Algo extraño y tal vez perverso le pasó por la mente al suspirante del PAN para gobernar Nuevo León en los siguientes seis años.
Don Fernando Elizondo Barragán abrazó la idea de implementar un nuevo impuesto a la gasolina cuando desaparezca la odiosa tenencia allá por el 2012.
Fue en los dominios del Club Industrial donde el candidato panista desempolvó una vieja propuesta que por años y años había permanecido enterrada en el panteón del desprecio.
“Si cada Estado tiene necesidad de mantener ese o un gravamen alternativo, por ejemplo, se ha mencionado y está ahí la posibilidad de utilizar un gravamen a la gasolina.
“ Esto como alternativa a la tenencia, que es mucho más digerible y es más lógico porque se cobra en función del uso de las calles y de las vialidades”.
Elizondo Barragán consideró que el impuesto a la gasolina “permite desparramar el costo a través del año, en lugar de tenerlo de un golpe” como en el caso de la tenencia vehicular.
Ciertamente no fue una idea muy popular, sobre todo en momentos de un fuerte golpeteo de la crisis económica contra los bolsillos de todas las familias mexicanas.
Cientos de miles de nuevoleoneses, aún aquellos con vehículos último modelo, no pagan sus tenencias y pueden llegar a un arreglo con la tesorería estatal para no sufrir castigos y saldar en abonos.
Para el caso de Nuevo León, en el Natigobierno se logró que varios bancos permitieran el pago de la chinche tenencia con un cómodo esquema a 9 meses sin intereses.
Sumidos en una zanja financiera sin precedentes, el impuesto a la gasolina, tal y como lo percibe a futuro Don Fer, sería la gota que derramaría el vaso por completo.
Dicho gravamen a la factura final del hidrocarburo es un asunto común en países desarrollados en todo el orbe, como en el caso de los Estados Unidos.
Pero allá si se refleja en la impresionante infraestructura carretera y de complejos viales en la mayoría de las ciudades norteamericanas, de norte a sur, del este al oeste.
Tan sólo en el Valle de Texas, en la autopista libre McAllen-Brownsville, cuentan con más pasos a desnivel de alta ingenierìa que en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas juntos.
Es decir, allá el impuesto en la gasolina sí se refleja en obras que son amores, por eso el pueblo de Texas no reniega con ese tipo de carga fiscal.
Y además, como lo publicó Hora Cero años atrás, las carreteras tejanas son construídas bien y a la primera, y no con parches fraudulentos como sucede por estos lares.
El abanderado de Acción Nacional es un brillante hombre con alta formación empresarial, conocedor del manejo de finanzas públicas y privadas.
Si Elizondo Barragán se aferra a esa idea para compensar la desaparición de la tenencia con un impuesto a la gasolina, entonces dudamos que vuelva a ocupar la silla en el palacio de cantera.
Porque los atribulados nuevoleoneses se volcarían a la urnas a emitir cientos de miles de votos de castigo contra el PAN el próximo 5 de julio.
LA CONSTRUCCIÒN NO SE DETIENE
La industria de las palas y los cimientos también ha sufrido los brutales embates del colapso monetario de los últimos meses, pero se crece.
Don Carlos Maiz García ya anunció que este año los constructores tendrán inversiones por unos 27 mil millones de pesos en el Estado, en medio de la coyuntura financiera global.
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción dijo que el presupuesto de gasto público y privado será 10 por ciento menor versus el 2008
“En este casi primer trimestre del año no ha bajado mucho el sector porque traìamos la inercia del cierre del 2008, pero el ritmo si va a bajar definitivamente, por la crisis”.
Destacó que actualmente el sector opera a un 75 por ciento de su capacidad instalada. La crisis ya causó estragos y en los primeros dos meses del presente año las constructoras han recortado a unos 5 mil trabajadores.
Para el segundo semestre se espera una mejorìa en la actividad sectorial, sobre todo por el fuerte respaldo de los proyectos de infraestructura federal.
En este año se preve la edificación de unas 60 mil nuevas viviendas en la entidad, una cifra similar a lo alcanzado durante el periodo del 2008.
La industria ha enfrentado fuertes aumentos de hasta 100 por ciento en los insumos, lo cual a su vez han elevado el costo de la obra pública y privada en los últimos meses.
Por cierto, en ese mismo foro, Don Natividad González Parás anunció que el Estado recibirá 2 mil millones de pesos en recursos federales adicionales para fortalecer las carreteras.
“En los últimos tres años hemos tenido una inversión histórica en lo que se refiere a obra de carreteras federales en el Estado que supera a los 3 mil millones de pesos.
“ En el año 2009 y en el año 2010 los presupuestos de inversiòn que se estàn previendo para continuar con la obra de infraestructura federal van a seguir siendo muy grandes”.
Serán “alrededor de 2 mil millones de pesos adicionales al presupuesto normal de la Secretaria, que este año en SCT es superior a los mil millones de pesos, puedan aplicarse aquí”.
Además, en los útimos cinco años se han edificado más de 250 mil viviendas en la entidad. El año pasado Nuevo León reportó el 13.5 por ciento de la obra pública y privada en el país, solamente superado por el Distrito Federal con un 23 por ciento.
El resto de las entidades en dicho rubro fueron Jalisco y Veracruz, con una aportación de 4.5 por ciento y 4.2 por ciento, respectivamente.
LOS RICOS TAMBIÈN LLORAN
La clase alta en México tiene los mejores niveles de vida en economía y educación, aunque los peores indicadores en materia de seguridad y buen gobierno.
Así lo revela una investigación elaborada por la Universidad de Monterrey (UdeM) y el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pùblica ( Cesop) de la Cámara de Diputados.
El director del Centro de Estudios sobre el Bienestar de la UdeM, Don José de Jesús García Vega, comentó que la encuesta fue levantada entre mil 200 personas en el país, en octubre de 2008. Este proyecto denominado Indice Nacional de Calidad de Vida (Incavi), utiliza una herramienta con base 100 para medir el promedio de la población en varias características demográficas.
“Encontramos que en economía, la clase media alta es la mejor librada con un nivel de 105, y en educación, la clase alta se lleva os honores con un nivel de 107.
“Es de destacar que esta misma clase social obtiene los peores indicadores en términos de seguridad y de buen gobierno con 83 en ambos casos”.
Las comunidades pequeñas, con menos de mil 500 habitantes, tienen el nivel de calidad de vida más elevado con 103, y aquellas de 15 mil a 100 mil habitantes el más bajo con 97.
En el dominio de la economía, las grandes comunidades con más de 100 mil habitantes tienen el nivel más alto de calidad de vida con 108.
Aunque esas grandes poblaciones reportan en materia de seguridad una baja puntuación de 98.
La investigación exhibe que en las comparaciones por edad, se destaca que aquellos de 60 años y más tienen el menor nivel de calidad de vida con 97.
Refiere que en cuanto a nivel de ingresos declarados, los que ganan más de 8 mil 450 pesos mensuales obtienen los mejores resultados en general, especialmente en economía y educación.
La estructura del Incavi incluye siete dominios que son: salud, economía, educación, seguridad, buen gobierno, vida comunitaria y bienestar personal.