Hace apenas seis meses, Ricardo Antonio La Volpe sumaba un segundo fracaso consecutivo en el futbol argentino. Había sido despedido del Vélez Sarsfield por malos resultados y estaba por regresar a México a descansar y pensar en su futuro.
Para el “Bigotón” su salida del equipo del barrio de Liniers significaba otro paso más hacia atrás en su carrera, luego del tropezón que tuvo en Boca Juniors, equipo al que llegó con “bombos y platillos” tras un buen trabajo en la Selección Nacional de México.
Todo indicaba que La Volpe tendría que dedicarse a su esposa, hijas y nietos en Guadalajara mientras se reponía anímicamente y “cargaba baterías” para volver a sentarse en el banquillo de un equipo.
Sin embargo, apareció Luis Miguel Salvador, vicepresidente de Rayados, y lo hizo cambiar de opinión, lo “sedujo” para aceptar el reto de dirigir a un plantel que no había formado, del que no escogió a los refuerzos previos al Clausura 2008, pues a unos días de iniciar la competencia, Isaac Mizrahi fue destituido como técnico albiazul y La Volpe tomó el cargo.
Hoy la historia dice que nadie se equivocó. Ni Salvador en llevarle la propuesta ni Ricardo en aceptarla. De aquel Monterrey que en el torneo Interliga mostró muchas carencias y dejó enormes dudas de cara al arranque de una nueva temporada no queda nada.
Y es que el ex entrenador del Tri logró sacarle el mejor provecho a sus jugadores, a los que supo llevar con su mano dura y exigencias, pero también con el apoyo irrestricto en las buenas y en las malas, saliendo al paso de las críticas de las primeras fechas y asumiendo toda la responsabilidad.
La Volpe tomó bajo su protección al “niño malo” del torneo anterior, el chileno Humberto Suazo, le supo llegar con un discurso muy psicológico en el que le hizo saber que estaba con él, que debía sacar todo su potencial y ser más compañero del resto del equipo. Las consecuencias son contundentes, Suazo terminó como campeón goleador con 13 tantos.
Rayados es en estos momentos el equipo “más caliente” del futbol mexicano. Llegó a la Liguilla como el octavo sitio de la tabla general y en la primera ronda echó fuera de forma categórica al superlíder Chivas, sin dejar dudas de su superioridad y provocando que la prensa nacional los marcara como fuertes candidatos al campeonato.
A unas horas de enfrentar el primer compromiso de la Semifinal contra el Santos de La Laguna –jugaban el jueves en el Tec y luego el domingo en el Corona de Torreón- el Monterrey se mostraba como un equipo fuerte, explosivo y espectacular.
Independientemente de lo que haya pasado en esta ronda, hay que aplaudir lo que ha hecho Rayados.
Sobre todo porque si La Volpe está recogiendo enormes frutos con un plantel que él no formó, habría que imaginar lo que sucedería a partir de agosto si logra amalgamar un conjunto más a su gusto futbolístico.
¿Y Tigres?…descansando, bueno no tanto, porque al parecer su directiva anda muy ocupada buscando refuerzos para el próximo torneo. Quieren un portero, un defensa central, un volante izquierdo y un centro delantero.
Pero no se crea que han avanzado mucho, porque la época de la cartera repleta de dólaresse acabó. Los altos mandos de Cemex ya dijeron que no habrá manga ancha para reforzarse y deberán ser muy inteligentes para contratar los jugadores adecuados que logren sacar a los felinos del fantasma del descenso.
Hasta la próxima…