¿Esta es una de las actuaciones más desastrosas de una delegación mexicana en los últimos siete Juegos Olímpicos, sólo superada -hasta el momento- por Atlanta 1996, cuando se obtuvo solamente la medalla de bronce del marchista Bernardo Segura en 20 kilómetros de caminata.
Se fracasó sobre todo en taekwondo y en clavados, pese a las cuatro preseas de bronce obtenidas en Tokio 2020, la última gracias al equipo de futbol que no depende ni recibe apoyos económicos de la CONADE dirigida por Ana Gabriela Guevara quien, por cierto: ¿cuándo presentará su renuncia al presidente?
Guevara, gloria del deporte nacional por su presea de plata en Atenas y quien es acusada de malos manejos, se quedará corta de las diez medallas que pronosticó. Pero con todo y el fracaso no pasará nada. Vaya, hasta los cuartos lugares obtenidos por algunos atletas convencen al presidente Andrés Manuel López Obrador. Nada raro en la 4T.
Tras la clausura de los Juegos Olímpicos y ante este fracaso, he escuchado excusas de chairos de la 4T de que no reconocer los cuartos lugares obtenidos es “ofenderlos porque se prepararon, brindaron su mayor esfuerzo y representaron dignamente a México”.
Con las cuatro de bronce México se ubicó en la posición 84 de un total de 93 países que sumaron medallas, superado por países que difícilmente muchos podríamos batallar para ubicar en el globo terráqueo como Fiyi, Turkmenistán, Kirguistán, Uzbekistán, Baréin, San Marino y Kosovo. No agrego otros porque me da coraje.
México solamente superó. O si lo quiere ver desde otro ángulo igual de desastroso: abajo de México quedaron Botswana, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana, Granada, Kuwait, Moldavia, Siria y Finlandia. Ciertamente que no son superpotencias deportivas.
En las dos Olimpiadas anteriores a Tokio 2020, de México gobernada por los “neoliberales y corruptos”, nuestros deportistas regresaron con 8 preseas de Londres 2012 y con cinco de Río de Janeiro. Y para nuestra mala suerte en París 2024 nos seguirá gobernando AMLO.
Antes, en Barcelona 92, la delegación azteca regresó con un solo metal en el cuello de Carlos Mercenario en 50 kilómetros de marcha.
Guevara es el mejor ejemplo de que no por haber sido una deportista de alto rendimiento por fuerza debe ser una dirigente capaz en un ambiente donde las medallas “matan” saliva y excusas. Ser amiga o aplaudidora de AMLO no es una garantía.
También y sobre los resultados obtenidos en Tokio 2020 se aplica la frase que venimos escuchando desde las elecciones de 2018: “Estábamos mejor cuando estábamos peor”.
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