Es raro escuchar a un gobernador admitir que ha cometido errores, o que está aprendiendo a gobernar. O por decirlo más coloquialmente: “regando el tepache”. Pues bueno, en el primer año de Jaime Rodríguez Calderón al frente del ejecutivo estatal de Nuevo León hubo varios que seguramente pudo haber evitado.
Y aunque no lo dijo en la entrevista con Hora Cero, en la telenovela de las cobijas caras que publicó El Norte hubo capítulos extras -o tiempos extras como en el futbol-, que eran innecesarios si se hubiera tomado al toro por los cuernos.
Pero como que en principio al primer círculo del gabinete ese asunto tomó fuera de base a varios funcionarios, sobre todo de la dependencia involucrada que dependía de Rogelio Benavides Pintos, uno de los hombres más allegados a “El Bronco” en la campaña y en los primeros meses de la administración.
Por cierto, Benavides Pintos ahora es uno de los asesores del gobernador panista entrante de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.
Ese golpe mediático del periódico que abiertamente apoyó la postulación del primer candidato independiente en la historia de Nuevo León -que hasta terminó en aplausos de empleados y directivos cuando “El Bronco” llegó victorioso la noche del 5 de junio del año pasado al edificio de El Norte-, sigue como un moretón que no desaparece.
Otro error de un tema que pasó como agua entre sus dedos y debió encapsular para que no se hiciera más grande, fue cuando la revista Proceso sacó una ficha de la Policía de Las Vegas, Nevada, con la foto del procurador de frente y de perfil, detenido por no saldar cuentas en un casino.
Hubo rumores que Roberto Flores tuvo que renunciar pero que Rodríguez Calderón lo retuvo, cuando ante la opinión pública el primero estaba aferrado a su puesto con alfileres. Al final el amigo defendió al amigo de la embestida.
Y aunque en la entrevista con Hora Cero afirmó que nunca ha tenido lunas de miel las tres veces que se ha casado, Rodríguez Calderón debió tenerla por primera vez pues eso lo ameritaba tras el triunfo tan apabullante que tuvo en 2015 que, ni juntando todos los votos de sus contrincantes, lo superaban con más de un millón de sufragios.
Y a un año de esa victoria que retumbó en México y en el extranjero, se saben detalles que pocos habían tenido la oportunidad de saber.
Uno es que hace tres años comenzaron con 80 mil seguidores en Facebook, para después incrementarse al empezar a juntar las firmas que pedía la Comisión Estatal Electoral (CEE), pero cuando lanzaron la convocatoria para reclutar seguidores para ese efecto, se les echó para atrás la mayoría.
De 12 mil que habían levantado la mano para salir a las calles y recabar las firmas, solamente 5 mil se apersonaron al búnker que estaba frente a la Plaza de la Purísima, dejando con el alma en un hilo a los responsables de ese operativo.
Y como tenían el tiempo encima a finales de 2014 y principios de 2015, pues los 8 mil que se hicieron ojo de hormiga se volvieron a aparecer en las redes sociales invitando a los neoloneses a darle la firma a Rodríguez Calderón.
Sobre los miles de burócratas que el actual gobierno ha despedido para aligerar las finanzas, “El Bronco” asume el costo. Y sostiene que no se trató de algo personal, estando consciente que no es fácil mandar a la calle a personas que seguramente tienen familia.
Sabe que la calificación al primer año de gobierno que se cumplió el 4 de octubre pasado no pasa los cinco puntos, que en la función pública es reprobatorio, sin embargo se apostó a subir a 7 llevando ante los jueces al ex gobernador Rodrigo Medina de la Cruz.
Y aunque el gobernador dijo que Medina de la Cruz todavía no está exonerado, al contrario, está vinculado a un proceso judicial, lo que antes era tener girada un auto de formal prisión. Un término que la mayoría de la ciudadanía no entiende y hay que explicárselo con palitos y bolitas.
Pero si una declaración levantó la polvareda fue cuando se refirió a que va a renunciar si en 2018 se lanza como candidato a la presidencia de México, porque no sería correcto, en caso de perder, hacer maletas con los tiliches y regresar al Palacio de Gobierno.
En ese escenario crecería la posibilidad de que Fernando Elizondo Barragán, el responsable de la oficina ejecutiva del gobierno, ocupe el interinato y convoque a nuevas elecciones donde, no se descarta, “El Bronco” pudiera volver a competir. Pero una cosa es competir y la otra es que pudiera volver a ganar. Sería muy riesgoso.
Ante una eventual derrota, a Elizondo Barragán mejor le convendría no levantar la mano para el interinato y darle su lugar al secretario de Gobierno Manuel González Flores, porque quienes votaron por Rodríguez Calderón verían con mejores ojos al primero que ya se sentó una vez en esa silla por 18 meses en lugar de Fernando Canales Clariond.
Pero mientras son peras o manzanas, el primer informe de “verdades” -no de gobierno como se acostumbraba llamar-, será el jueves 13 en el Congreso del Estado donde se esperaba una que otra sorpresa, mientras frente a la raza lo dará por la tarde-noche en el Pabellón M.
Y quien se adelantó fue el alcalde de Santa Catarina, Héctor Castillo, que en los primeros días de octubre se presentó ante los integrantes del Cabildo y luego ante la comunidad, funcionarios e invitados especiales para rendir su primer informe.
Otros como Francisco Cienfuegos, de Guadalupe; Adrián de la Garza, de Monterrey; Clara Luz Flores, de Escobedo; Víctor Fuentes, de San Nicolás, y Heriberto Treviño, de Juárez, optaron por programarlo después del ejecutivo estatal. Cortesía o no, pero así se estila.
En Guadalupe quien anda acelerado en disputarle a Cienfuegos la alcaldía en 2018 cuando éste busque la reelección es Pedro Garza, actual diputado federal del PAN que ganó el Distrito 11 que en las últimas elecciones pintaba de verde, blanco y rojo.
Garza espera que Alfonso Robledo cumpla su promesa de no volver a competir, como lo hizo el año pasado perdiendo ante Cienfuegos. Sin embargo “Poncho” apuesta a los buenos padrinos que tiene en el CEN del PAN como Ricardo Anaya, el dirigente nacional.
Pero ese será uno de varios pleitos azules que estarán en la cartelera, ahora que el PAN se siente casi de regreso en Los Pinos tras las victorias en 7 Estados el 5 de junio pasado. ¿Será?