Las notas periodísticas relativas al futuro proceso electoral para renovar la gubernatura en Nuevo León para el año 2015 van en ascenso.
Es curioso ver cómo poco a poco los medios van dándole mayor importancia al tema político y nos van mostrando qué figuras del medio gubernamental van creciendo.
Desde que Cristina Díaz tomó las riendas nacionales de la CNOP he tenido la oportunidad de encontrármela en dos eventos.
Veo cómo van al acecho políticos y representantes de los medios de comunicación porque como que presienten que por ahí va “la línea presidencial”.
Cristina es una mujer con vasta experiencia: dos veces diputada local, dos veces diputada federal, líder del PRI en Nuevo León, alcaldesa de Guadalupe y ahora Senadora de la República. Su capacidad y cercanía la ubican como una mujer con las cualidades necesarias para contender por la gubernatura en el 2015.
Cristy está consciente de eso y se mueve entre los políticos con la sensación de que “es la próxima”.
Cristina sabe que es necesario estudiar al electorado; no se requiere mucho para saber qué quieren los electores, con abrir los periódicos en línea podrá darse cuenta de qué es lo que cuestionan, qué les molesta y qué esperan de sus gobernantes.
Eso también lo saben en su partido, el PRI, y en los otros partidos, y lo sabemos muchos de los que estamos rodeados de gente que critica las administraciones gubernamentales.
Desde siempre, Cristina ha sido una muy dura crítica de las encuestas, espera números fríos, no aquellos que le despiertan dudas acerca de lo que supuestamente opinan los encuestados.
Conocedora de los entretelones políticos, la senadora Díaz tiene bien presente que su “campaña” no puede iniciar en marzo de 2015. Eso también lo saben en los Pinos y en el CEN del PRI. Para muchos Cristina ya inició su campaña.
Si ya la inició, creo que le haría mucho daño no contar en su equipo con un grupo de críticos que sean sus amigos y le cuestionen cuando esté equivocada. Necesita gente que le hable de frente y con la verdad, no lo que ella quiera escuchar.
A los aduladores no los necesita, aunque debe tolerarlos porque en todas las etapas de la campaña debe sumar amigos, enemigos, contrarios y adversarios.
Cristina tiene a su favor una imagen de política seria, responsable y capaz, los medios le siguen, los periodistas le respetan. No necesita de un gran Jefe de Comunicación; requiere de estrategas en política que le hagan ver que enfrente tiene un gran adversario.
Muchos gobernantes, cuando fueron candidatos, no tomaron en cuenta que el PRI desde hace mucho dejó de ser un partido mediático, que no lleva a cabo actos que tengan que ver con la opinión pública.
El PAN, por el contrario, se mueve bastante para provocar noticias mediáticas que sintonizan con el sentir de los electores. Sí hay diferencias entre los partidos y seguramente los estrategas de Acción Nacional ya están pensando cómo restarle méritos a Cristina Díaz. Hasta ahora todo indica que Margarita Arellanes, alcaldesa de Monterrey, está más que perfilada, pero no hay que descartar a Mauricio Fernández y a Fernando Elizondo, como suspirantes a la gubernatura por el Acción Nacional.
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