
Tomada la decisión de buscar la presidencia de la República en 2018, del plan de Jaime Rodríguez Calderón contempla varios escenarios que a continuación se enumeran:
a).- Dobletear las casi 850 mil firmas que exige el INE a quien pretenda ser candidato sin partido para las elecciones de 2018. Sería un golpe mediático y triunfalista como fueron las más de 400 mil firmas que en 2015 entregó en cajas a
la sede de la Comisión Estatal Electoral (CEE) de Nuevo León.
b).- Una vez reunidas las firmas y arrancada la campaña, los estrategas de “El Bronco” lo venderán electoralmente como el único aspirante independiente que tiene experiencia de gobierno y amarres en círculos políticos y empresariales, contrario a Pedro Ferriz de Con y Armando Ríos Piter.
c).- En una carrera de cinco candidatos: MORENA/PT, PRI/VERDE, PANAL/PES, PRD/PAN/MC y “El Bronco”, el objetivo será que sea votado por 18 millones de mexicanos -considerando un padrón nacional de casi 88 millones de electores-, y así tener en su bolsa la llave de la puerta a Los Pinos.
d).- Rodríguez Calderón apuesta a que después de los sismos los partidos políticos quedaron todavía más desprestigiados, aunque su equipo admite que Andrés Manuel López Obrador fue el menos raspado -aunque MORENA también es un partido-, al adelantarse al resto al anunciar devolver parte del financiamiento del INE para ayuda de los damnificados.
e).- Saben que a nivel nacional su candidatura arrancaría con una preferencia de entre 3 y 4 por ciento, o más, porque creen que aumentaría cuando el sábado 8 de septiembre asista a la sede del INE en la CDMX, acompañado de su familia, a oficializar su deseo de participar en la presidencial de 2018 y será noticia de interés nacional.
f).- Están conscientes que su gobierno no tiene contentos a los neoloneses, sin embargo, en la campaña enviarán en mensaje de que Nuevo León se beneficiaría con un presidente de la República con sus mismas raíces, como pasó entre 1988 y 1994 con Carlos Salinas de Gortari.
g).- Volviendo al tema de las firmas, si la cantidad supera el millón o se acerca a los dos millones, serían como un cheque en blanco para negociar los apoyos de la Federación que no han llegado a Nuevo León. Vaya, “El Bronco” tendría la sartén por el mango y la decisión entre: “le sigo” o “me bajo”.
h).- Y “el me bajo” estaría contemplado solamente si el número de firmas en Nuevo León -el Estado que gobierna- estuviera muy por debajo de lo contemplado en las primeras semanas de recolección. Una posibilidad de desistir en competir que ya fue externado por Rodríguez Calderón.
i).- Tampoco se descarta que si la campaña “no prende” y las preferencias en las encuestas no lo ponen en una posibilidad de triunfo, entonces declinaría por uno de los punteros que, según sus propias palabras, sería cualquiera menos AMLO contra quien ha declarado: “Lo voy a hacer perder”.
j).- Que el tema pendiente de meter a Rodrigo Medina a la cárcel se concrete cuando el PRI ya tenga candidato y la figura presidencial de Enrique Peña Nieto se empiece a desinflar. Otro ex gobernador tras las rejas ayudaría no solamente a “El Bronco” a cumplir su promesa, sino más al abanderado tricolor.
k).- De esa manera en su campaña llevaría literalmente “la cabeza de Medina alzada en su mano derecha”, presumiéndola como trofeo de que lo prometido a los electores de Nuevo León en 2015… lo cumplió.