Las redes sociales como Twitter ahora fueron el escenario virtual de un debate entre priistas en donde el líder de la CNOP, Héctor García, pidió expulsar del PRI al dos veces ex alcalde de Escobedo y dos veces candidato a la alcaldía de Monterrey, Abel Guerra.
Sin duda, bienvenida la innovación política para el debate de las ideas, ya que sin pretenderlo Héctor García y Abel Guerra “prendieron” a los twitteros, unos para apoyar la propuesta de expulsión de Abel y otras para defender el derecho que tiene el ex alcalde escobendense de expresar sus comentarios libremente, como lo manifestaron el senador Eloy Cantú Segovia y la diputada federal Marcela Guerra.
Los debates tienen como origen que los exponentes expresen sus ideas con la finalidad de encontrar la razón y evitar la cerrazón a temas polémicos como lo han sido las críticas de Abel Guerra al gobierno que encabeza Rodrigo Medina.
La primer idea fue expuesta por el diputado local, Héctor García, quien sin ningún protocolo dijo a Guerra que “ya es momento que los priistas de NL le pidamos al Consejo político de nuestro partido que seas EXPULSADO del mismo”.
La sola idea de divisionismo al interior del PRI pudiera ser un ingrediente adicional en este debate. Hay que recordar que estamos en la antesala del proceso pre electoral donde los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional verán y recibirán propuestas para decidir quiénes serán sus candidatos a todos los puestos de elección popular.
La sola idea expuesta por Héctor García pudiera convertir a Guerra en un “héroe” urbano por atreverse a criticar a la administración de Rodrigo Medina, sobre todo si nos guiamos por la máxima del vox populi, vox dei.
La afirmación que Abel Guerra puso en su Twitter de que “los priistas tenemos una gran responsabilidad de exigir que los compromisos adquiridos se cumplan” tienen un efecto multiplicador en el imaginario colectivo porque el ex alcalde de Escobedo dice lo que piensan los ciudadanos de a pie.
Aquí probablemente lo trascendente no sería cómo revertir lo que dice Abel, sino cómo contrarrestar lo que piensa la mente colectiva sobre el gobierno de Medina y esa sí que es tarea de dirigentes del PRI y operadores políticos dentro y fuera de la administración del gobernador.
Muchos de los funcionarios desde que entraron y recibieron una encomienda en gobierno no han hecho su trabajo y hoy las consecuencias son los bajos niveles de aceptación que tiene el gobierno medinista.
La comunicación política no sale del despecho de Comunicación Social y sí está teniendo efectos nada halagadores para Medina. La comunicación política tiene que ver con la aplicación correcta de todos los programas gubernamentales, con las acciones y omisiones de los servidores públicos que recibieron una indicación y no están cumpliendo.
Las políticas públicas de la administración del aparato gubernamental requiere de operadores que envíen mensajes positivos a los ciudadanos que están atendiendo porque todo lo que hacen, deshacen o no hacen los funcionarios está comunicando algo a los gobernados y hasta ahora lo que han hecho, no han hecho o desecho está comunicando cosas adversas para el gobernador.
Hoy el desgaste en la administración que encabeza Medina podría traerle fuertes descalabros en las elecciones de 2012. Rodrigo lo sabe porque las encuestas le están anunciando un Congreso de oposición con mayoría panista y eso debe ser lo más preocupante para todos los priistas, incluso más que el debate en Twitter entre Abel Guerra y Héctor García y eso no es puro cuento…