Seguridad y empleo son los dos grandes retos que tendrán los alcaldes metropolitanos y el futuro Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Se dice fácil, pero trabajar en estos dos grandes temas le permitirán a los municipios y al país regresarle tranquilidad a la población.
Se trata de establecer un círulo virtuoso, generado empleos mantiene ocupada a la gente, baja los niveles de pobreza y reduce la inseguridad porque la población tiene dinero para satisfacer sus más elementales necesidades.
Cosa contraria ocurre en situaciones como la actual, donde el Gobierno de la Repúblca no ha sido capaz de generar empleos suficientes para la población mexicana.
Los alcaldes metropolitanos lo saben: Margarita Arellanes en Monterrey; César Garza, en Guadalupe; César Cavazos en Escobedo; Pedro Salgado en San Nicolás; Víctor Pérez en Santa Catarina, Rodolfo Ambriz, en Juárez y Ugo Ruiz en San Pedro.
¿Tendrán planes? Seguramente está en sus planes arrancar con programas de seguridad integral, donde incluyan la creación de empleos.
Habiendo empleos disminuye la inseguridad, es menester que desde ya la los alcaldes electos cuenten con programas de fomento al empleos para que jóvenes y padres de familia encuentren una forma honesta de dar bienestar a sus seres queridos.
Programas altamente sociales son los que deberán prevalecer en las siguientes administraciones municipales.
Los alcaldes deberán llegar con su cartita al nuevo presidente, que bien conoce las necesidades que tiene Nuevo León.
Probablemente sea necesario eliminar barreras para que muchos de los recursos lleguen dce manera directa y sin intermediarios a los munícipes.
Necesitamos alcaldes que trabajen temas fiscales con la finalidad de hacerse de la mayor cantidad de recursos para sus municipios.
Sólo favoreciendo las políticas públicas para la generación de empleos combatiremos la grave inseguridad que padecemos.
No sólo con armas se combate la inseguridad, también con empleos, cultura y educación se puede bajar la presión que tanto sentimos la sociedad nuevoleonesa.
Todo está en función de los programas que impulsen los futuros alcaldes y su capacidad de gestión ante el futuro Presidente, Enrique Peña Nieto.