Las “merecidas vacaciones” playeras de fin de año del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, despejaron cualquier duda de que el manejo de la pandemia en México ha sido un juego político y que está en las peores manos.
Más de 130 mil muertos no han sido suficientes para que el presidente rectifique la estrategia y lo despida, al contrario, Andrés Manuel López Obrador calificó a su súbdito como el “mejor funcionario del mundo”.
Sentado en un restaurante a la orilla del mar en una playa de Oaxaca, pero antes fotografiado viajando en avión sin cubrebocas violando los protocolos internacionales de las aerolíneas en la pandemia, no ha sido suficiente para ser destituido.
Las gráficas calaron muy hondo hasta entre sus simpatizantes, porque traducidas al buen castellano: las públicas vacaciones de López-Gatell fueron una mentada de madre para el personal del sector salud que a diario arriesgan su vida. No como el burócrata de escritorio apapachado por el presidente.
Cierto, el subsecretario tiene todo el derecho de desestresarse de los nueve meses participando en las ruedas de prensa diarias sobre las cifras del Covid en México; también para despejarse de tantas entrevistas que lo llevaron a portadas de revistas del corazón que contaron a detalle su vida de divorciado.
¡El suyo sí es demasiado estrés señor López-Gatell! No como las maratónicas jornadas de médicos, enfermeras, camilleros, laboratoristas y demás personas del sector Salud que, por menos sueldo que el suyo, han estado en el primer frente de batallas en los hospitales públicos con graves carencias para proteger su vida.
¡El suyo sí es demasiado estrés señor López-Gatell! No como el luto de las familias de casi dos mil 500 profesionales de la salud fallecidos por el Covid desde que en marzo de 2020 usted anunció el fracasado plan gubernamental de quédate en casa y su sana distancia.
¡El suyo sí es demasiado estrés señor López-Gatell! No como el personal de clínicas y hospitales públicos que, seguramente por conservar su trabajo y alimentar a sus familias, tiene que cubrir hasta dobles o triples turnos porque muchos de sus compañeros pidieron licencia o renunciaron.
¡El suyo sí es demasiado estrés señor López-Gatell! No como el mismo personal que todo 2020 quiso irse a desestresarse a una playa, pero le hizo caso a usted que pintaba de colores los Estados a su gusto difundiendo cifras que, hasta la fecha, dejan muchas dudas sobre la catastrófica pandemia en México.
¡El suyo sí es demasiado estrés señor López-Gatell! No como los mexicanos que festejaron la Navidad y el Año Nuevo -si había algo qué festejar como usted lo hizo-, que atendió los llamados de no moverse y permanecer en casa, mientras usted tomaba el sol en el Pacífico mexicano.
En serio López-Gatell (aunque se enoje el presidente): ¡qué poca madre la suya! v
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