
A tomatazos directos comienza ya la agonizante y vergonzante salida del señor que hoy habita Los Pinos, y así lo refleja la violencia desatada por los capos de la droga en los últimos años y que ahora tienen en sus manos al país.
Alrededor de 35 mil muertos por las disputas de la delincuencia organizada han puesto de manifiesto la incapacidad de la federación, estados y municipios para frenar esta guerra casi perdida para los mexicanos.
Nuevo León es uno de los ejemplos de mayor descomposición de las corporaciones policiales, ya que hoy por hoy la cifra de ejecuciones y homicidios diarios se ubica en rangos de seis a 20 víctimas.
El creciente gasto en materia de seguridad no se ha traducido en resultados visibles para el país o el estado en términos de reducción de incidencia delictiva o mejoras en la procuración de justicia o los sistemas de inteligencia.
Así lo establece el reporte “El Gasto en Seguridad: Observaciones de la ASF a la gestión y uso de los recursos”, presentado por México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas.
“La enorme desconexión entre el gasto en seguridad y los resultados obtenidos en la materia nos obliga a exigir con urgencia mayor transparencia y efectividad en los crecientes recursos destinados a un tema primordial para el país”, dice el informe.
Una muestra contundente de la desconexión entre gasto y resultados es que el incremento del presupuesto en seguridad ejercido entre 2001 y 2009 no estuvo asociado a un decremento de la incidencia delictiva, ya que ambas variables aumentaron al mismo tiempo.
Señala que “es importante tomar en cuenta que los estados y municipios mantienen un peso sustancial en el gasto total en seguridad, ya que alrededor del 54 por ciento de los recursos es ejercido desde los gobiernos locales”.
Esto implica que la responsabilidad es compartida y que las recomendaciones se extienden a las autoridades de todos los niveles de gobierno.
En el reporte elaborado por México Evalúa se indica que la falta de información oportuna y confiable por parte de las autoridades y las dependencias encargadas de la seguridad pública, y la descoordinación entre ellas, también inhibe completar bases de información que resultan cruciales para el abatimiento del fenómeno.
Refiere que el registro nacional de personal de seguridad tiene un avance de 42 por ciento, es decir, no existe una base de datos completa de los perfiles de los servidores en la materia.
El registro nacional de armamento y equipo muestra un avance de 68 por ciento, esto implica que no tenemos un inventario nacional de armamento asignado y bajo resguardo.
Peor aún, advierte, existe armamento que no se puede ubicar por discrepancias en los registros.
El sistema de evaluación de confianza de las policías tiene un patético avance de solamente un 8 por ciento nacional, en promedio.
El registro de información penitenciaria existe únicamente a un 41 por ciento y hay estados donde el avance es 0 por ciento.
Con toda esta peligrosa numeralia, entonces vale cuestionar:
¿Qué pueden presumir el presidente Calderón y el Rodrigober en torno a sus logros y hazañas en materia de seguridad, cuando la nación y la entidad siguen controlados por el crimen organizado?
Porque tampoco es como que de mucho presumirse las numerosas pérdidas humanas en Nuevo León en lo que va del 2011.
Y la cosa se pone peor:
El informe subraya que las acciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se muestran descoordinadas, además de no ofrecer claros indicadores de desempeño.
La eficacia en el desempeño de la Policía Federal (PF) aún no es evidente, de acuerdo con los indicadores.
El resguardo físico de las bases de datos del Sistema Nacional de Información de Seguridad Pública está en manos de la SSP y no del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), como debería ser conforme a ley y reglamento aplicables, lo cual dificulta la actualización del sistema.
La Plataforma México ha sido operada con poco apego a la normatividad en adquisiciones.
Los fondos y subsidios destinados a la seguridad no están teniendo un efecto medible.
La Procuraduría General de la República (PGR) tiene un avance mínimo en sus tareas de profesionalización y modernización de ministerios públicos.
Los sentenciados del fuero federal cumplen, en su mayoría, sanciones en libertad y sólo se vigila a 3 por ciento de ellos.
La tarea de prevención y readaptación social del sistema penitenciario no está funcionando. El Programa Nacional de Seguridad Pública, operado por la Secretaría de la Defensa Nacional, carece de controles e indicadores de resultados para evaluar integralmente el desempeño institucional y las metas alcanzadas.
Los estados y municipios no tienen insumos para desarrollar inteligencia policial.
Bajo esta radiografía es como se puede tratar de entender lo sucedido en Nuevo León con los hechos recientes, en los cuales las ejecuciones masivas crecen de forma explosiva y sólo se detiene a delincuentes mamarrachos.
De acuerdo a varios analistas y empresarios, para el 2012 tiende a empeorar el problema de la violencia, sobre todo en un escenario de elecciones presidenciales que será utilizado para provocar una fuerte desestabilización social.
más viejos en nl: INEGI
Aunque en Nuevo León el 47.8 por ciento de los habitantes tiene 26 años o menos, la población de 60 años y más se ha duplicado en los últimas dos décadas, reveló el INEGI.
En sus estadísticas del Día Mundial de la Población, a celebrado el 11 de julio, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dijo que en la entidad existen 100 mujeres por cada 99 hombres.
El estado tiene 4 millones 653 mil 458 habitantes censados y ocupa el octavo lugar a nivel nacional, y añadió que de 1990 a 2010 la población se incrementó en un millón 554 mil 722 personas.
“Los resultados censales confirman que Nuevo León es un estado de jóvenes, en el cual el 47.8 por ciento de los residentes tiene 26 años o menos y la proporción de niños de 0 a 14 años de edad es de 27.1 por ciento”.
Sin embargo, el estado experimenta un incremento relativo y absoluto de población en edades avanzadas.
“De 1990 a 2010, la población en su conjunto creció a una tasa promedio anual de 2 por ciento, en tanto que el aumento del grupo de 60 años y más fue de 3.9 por ciento”.
Con este ritmo de crecimiento el número de adultos mayores pasó de 187 mil 520 a 407 mil 278 en dicho periodo.
En términos relativos, el peso de este grupo de edad se incrementó de 6.1 por ciento a 8.8 por ciento en el lapso referido.
Igualmente mencionó que en Nuevo León la proporción de uno y otro sexo es semejante, con un leve predominio de mujeres, pues por cada 100 de ellas hay 99 hombres.
Esta relación varía conforme la edad, ya que antes de los 19 años se presenta un número mayor de hombres respecto al de mujeres (103.2), después de esa edad la relación se invierte al ganar paulatinamente mayor peso el grupo de mujeres.
La menor proporción de hombres conforme avanza la edad se explica porque en general las mujeres viven más tiempo que los hombres.
Para Nuevo León, la esperanza de vida es de 75.7 años, siendo en hombres 73.3 año, y 78.2 años para las mujeres.
De acuerdo con los resultados del Censo 2010 en el estado, se estima que las mujeres en edad reproductiva 15 a 49 años tienen en promedio 1.6 hijos, lo que representa un valor menor que hace 20 años, de 2 hijos.
“En este sentido, la mayor difusión de las ventajas que implica la prevención de embarazos no planeados ha incrementado el uso de métodos anticonceptivos, los cuales son un factor decisivo en la reducción de la fecundidad”.
También reveló que en Nuevo León un 2.2 por ciento de la población de 15 años y más no sabe leer ni escribir, y esta proporción es de 2 por ciento entre los hombres y de 2.4 por ciento entre las mujeres.
Manifestó que el promedio de escolaridad de la población de 15 años y más es de 9.8 grados, es decir, cuenta con tercer grado de secundaria.
Los resultados del Censo 2010 señalan que para Nuevo León la población que habla lengua indígena es de 40 mil 528 personas.