
Dentro del Palacio de Gobierno hay funcionarios de alto nivel que esperan que Samuel García anuncie a la brevedad que retomará el proyecto para traer agua del Río Pánuco a la zona metropolitana, poniéndole el nombre que mejor convenga a sus intereses políticos.
Porque no quedará otra opción ante la urgencia por los dramáticos niveles de las presas La Boca y El Cuchillo. Ni tampoco le dará la razón al ex gobernador Rodrigo Medina de la Cruz que tuvo en sus planes el acueducto dentro de la obra denominada Monterrey VI, cancelada por costosa y con olor a corrupción por Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.
Que se llame Nuevo Nuevo León XXI, Fosfo Fosfo XXII o Acueducto MC XXIII, no importable el nombre. Los cinco millones de habitantes de la metrópoli van que vuelan para poner el grito en el cielo cuando de sus llaves no salga ni una gota para ducharse, lavarse las manos, cepillarse los dientes o bajarle al sanitario.
Ya sucedió una vez hace seis décadas y mas cerca en los ochenta cuando la presa La Boca, que actualmente está a un 22 por ciento de su capacidad y a punto de bombear lodo en vez de agua, bajó sus niveles a los mínimos históricos simplemente porque no hubo lluvias torrenciales ni huracanes.
El gobernador sabe bien que los ciclones no llegan por DHL ni tampoco se compran en Amazon, por eso -y antes de que la poca agua que queda le llegue a los talones, no al cuello-, deberá hacerle caso a la fracción del PRI que se pronunció por resucitar el Monterrey VI (con nuevo nombre si quiere) a través de un exhorto a Agua y Drenaje del diputado Héctor García García.
“Le pido respetuosamente al gobernador que se dé a la tarea de echarle un ojo y podrá ver que es una gran obra para futuras generaciones. Si bien es cierto no la veríamos mañana, pero si no se inicia hoy tampoco la veríamos nunca, y estaremos de por vida padeciendo esta crisis de agua.
“Es una obra costosa, (y) creo que no sería este gobierno quien la inaugure en caso de que decida hacerlo. Este tipo de obras son totalmente y técnicamente sustentadas para el futuro de mucho años; creo que la podríamos estar viendo en 8 o 10 años, pero las futuras generaciones por 50 o 60 años estarían sin padecer las crisis que estamos viendo en Nuevo León”, expresó el legislador.
Y remató: “La naturaleza le da al Río Pánuco gran cantidad de agua que se está desperdiciando, yendo al mar y que nadie las está utilizado; definitivamente es una obra monumental, pero beneficiará a la calidad de vida de la gente de diferentes Estados”.
Un día antes del exhorto de García García al titular de AyD, Juan Ignacio Barragán Villarreal, Samuel García tecleó al diputado cuando hizo un recorrido por los pozos se agua que se perforan para afrontar la crisis que ya toca las puertas de la población.
Por cierto, desde mediados de enero y hasta la fecha algunos negocios de venta de tinacos y tambos para almacenar el vital líquido ya reportan una alza considerable en la demanda de esos productos. Y los clientes aclaran: “No se trata de alarmarnos, sino de ser precavidos”.
El 3 de febrero García García dejó abierta una ventana para retomar el proyecto que sepultó “El Bronco” ante sospechas de corrupción donde Medina de la Cruz beneficiaría a grupos empresariales alegados al entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto. Esto fue lo que declaró a los medios:
“Está en estudios, estamos viendo el tema económico; tiene que ser compartido con otros Estados, pues no puede Nuevo León pagar un cause que va a beneficiar a casi todo el Noreste.
“Esa es la plática diaria con Juan Ignacio (director general de AyD). Es un proyecto que no va a salir pronto ni que va a resolver el tema actual”, indicó el ejecutivo estatal.
Subido en el tema porque la casi desértica Presa La Boca se encuentra en su municipio, el alcalde de Santiago, David de la Peña, subió a sus redes sociales un mensaje en video dirigido no solamente a sus gobernados, sino a la población de Nuevo León.
Sin importarle si su postura iba a agradar o enfadar al gobernador, el edil priísta dijo que el vaso de agua “está a nada de secarse por completo. No es una exageración, no es una mentira, ni es grilla. Ni tampoco fake news. Es una preocupante realidad que debemos enfrentar todos, y rápido”.
De la Peña reiteró que el nivel de la presa se encontraba, ese día, en 22 por ciento de su capacidad, como nunca se había visto en casi 60 años.
“Porque en 2021 casi no llovió, es por eso la emergencia. Con el corazón en la mano les digo: es momento de actuar todos y ¡ya!, empresas y comunidad en general. Hay que hacer conciencia y hay que cuidar el agua”.
El miércoles 9 Samuel García volvió a fijar su postura ante la emergencia: “Es imperativo y urgente que la Federación emita la declaratoria de emergencia para poder acceder a recursos federales que permitan emprender proyectos mayores para combatir la sequía”.
No quedó claro si al referirse el ejecutivo naranja a “poder acceder a recursos federales” iba en el sentido de resurgir el sepultado Monterrey VI con el nombre que quiera ponerle en una pila bautizmal.
Otra de las preocupaciones del diputado Héctor García era el año de vencimiento otorgado por la Conagua a Nuevo León para traer el agua Del Río Pánuco que vence en 2030. O sea, que el gobernador de Nuevo León tiene tiempo de sobra para consultarlo con su almohada.
Una cifra actual es que a la fecha están en operación 11 pozos cuyas obras iniciaron en el sexenio de Jaime Rodríguez Calderón. Se trabaja en 22 más y hasta llegar a 108 que, dijo el titular de AYD, “aportarían a la entidad 2 mil 675 litros por segundo del vital líquido, que es mucho más que lo que se extrae de cualquier presa”.
Pues de ser ciertas esas cifras alegres, la población de Nuevo León que estaba lista para emigrar como los elefantes africanos en busca de agua, vayan desempacando las maletas porque habría vital líquido para bañarse como emperadores romanos comiendo uvas en ramilletes.
Quien anduvo en McAllen fue el alcalde de Apodaca, César Garza, buscando meterle acelerador al Programa Transfronterizo de vacunación contra el Covid-19.
“Tenemos todavía miles de niños de 5 a 14 años que todavía no hay para ellos una alternativa de vacunación en el sistema nacional, y tenemos que acudir al programa transfronterizo que existe en Nuevo León, y que actualmente, está organizado por el gobierno del Estado y es básicamente hacia el puente Colombia”, dijo el edil al reunirse con autoridades texanas.