y muy extraño porque se supone que tiene muchos años, tablas y dominio de la profesión periodística, es: “No pueden poner en duda mi cre-di-bi-li-dad”, cuando se refería a las feroces críticas de integrantes de La Adicción.
Un dato importante en relación a este show, perdón, programa deportivo, fue la apertura que tuvo Multimedios a través de la RG de invitar a polemizar en vivo en el estudio a alguien de la competencia. ¡Aplausos!
Fourcade, además de tener dominio del futbol como buen argentino, es también reportero de asignaciones especiales de Televisa Monterrey, empresa a la cual saltó después de darle las gracias a Multimedios, donde tuvo una trayectoria de sube y baja.
Después de la columna anterior donde se reseñó con lujo de detalles un suplemento especial que el talento editorial, de diseño y comercial de La Afición con motivo del Super Bowl (el primero, porque se hizo otro por el Abierto de Acapulco), hay mucho nerviosismo de que vaya a haber un recorte masivo de personal.
Como El Apuntador no está autorizado a profundizar más en ese asunto (aparte de que ya dijo todo), sólo se sabe que en las instalaciones de Multimedios, empresa que edita las páginas deportivas de La Afición, que es parte de Milenio, muchos encendieron las veladoras rezándole a su santo preferido.
Cambiando de tema, hay una máxima que se aplica en quienes estudiaron periodismo en una universidad de que, aun cuando alguien escale a lo más alto dentro de una empresa o institución, “Nunca dejaremos de ser reporteros cuando se necesite cubrir una nota con cámara en mano”.
El ejemplo lo dio Héctor Alvarado Lumbreras, director de Comunicación Institucional de la UANL, ex del El Norte y con posgrados en España, cuando rápido, raudo y veloz se apersonó para cubrir un evento del rector de la Máxima Casa de Estudios, Rogelio Garza Rivera.
Sucedió el domingo 3 de marzo muy temprano en el gimnasio de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME), cuando cubrió un evento que se lo hubiera asignado a su personal. Pero prefirió hacerlo como en sus viejos tiempos cuando era reportero del periodicote, respetando el descanso de su equipo. ¡Bien!
Quien tuvo casa llena y conectó muy bien con el público estudiantil fue Pello Maldonado, comentarista, reportero, cronista e influencer en redes sociales, al presentarse el lunes 4 en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL en el ciclo de charlas “Periodismo frente a frente”.
Entre otras cosas, compartió anécdotas como la entrevista que le hizo a André-Pierre Gignac que, admitió Maldonado, fue un parteaguas en su joven trayectoria en los medios de comunicación que cumplirá apenas cinco años.
Se refirió a su salida de TV Azteca Monterrey advirtiendo a los estudiantes que “nunca se les ocurra competirle a sus jefes con un programa”, en relación a la fricción que tuvo con Enrique García, jefe de Deportes de la empresa de mi camarada Guillermo Salinas Pliego.
Igual cuando el cliente de esta columna, perdón, el siempre mencionado Willy González, lo iba a contratar pero con la sugerencia de que cambiara su apellido -¡en serio!- para poder salir en la televisión, a lo cual se negó. Pero tiempo después ingresó a las filas de Multimedios, donde está como pez en el agua.
Maldonado, conocido como “Gurú deportivo” en Facebook, habló además de la importancia de hablar otro idioma, como él que domina el inglés, por lo cual ha sido enviado a cubrir dos Super Bowl y tuvo una oferta de Telemundo de Miami, que finalmente rechazó.
El comunicólogo de carrera egresado de la entonces Universidad Regiomontana (UR) y con maestría en la Universidad de Las Américas (UDLA) de Puebla, estuvo siempre disponible a responder a las preguntas del público y al final se tomó fotos con cuantos alumnos se lo pidieron.
Por atender urgencias familiares causó baja de Hora Cero Fernanda Alvarado, una estudiante de la carrera de comunicación, promesa en el periodismo que seguramente pronto abrirá otras puertas. ¡Suerte!
Desde este espacio se envían sinceras condolencias a la familia de Martín Pérez Cerda, quien durante un buen tiempo trabajó en El Norte en tiempos de Ramón Alberto Garza como director, desempeñándose en cargos importantes en el área editorial.
El originario de Matamoros, Tamaulipas, estudió economía y después ingresó al periodicote. Tiempo después siguió a Garza por otros medios como El Universal, Reporte Índigo y la revista Época, entre otros. Q.E.P.D. el colega.
Y donde se están dando hasta con la cubeta es en un grupo que se denomina Droneros Monterrey. Resulta que de buenas a primera los aficionados a volar esos aparatos se divorciaron y, por lo mismo, ofrecen sus servicios a Televisa Monterrey y a TV Azteca.
Pero hay un peeeeeeero: los derechos los tiene el profesor David Galaviz y sus amigos, mientras que en TV Azteca Julio César Cano, conductor de Info 7 matutino, presenta las imágenes atribuidas a Droneros Monterrey.
El tema ha dejado de ser un problema entre los aficionados a volar estos aparatos, pues varios programas de radio han abierto sus micrófonos a los involucrados para dar a conocer sus posiciones en el conflicto.
Entre las empresas que han invitado a los droneros a dirimir sus diferencias está Radio Fórmula Monterrey.
Galaviz, jefe del del Departamento Audiovisual de la FCC de la UANL, tiene confianza que los aztecos recapacitarán por el mal uso de un nombre que tiene derechos de autor ante las leyes mexicanas.
Y siguiendo en Televisa Monterrey, pues resulta que Elizabeth Bárcenas, dueña de una boutique, publicó un video en las redes sociales donde acusa directamente a la conductora de Televisa Monterrey, Cecy Gutiérrez, de quedarse con unos vestidos de su propiedad.
La acusadora dice que la conductora le debe 12 mil pesos de vestidos que sacó de su tienda con “v” de vuelta, pero que se niega a devolver. El video circuló en redes sociales y, hasta el cierre de esta columna no se conoce la respuesta de Gutiérrez.
Lo chistoso de este asunto es que, para los tuiteros, lo más relevante de este pleito entre damas no es que Gutiérrez se haya quedado con unos vestidos, sino que su rival haya revelado que la conductora de Televisa tiene 58 años, en lugar de los 44 que asegura tener.
En honor a la verdad, que Cecy Gutiérrez tenga 58 o 44 años es algo totalmente intrascendente, la señora se ve muy bien para la edad que pueda o diga tener, sólo se menciona que este punto es el que más vuelo le han dado los usuarios de Twitter.
La columna no puede terminar sin comentar cómo El Norte ha evidenciado sin ningún pudor -ooooootra vez-, su mundialmente famosa doble moral.
Dos casos saltan a la vista: el intento suicido de una joven de 16 años de edad, estudiante de una prepa de la UANL y la violencia en la zona metropolitana de Nuevo León.
Como se recordará, esta muchacha saltó de un segundo piso, fracturándose la cadera y pudo haber muerto, de no ser por uno de sus compañeros, quien intento amortiguar el golpe o estaba parado justo en el lugar donde la chica aterrizó, que cada quien le dé la lectura que quiera.
Aquí lo lamentable es que, no obstante que se trataba de menores de edad, en sus espacios electrónicos El Norte le dio vuelo a los videos de la chica saltando del segundo piso y las consecuencias de su intento de suicidio.
La doble moral de El Norte es evidente, pues basta recordar el trato que decidió darle a los videos del triste incidente del Colegio Americano, hace más de un año. En esa ocasión el periodicote sí se puso muy respetuoso de los derechos de los niños y las víctimas y armó toda una alharaca de cómo no se debían difundir ese tipo de imágenes.
Aquí la pregunta lógica es ¿por qué en el Colegio Americano sí guardan las imágenes y en la prepa de la UANL no?
El tema viene ligado con la forma en la que El Norte ha tratado la violencia en la zona metropolitana, pues mientras en Monterrey, Escobedo, Guadalupe y Juárez a diario aparecen cuerpos desmembrados y cadáveres, su cobertura a los hechos ha sido normal, con notas en la sección de Seguridad y algunos resúmenes en la portada.
Pero eso sí, que no quemen autos en San Pedro porque entonces El Norte enciende las alarmas, entrevista expertos, exige resultados, escucha a los ciudadanos en la portada principal, en la de Locales y hasta en Seguridad.
Otra vez la doble moral. Otra vez exigir que las cosas se hagan bien hasta que le toca a gente con dinero, con posición social.
Pero bueno, toda la vida han sido así en El Norte y como dice el refrán: “chango viejo no aprende maroma nueva”.
Y ahora la tan esperada pregunta de la quincena: ¿quién es el usurpador del periodismo que usó un prestanombres para meter facturas y recibió embutes o chayotes para hacer un viaje de placer brincando el charco?
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