La Selección Nacional sigue su camino por la Copa Oro de la Concacaf y partido a partido deja en claro que está muy lejos de un óptimo nivel como para pensar en que el próximo 12 de agosto le podrá ganar a Estados Unidos en partido eliminatorio.
Sin embargo, también sigue mostrando que su poder de convocatoria en suelo estadounidense se mantiene intacto.
Es más, quizá hoy va en aumento, pues haber metido más de 80 mil aficionados en el nuevo estadio de los Vaqueros de Dallas es toda una hazaña, pues en la historia de este majestuoso recinto, quedará plasmado que el primer lleno deportivo no fue del equipo de la “Estrella Solitaria”, sino del Tri.
Javier Aguirre sigue sin encontrarle la cuadratura al círculo. Hace cambios en cada encuentro y no halla el 11 ideal para este torneo, donde ya llegó a la Semifinal (a la hora de escribir la columna) ante rivales de muy bajo nivel, que los complicaron de más y exhibieron sus carencias futbolísticas en la cancha, pero también técnicas en el banquillo.
Habrá que ver cuántos jugadores de este combinado nacional que participa en la Copa Oro van a estar el 12 de agosto, a las 15:00 horas, en la cancha del Estadio Azteca frente a los gringos, pues está claro que los “europeos” como Carlos Salcido, Ricardo Osorio, Rafael Márquez, Andrés Guardado y Nery Castillo serán llamados por el “Vasco”.
Aguirre se pasó en un palco los últimos dos encuentros, ante Guadalupe y Haití –también lo haría ante Costa Rica en la Semifinal- por la puntada que se aventó en el duelo contra Panamá, al pegarle una patada, “sin querer queriendo”, a un jugador canalero, cuando éste disputaba el balón con un mexicano por la banda y cerca de la zona técnica.
Las cosas no han sido nada fáciles para Javier en ésta su segunda etapa como entrenador nacional. Tal vez ni él mismo se esperaba tantos imponderables en el camino, así como una crítica recalcitrante de la prensa nacional, en especial de la capitalina y de aquellos que se decían sus amigos.
De hecho en algunas entrevistas que ha dado se ha visto que no está a gusto, mucho se habla que con su círculo más íntimo ha comentado que al Tri lo tomó por compromiso con el Presidente Felipe Calderón, que a él “no le pudo decir que no”, pero que realmente no quería volver al banquillo nacional.
Es cierto que la Selección ha ido de menos a más en esta Copa Oro, que poco a poco algunos jugadores van tomando confianza, como Giovanni Dos Santos, Alberto “Venado” Medina y Miguel Sabah, entre otros, pero también algunos han dejado patente que “la verde” les queda muy grande, como Ismael Rodríguez, José Antonio “Gringo” Castro, José María Cárdenas y Édgar Dueñas.
La Copa Oro ya terminó –ojalá y haya sido con México como campeón- y ahora hay que pensar solamente en el 12 de agosto.
Hay que pedir que ese día el sol pegue a plomo en la cancha del Azteca, que los niveles de contaminación sean altos. Lo que sea con tal que ahogar a los gringos y que no puedan jugar como lo hicieron en la Final de la Confederaciones contra Brasil, porque si lo hacen, no habrá como ganarles.
Si bien no es definitivo, el resultado contra los Estados Unidos podría marcar un rumbo trascendental en las aspiraciones de ir a la Copa del Mundo del próximo año. El triunfo es lo único en que se debe pensar, pero a como están las cosas en nuestro futbol, hoy hasta un empate en nuestra casa no sería tan malo.
Hasta la próxima…