Mientras checaba mis estados de cuenta en los bancos de Estados Unidos y me percaté que en realidad no necesito mover un dedo para vivir como rey el resto de mis días, encendí el televisor, nomás para que hiciera ruido y no estar escuchando el sonido de la calculadora, que de tantos ceros a la derecha, ya estaba volviéndose loca. Y no van a creer lo que vi, mis estimados 5.6 millones de lectores.
Resulta que en el programa “u lo que sea”, como diría mi octogenaria tía, Acábatelo que conduce Mario Bezares, sucedió lo más inexplicable, nauseabundo y bajo que puede ocurrir en una emisión de Multimedios (algo a lo que ya deberían estar acostumbrados los televidentes porque esa empresa se las gasta bien y bonito).
Ustedes no están para saberlo, pero a todas las “edecarnes”, meseras o co-conductoras del programa se les practicó una ecografía al aire para saber cuál de ellas estaba embarazada, en un acto por demás deplorable que rebasa los límites de un programa, que se supone, para toda la familia.
Y uno qué, ¡las criaturas! que lamentablemente son el público mayoritario de Acábatelo. Imagínese, si ya se atrevieron a eso, al rato van a pasar en vivo y en directo un papanicolau o, en casos extremos, un aborto, porque tal parece que la telebasura, como se le conoce a este concepto, continuará hasta que los anunciantes lo sigan apoyando, y el público mantenga encendidos sus aparatos televisores en esos horarios.
Y no vaya a pensar que esta quincena El Apuntador le da duro y directo a Multimedios de “a grapa”. ¡No, Dios libre! Lo que pasa, sucede y acontece es que en la empresa de mi “compaye” Francisco (Pancho, pa’los que pasamos el fin de año en Aspen) González, se ponen de pechito.
En esos terrenos de Multimedios ya uno no sabe si reír, llorar o echarse a correr con las cosas que suceden (como en “El apagón”, de Yuri) como lo que ocurrió con Fernanda Díaz, la consentida de Víctor Martínez, el jefe de producción de Multimedios.
La señorita Díaz dijo en su reporte que estaba un puente cerrado de sus dos “¡extremidades!”.
Si esto no fuera cómico, sería trágico. Ya ni la burla perdona. Pero bueno, ella es la menos culpable y las víctimas son los televidentes que tienen que chutarse todo tipo de pifias que se avientan algunos que tuvieron la suerte de ser puestos a cuadro.
En otro orden de ideas, como diría una amiguita, el mismísimo Víctor Martínez echaba pestes en contra de Javier Messenger y de la reportera Sandra Ventura, ya que hace unos días derraparon en la motocicleta que utilizan para hacer el reporte vial. Martínez, quien tiene famita de insoportable, se molestó porque sus subalternos sufrieron un accidente en el vehículo y para demostrar que tiene todo menos buenos sentimientos se dirigió al camarógrafo como un “pen….”, palabra completa que en esta columna no podemos transcribir por respeto a nuestos lectores menores de edad. Vaya, lo que menos le importó al jefe de producción fue la salud de ambos.
Ojalá Messenger se recupere pronto, al igual que Sandra Ventura. De Martínez en realidad no hay mucho que decir con su actitud, él sabe por qué abrió así esa bocota.
Y siguiendo con los personajes de la empresa de la colonia Roma, Guillermo Guevara, el mero jefe del área comercial de Multimedios Televisión, se presenta como uno de los dueños de la empresa (¿desde cuándo? porque a mí ni me avisaron) que hasta al gobernador trata como si fuera un empleado más cuando en las mañanas Rodrigo Medina de la Cruz va a visitar el canal de televisión.
A “Wily” – como es conocido en el medio- ya le ponen las cruces en un restaurante bar que se encuentra frente al Mol del Valle, al cual acude a diario, por su prepotencia. Ese sitio también es frecuentado por políticos, empresarios y hombres de la Tercera Edad, pero con lana, eso sí.
Como ya ando medio enojado con eso de las prepotencias quiero contarles un detalle que me cayó como patada en el hígado. Una persona con una habilidad especial para crear figuras a escala, le mandó una a Roberto Hernandez Jr. No es por nada, pero el trabajo era de primera.
El decano comentarista la mostró al público con close up y todo, pero Don Robert simplemente dijo: “Gracias a la persona que me regaló la figura”. No más.
¡Por eeeesooo! ¿Qué le costaba decir el nombre del artista?, ¿o es que acaso lo estaban tomando en cuenta como si fuera una mención comercial? No me extrañaría porque en Multimedios sí que se toman muy en serio aquella frase de “el tiempo es oro” y según me cuentan mis fuentes internas ahí le quieren cobrar a todo el mundo hasta por respirar.
La gran sorpresa de Multimedios es que Altavisión dejó de estar al aire porque a nuestro amigo “Pancho” González siempre no le resultá factible el proyecto; como ahora andan recortándole a todo lo que se puede, que hasta él mismo mandó quitar Cablevisión de su casa para no generar tantos gastos, decidió terminar con Altavisión que le estaba costando un dineral y no le generaba muchas ganancias. Ahora la frecuencia regresará a su antiguo formato de Teleritmo grupero en donde no le cuesta nada porque no hay talento ni empleados qué pagar, y sí le deja lana con los espacios publicitarios.
Estos son algunos programas que desaparecieron al terminar Altavisión: PGB (Pura Gente Bien), No te hagas Pato, Infantiles, juveniles como Memo Yerbas y Musicales.
Y un triste caso que nos debe dejar enseñanzas fue el de la redactora de Multimedios, Edith Pauli. Ella, a través de las redes sociales hacía público su gran amor por la empresa y destacaba su “gran”amistad con la conductora, Azucena Uresti.
Resulta que al regresar de vacaciones, hace unos días, ya le tenían listo su cheque de liquidación y al parecer ni motivos le dieron.
Esa empresa a la que tanto amor le dio, nomás le cerró la puerta y le dijo “bye”.
Nos cuentan los cibernautas que Uresti, su ex gran amiga, sólo le dijo en el Facebok “mucha suerte” y ya. Así de ingratas son algunas de las empresas de los medios de comunicación.
AHORA UNA DE TELEVISA
Y como ya me cansé del tema Multimedios vamos a cambiar de canal y a echar chisme sabroso sobre un acontecimiento por demás bochornoso que ocurrió en la Privada Pipo.
Al más puro estilo de Carmelita Salinas en “Las ficheras”, dos divos de Televisa Monterrey se enfrascaron en una bronca marca “morirás”. Alfonso “Poncho” Pérez y Amad Cantú armaron todo un zafarrancho y todo porque el primero no se quería tomar la foto del promo para el portal de Internet al lado de su archirrival y también conductor. ¡Ay cochas hermosas!
Dicen que esto ocasionó un problema general entre los reporteros de espectáculos, y poco faltó para que los mencionados se arañaran y aventaran las medias a Salvador Ruiz y Félix Palomo. De que se puso fea la cosa… sí se puso.
El caso es que Poncho ya fue relegado por sus compañeras y sus compañeros del área de producción por andar de rijoso.
POLVO DE OTROS TIEMPOS
Quieran o no, la tan anunciada y socorrida llegada de un nuevo periódico diario a las calles de Monterrey, de TV Azteca Noreste, puso a temblar a más de un director de medios, primero por la ya esperada purga, perdón, fuga de editores, reporteros, fotógrafos y diseñadores, sino también en cuanto a la necesidad de la revisión, en muchos casos, de los sueldos y compensaciones que se da al personal.
La neta neta del planeta, es que el proyecto de Horizonte de la familia Salinas Pliego, dueña de TV Azteca nacional y su filial en Monterrey, contribuyó a mover las aguas en diversas redacciones en donde, salvo los favorecidos, la mejoría económica sólo era un privilegio de unos cuantos.
Aunque las ofertas de los aztecos se quedaron muy lejos de lo esperado por algunos, cuando menos a media docena de reporteros les benefició directamente, sobre todo en Milenio y El Norte, en donde los jefazos se dieron el lujo de contraofertar para asegurar la permanencia de sus muchachos. Otros, más interesados en probar nuevos aires, simple y llanamente se fueron.
Este Apuntador recurre a la memoria de los periodistas de varias generaciones atrás para recordar un caso similar a la desbanda que se dio en estos tres últimos meses en la prensa regiomontana, y el antecedente similar que se viene a la mente es cuando en 1991 el periódico El Porvenir intentó, en un esfuerzo por recobrar viejas glorias periodísticas, renovar su imagen y su contenido informativo, reforzando sus diversas secciones.
De acuerdo a los cronistas, Jesús Cantú Escalante, director general, optó por hacerle a la competencia lo que durante años le hicieron al periódico de su familia: piratear personal de otras redacciones, y de esa manera duplicó su plantilla laboral, sobre todo en locales y no se diga en la sección policiaca, deportes y culturales. Y la mayoría de los contratados procedían de El Diario de Monterrey y el ABC.
De nada le sirvió a Chuy Cantú el esfuerzo económico y editorial (cambiaron hasta el logo del Pegaso que era emblema y marca de casa por mas de cinco décadas, para crear una imagen recortada, moderna, pero apenas la mitad de lo que fue el original), las deudas económicas, el enfrentamiento político con la Presidencia de la República y el PRI, y los recortes de publicidad, dieron al traste con el nuevo periodismo que pretendía El Porvenir.
Eso sí, muchos de los periodistas y fotógrafos de esa época, hace más de 20 años, siguen en activo en docenas de medios y en dependencias públicas, mencionarlos a todos requeriría el doble de este espacio.
Todo esto viene al caso por el hecho simple de que cuando menos el periodicote de la calle Washington, y los asesores de las familias Estrada y González, ya prendieron las luces de alerta sobre el riesgo que implica competir por los cada vez más escasos lectores y suscriptores de impresos tradicionales, de esos que tienen precio.
Y no se diga por la escurridiza publicidad gubernamental, que es tan veleidosa como el agua en verano:
Todos saben que existe pero pocos la ven, y muchos menos la disfrutan.
El caso es que, de que la tierra se le movió a muchos directores de periódicos, como le sucedió al director editorial del periódico ABC, Juan Antonio Martínez, después de que su editor web, Erick Muñíz, le aventó el harpa para irse a Horizonte.
Y ya que estamos con el periódico de la familia Estrada, resulta que cuando empezaba a despuntar su nueva reingeniería de su portal ABC de Monterrey, el andamiaje estuvo a punto de colapsarse debido a la salida de quien pensaban, les reforzaría su contenido.
Erick Muñiz abandonó sin decir agua va la empresa en la que por apenas tres meses le ofreció chamba, para irse a Horizonte. Y si mal dicen que las muchachas del servicio doméstico se van sin avisar, en este caso las cosas fueron peores.
Luego de cambiar una y otra vez los sistemas operativos y el esquema de trabajo de los diseñadores y editores, de contraórdenes y errores que costaron retrasos, mucho estrés y hasta algunas renuncias por el ambiente laboral hostil que se generó, la huída del ahora editor de locales del proyecto de TV Azteca no dio margen a los directivos de ABC de buscar un sustituto, un reemplazo que garantizara la continuidad del proyecto sin sobresaltos ni fallas.
DE DESPIDOS, DRAMAS Y RESENTIMIENTOS
En el llamado Plan de Austeridad aplicado por el Gobierno de Nuevo León en todas sus dependencias, la parte más dolorosa es la pérdida de empleos que esta medida tiene que cumplir. Este es el caso del cese inicial de cuando menos ocho personas del Sistema de Radio y Televisión de Nuevo León, apenas una parte de lo que, según nos dicen, se dará en los próximos meses.
Como se dice cotidianamente: el hilo se rompe por lo más delgado, y en ello implicó que las personas despedidas sean etiquetadas dentro del rubro de “honorarios” , es decir, aquellos empleados que no tienen plaza, prestaciones sociales y laborales, y aunque tengan años de prestar sus servicios, su despido no implique liquidación o pago de compensación alguna, fueron los primeros. Y reiteramos, hay más, muchos más que causarán baja.
Pero un caso de este primer paquete saltó a la prensa escrita, concretamente a la sección Gente! de El Norte ventilada por su protagonista, Eduardo Alvarado Ginesi, conductor del programa Reportajes de Alvarado, y director de Relaciones Públicas de Televisa Monterrey, quien al no encontrar eco dentro de la administración del Gobierno del Estado optó por lavar la ropa sucia en público.
Resulta que el hijo de Horacio Alvarado, fundador de este programa hace más de tres décadas, fue notificado de la cancelación de su transmisión por la señal de Canal 28 o TV Nuevo León, tras de 14 años de estar al aire. El alegato que Lalo ventiló es que cesaron el programa nada mas por decisión de Roberto Canales, director del medio estatal, bajo el pretexto del recorte presupuestal.
Alvarado Ginesi afirma en su defensa que el costo de producción no se le cargaba a la televisora del Estado, sino a Televisa, lo cual es una gran mentira, pues ya desde hace más de una década, en un acuerdo en lo oscurito, el anterior director le dio a Reportajes de Alvarado todo el apoyo y recursos para seguir operando, sin que a la empresa de Emilio Azcárraga gastara un peso.
Eso sí, Canal 28 le pagaba, bajo el concepto de honorarios, 14 mil pesos mensuales, los cuales le fueron retirados hace meses, ¿la razón? Desde el mes de septiembre del 2012 dejó de enviar material “nuevo” a la televisora pública para su transmisión y se tuvo que llenar el espacio con emisiones pasadas, viejas, obsoletas muy diferentes a las que presentaba cada semana en Televisa.
En resumidas cuentas, pareciera que el pleito serían los 14 mil pesos del pago de honorarios por sus servicios, pero el fondo es uno más complejo: resulta que TV Nuevo León, al igual que otras 12 televisoras estatales, tiene un convenio con MexiCanal, un sistema de televisión de paga en los Estados Unidos que llega a más de 30 estados para difundir sus contenidos, principalmente aquellos con carácter y sabor regional, costumbres y tradiciones típicas.
Pues valga decirlo, Reportajes del Alvarado era uno de los programas más vistos de MexiCanal, obvio, por la señal de TV Nuevo León, y en la cual Lalo aprovechaba la ventana de oportunidad, no sólo para difundir las tradiciones del noreste de México, sino sobre todo los paquetes de tours guiados a diversas localidades, en su línea de autobuses.
Esto es, que sin pagar derechos ni cuota, Lalo Alvarado Ginesi publicitaba su empresa, la venta de su libro y sus videos sin que durante años nadie le dijera nada. Y eso, a través de un canal público, representa, si no un delito, sí una inmoralidad.
Pero sabedor de que puede torcer el brazo de Roberto Canales y directivos de Canal 28, se atrevió a ventilar su malestar en El Norte y a sugerir que el gobernador no estaba enterado de esta situación, presionando para lo que se dice, su inminente regreso. Vil chantaje de vecindad.
DE EDICIONES DIGITALES
Y ALGO MáS
Ya entrados en la modernidad, este Apuntador ha decidido reducir en su iPad 2 los apps de los portales de los diversos medios que frecuento día y noche (sí, ser un ave nocturna tiene sus beneficios y sus dolores de cabeza), porque resulta que los genios de Apple cuando crearon estas tablets, pensaron que en sus pantallitas sólo habría espacio para 50 iconos, mientras su servilleta tiene más de un centenar de sitios que revisar día y noche..
Y la verdad sea dicha, no porque la tecnología se haya democratizado y cualquier medio puede tener su apps, vale la pena o sirve de mucho recurrir a su liga. Vayamos por partes, y lo disfrutamos más:
Resulta que el periódico ABC ofrece su contenido en línea actualizando noticias casi cada dos o tres minutos. Pero la opción que da de ver y llevar en el iPad su edición impresa implica descargarla en PDF, o sea, accederla al disco duro y pues, tras seis días de la semana consume memoria del disco duro, que sin sonar feo, no vale la pena conservar.
En el caso de milenio.com la situación es más engorrosa, ya que no se actualizan los contenidos de los apps de su portal, incluso, con varias horas de diferencia en cuanto a su versión en línea de sus 10 ciudades donde manejan contenidos. Eso sí, los gráficos de su canal de televisión o MilenioTV se ven de pelos. ¿O será mi iPad 2 que les mejora hasta el rostro a los conductores de Milenio.TV?
Una petición a los editores de la sección Escena del periódico ABC y de su portal electrónico: por favor revisen bien sus datos, que es eso de que a una de las divas de la música (mi novia, sin que ella lo sepa), le escriben con errores su nombre, y pior, no sólo una sino hasta tres veces.
Qué es eso de titular “Canta Beynoce himno”, cuando el nombre correcto es Beyoncé. La noticia salió publicada el martes 22 de enero en la página electrónica y estuvo así todooooo el día. Y aunque corrigieron el primer párrafo escribiendo correcto el nombre, el titular seguía con la metida de pata hasta las rodilla. ¡Qué vergüenza!
DETALLITOS
Nos encontramos con algunos detalles de la empresa Dominio Radio durante estos últimos días. Desde poca información, hasta constantes repeticiones de los programas de la Grillotina que conduce Mario Gámez. Parece que se acabó el catálogo de invitados o que nadie quiere ir.
Y es que la continua rotación de reporteros en este medio se ha reflejado visiblemente en los contenidos noticiosos, pues al parecer no se le ha dado al clavo en las últimas contrataciones.
Para empezar a la gerente de noticias, Liz Márquez, quien salió despedida del periodicote El Norte hace ya algunos años, parece que nomás no ha podido con su cargo y Gámez, según nos cuentan, ya la trae entre ceja, oreja y sien.
La gota que derramó el vaso fue que Gámez arremetió contra quienes tuvieron la ocurrencia de colocar un carrusel en la explanada del Obispado, y al otro día Márquez publicó en su Facebok fotos de ella con sus hijos arriba de los mencionados caballitos.
Y otro lunar, que si no paran las orejas podría convertirse en tremenda verruga cancerígena, podría ser la nueva integrante del equipo de Gamez, Teresa Sepúlveda, de quien nos dicen fue sorprendida revisando los recibos de sueldo de sus compañeros para pedir aumento. ¡Ay nanita! y eso que va llegando.
Y la pregunta del millón….¿Qué conductora de radio de Multimedios fue despedida y recontratada a los 5 minutos, pero con cero prestaciones y con un sueldo que apenas y si le alcanza para comprarse unas pestañas postizas?