
Una jugada maestra casi imposible sería que el Partido Acción Nacional en Nuevo León responda de la misma manera a la estrategia tomada por el PRI nacional cuando -en aparente unidad donde los perdedores sonreían ante las cámaras- designó a Ivonne Álvarez García como candidata al gobierno.
Porque fue un golpe moral que la senadora con licencia y ex alcaldesa de Guadalupe vaya a contender, seguramente, contra Margarita Arellanes, quien se ausentó de sus funciones como edil de Monterrey para disputar una elección interna contra Felipe de Jesús Cantú, misma que se antoja fácilmente ganadora para la señora.
Pero es precisamente la falta de unidad en el PAN lo que estaría pronosticando una derrota como en 2003, donde el PRI con Natividad González Parás por la gubernatura casi borró del mapa a los albiazules al perder la mayoría en el Congreso y municipios que gobernaba como Guadalupe, Monterrey y Santa Catarina.
La noche del lunes 12 de enero pasado debió ser de preocupación para los principales operadores de Acción Nacional como Raúl Gracia, Zeferino “Chefo” Salgado y José “Pepe” Serrano, porque el fantasma de 2003 podría repetirse y mandar a muchos panistas al desempleo, ya sin el gobierno federal que era blanquiazul hace 11 años y donde muchos encontraron refugio… y nómina.
Suena fácil decir que los operadores del PAN debieron de tener una junta urgente al amanecer del martes 12 para sanar heridas e irse por la lógica con candidatos de unidad para alcaldes, diputados federales y locales que garanticen victorias. Es decir: borrón y cuenta nueva antes de pensar en descarrilar, por ejemplo, en una contienda interna en San Pedro a Mauricio Fernández Garza.
Si bien el edil sampetrino Ugo Ruiz no apoya al millonario ex alcalde, en una clara traición porque fue él quien lo llevó a ese cargo, una rabieta por una eventual -aunque improbable- derrota de Fernández Garza no descarta postularse por otro partido. Sólo por venganza… y hasta con posibilidades de ganar.
Esa posibilidad no está descartada en Santa Catarina con incalculables daños para el PAN, donde Dionisio Herrera Duque podría no solamente ser derrotado, sino humillado en la elección. Ante ello el ex alcalde no descartaría aceptar la invitación de otro organismo político y restarle votos a la causa del blanquiazul.
Margarita Arellanes debió amanecer muy preocupada tras el anuncio nocturno del ungimiento de Álvarez García por parte del PRI, con quien podría protagonizar la “madre de todas las elecciones”.
Porque ella bien sabe que seguro impondrá a Iván Garza para candidato a la alcaldía regia, teniendo la opción de negociar con Felipe de Jesús Cantú que se baje de la competencia por la gubernatura garantizándole mejor pelea para la alcaldía. Y reacomodar a Garza para una diputación federal o local fácil.
Pero esa posibilidad no es viable si Arellanes está convencida que Garza es la mejor carta. Claro que no, porque si el PRI manda a Monterrey a la senadora Marcela Guerra o a Juana Aurora Cavazos, apoyada por el aparato de gobierno en mancuerna con Álvarez García, estaría en riesgo la capital de Nuevo León.
Los Gracia, los Salgado, los Serrano y los demás estrategas del PAN tienen que aceptar que la decisión tomada por el Revolucionario Institucional puede ser devastadora, como pasó -o quizá todavía peor que- en 2003.
En caso de que Fernández Garza gane la interna y no emprenda la huida a otro partido, porque puede hacerlo al estar en la posición de no vivir del erario, sólo estarían garantizadas las victorias en San Pedro y San Nicolás.
Aunque no hay un aspirante tricolor de peso para Santa Catarina y el alcalde Víctor Pérez está seguro de que Acción Nacional seguirá siendo gobierno, la candidata a gobernador del PRI podría hacer un milagro para terminar con la hegemonía de cuatro trienios consecutivos tricolores.
En ese escenario, el PAN tiene la última palabra: entre unirse o morir. Porque aunque finjan: Ivonne Álvarez García será su peor pesadilla de aquí al 7 de junio próximo. Y en la elecciones de 2012 para el senado Raúl Gracia ya probó el amargo sabor de la derrota contra Ivonne.