Las semanas que restan para que termine 2019 no serán nada aburridas, cual copia de 2018, pero con otro platillo diferente a la novela que tuvo como último capítulo la elección extraordinaria para alcalde de Monterrey del 23 de diciembre.
Ese culebrón tuvo tintes dramáticos y de suspenso cuando la noche del 30 de noviembre el Tribunal Federal Electoral impidió a Felipe de Jesús Cantú jurar como alcalde regio, teniendo a todos sus invitados vestidos de pipa y guante, esperándole en el patio central de la Presidencia municipal.
Esta vez el probable juicio político contra el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, tiene ya sus fechas programadas entre noviembre y enero, porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación podría mantener la decisión tomada por el exministro Eduardo Medina Mora.
Hay que recordar que el polémico ministro dio palo al recurso del senador naranja Samuel García Sepúlveda en contra de “El Bronco”, en relación a que el Congreso local lo podía sancionar de manera directa, con una amonestación y hasta con la destitución en el cargo.
¿La causa? La supuesta ilegalidad en la recolección de firmas usando empleados de gobierno en horas hábiles, lo que permitió a Rodríguez Calderón competir en la elección presidencial.
Y si los ministros de la SCJN no reviran, entonces ya no habría sanción directa y los legisladores apretarían el botón de aprobar el juicio político contra “El Bronco”.
Dicen algunos que saben que, ante esta posibilidad de sentar en el banquillo al gobernador, el Congreso nombraría un interino. ¿Será?
Pero los de enfrente no están mancos. Y prueba de ello fue que el secretario de Gobierno también en medio de este borlote, Manuel González Flores, asistió a comparecer ante los diputados de la comisión anticorrupción y, según los jueces, puso a sus adversarios contra las cuerdas.
Si fuera una pelea profesional, Samuel perdió el primer round con la decisión de Medina Mora, los legisladores perdieron el segundo episodio, y González Flores ganó el tercero por nocaut, donde “El Bronco” también terminó con el brazo en alto, pero sin subirse al ring.
El 11 de octubre pasado Rodríguez Calderón presentó su cuarto informe de gobierno en la Nave Lewis del Parque Fundidora destacando dos cosas: los logros como las presas militarizadas, el cierre del Penal del Topo Chico, el ordenamiento de las finanzas y la ampliación de la infraestructura de salud, peroooooo…
Esas estrellitas de su gestión han sido opacadas por decisiones tan polémicas como haberse ausentado seis meses de su cargo para irse de candidato independiente a la presidencia de México, en un frustrado intento de arrebatarle la victoria a Andrés Manuel López Obrador.
Y él mismo lo admitió, al sacarlo de su ancho y bronco pecho en su mensaje político con las siguientes frases:
“He decidido dedicarle estos dos años que me quedan de tiempo completo. Algunos nuevoleoneses no me perdonan que haya ido a buscar la presidencia. Lo intenté sabiendo que podía cambiar muchas cosas de este país, pero México no votó por mí.
“Sé que el costo ha sido demasiado alto, sé que el costo me ha pegado, sé que el costo de haberme atrevido hoy me tiene en una condición difícil, pero seré capaz de salir adelante. Quiero ir a ganarme la confianza de aquellos que ya no me la tienen”.
Cuando asumió su mandato, “El Bronco” descartó continuar con el proyecto de construir un nuevo penal en el municipio de Mina donde, según versiones, algunos funcionarios de su antecesor Rodrigo Medina de la Cruz saldrían beneficiados con la venta de los terrenos.
Al respecto, mencionó: “De los más de 5 mil millones de pesos que se necesitaban para la construcción del nuevo penal del Mina, apenas se ocuparon mil 500 millones de pesos para la ampliación del de Apodaca, en donde reubicaron a los internos del Topo Chico”.
Y fue con un video del cierre del Topo Chico que comenzó su informe, donde fue notoria la ausencia de los contrincantes políticos como alcaldes, diputados locales y federales del PRI y PAN.
Solo acudieron a la invitación las alcaldesas tricolores de Guadalupe y Escobedo, Cristina Díaz Salazar y Clara Luz Flores, respectivamente, además del independiente de San Pedro Garza García, Miguel Treviño, entre otros ediles de las zonas rurales.
Obviamente Samuel García Sepúlveda y su homólogo del PAN, Víctor Fuentes, brillaron por su ausencia.
Llamó la atención que diputados locales sólo fueron dos: Marco Antonio González y Ramiro González, de MORENA, y por obligación más que por convicción, José Carlos Ruiz, presidente en turno del Congreso.
Estaban obviamente la mayoría de los secretarios del gabinete; el rector de la UANL Rogelio Garza Rivera, a quien “El Bronco” invitó a ser candidato en 2021, y el delegado del Instituto Nacional de Migración, Daniel Torres, prospecto independiente para ir por la revancha por la alcaldía de Guadalupe.