No hay duda que la pandemia del Coronavirus ha trastocado todos los niveles de la sociedad, sin embargo y conforme avanza el tiempo y los casos no parecen disminuir, sino todo lo contrario, la actividad política ha comenzado a encender las luces de alerta.
Hoy, que el proceso electoral en Nuevo León ha iniciado formalmente, el fantasma del Covid-19 comienza a descender sobre los planes de las autoridades y los partidos políticos que buscarán participar en la renovación de la gubernatura, alcaldías y diputaciones locales y federales.
La verdad sea dicha, los riesgos generados por la pandemia eran algo que no querían reconocerse en los diferentes cuartos de guerra de los candidatos, quienes se han visto obligados a aceptar que la posibilidad de postergar las elecciones existe y puede suceder.
La idea se comenzó a manejar hace unas semanas durante la conferencia de prensa de Manuel de la O Cavazos, quien reconoció que en caso de ser necesario se tomaría la decisión, pues la salud de la población es mucho más importante que un proceso electoral.
Cuestionado sobre el tema, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón tomó la posibilidad un poco a broma, asegurando que en lo personal no tendría problemas en quedarse un poco más de tiempo en el cargo.
Hasta ahí todo era risas y alegría, sin embargo hace unos días sucedió algo que le dio un golpe de realidad no solamente a las autoridades de Nuevo León, sino a los responsables de organizar las elecciones: el contagio del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
El anuncio del primer mandatario de que estaba infectado de Covid-19, justo unas horas después de haber encabezado una gira de trabajo por Nuevo León y San Luis Potosí donde tuvo contacto directo con personajes como el gobernador, Rodríguez Calderón, demostró que nadie está a salvo de la enfermedad y cualquier concentración de más de 10 personas es un peligro en estos tiempos.
Hoy que el riesgo de que las más altas autoridades en el país se infecten con el virus es una brutal realidad, se han diluido las esperanzas de los asesores y jefes de campaña de los candidatos quienes esperaban la salvación del proceso electoral pues, decían, para cuando se lleven a cabo las elecciones la vacunación entre la población iba a ir muy avanzada (algo que, ya vimos, no va a suceder).
Nuevo León tiene muchos días con más de mil contagios diarios y las cifras no parecen bajar.
Es por ello que se vuelve válido preguntarse: con estas condiciones ¿vale la pena el riesgo? ¿qué pasaría si un aspirante se contagia? ¿qué pasaría si, Dios no lo quiera, alguno llega a enfermar gravemente?
Es más: ¿la gente tendrá ganas de salir a la calle para depositar su voto?
Sin intención de sonar fatalista, pero ha llegado el momento que las autoridades electorales pongan sobre la mesa un plan B, en caso de que las cosas sigan igual.
VACUNAS; MUNICIONES ELECTORALES
Aunque nadie lo deseaba, el tema de las vacunas contra el Covid-19 irremediablemente se ha convertido en un tema político donde todos los actores los han usado para golpear a sus contrincantes.
Los primeros en hacerlo fueron los integrantes de la Alianza Federalista, quienes recogiendo un legítimo reclamo de la sociedad, exigieron a la administración de López Obrador su aval para conseguir y aplicar las vacunas por su cuenta.
Para sorpresa de todos -especialmente para el médico rock star Hugo López-Gatell quien al final quedó como un tarugo-, el presidente de la República aceptó la petición de los gobernadores.
Aquí fue cuando, como dicen en el rancho, “la puerca torció el rabo”, pues se dejó en evidencia a los gobernadores que sólo estaban reclamando lo de las vacunas para sacar raja política (como el de Tamaulipas y Coahuila), de los que sí están haciendo algo para conseguir las inmunizaciones (como el de Nuevo León).
Ahora que López Obrador ha quitado del camino cualquier obstáculo para que los gobiernos locales puedan comprar las vacunas, mandatarios como García y Riquelme han demostrado que no tienen ni idea de dónde las van a conseguir y si andaban reclamando era porque les ganaba portadas en los medios.
Para como se ven las cosas estos gobernadores no van a tener más opción que tragarse el sapo, apechugar la humillación y unirse a los esfuerzos de Jaime Rodríguez, Manuel de la O Cavazos y un grupo de empresarios de comprar las dosis en Rusia, que, para como se ve, es el único lugar disponible para hacerlo en el mundo.
Pero ¿y los alcaldes?
Salvo algunas excepciones, la mayoría de los ediles en Nuevo León no han dicho con cuánto le van a entrar para adquirir las inmunizaciones que su población necesita.
Tan evidente es este silencio, que el diputado local de MORENA, Marco González, se dio una pausa a su entrega de pollo asado en las casas del municipio de Santiago para presentar un exhorto a los alcaldes de la entidad.
Explicó que los presidentes municipales no tienen pretextos para esta adquisición pues, desde el año pasado, el Congreso autorizó Fondos Especiales para fortalecer las finanzas municipales que podrían usarse para la compra de las vacunas.
POR SI ESTABAN CON EL PENDIENTE…
Tras mucho de andar haciéndole al misterio, con amagues de que se iba al PAN o, incluso a MORENA (una posibilidad que más de dos veían como poco probable), Luis Donaldo Colosio Riojas dio a conocer que buscaría la alcaldía de Monterrey… por el Movimiento Ciudadano.
El anuncio fue bastante anticlimático pues, si se hubiera dado hace 15 días, cuando el joven legislador confirmó su interés de ser el próximo alcalde de la capital regiomontana, la clase política se hubiera sacudido.
Sin embargo, semanas después, cuando el centro de la atención está en las vacunas y la crisis por el Covid-19, el anuncio del legislador pasó casi desapercibido, generando poca emoción y nervio, especialmente entre las filas de Francisco Cienfuegos, candidato del PRI a la alcaldía.
Para como se ve el escenario, la pelea por Monterrey va a ser un asunto de dos, con Colosio y Cienfuegos buscando la atención de un electorado que tiene cosas más importantes en qué pensar que la identidad de su próximo alcalde.
Que Colosio se haya quedado en el Movimiento Ciudadano es un evidente triunfo del joven legislador, pues quedó demostrado que logró imponer sus condiciones a Dante Delgado Ranauro, propietario del MC en México y uno de los personajes que ha sido señalado como los responsables de sabotear las aspiraciones del hoy candidato.
El estira y afloja en las negociaciones fue intenso, pero al final Delgado se dio cuenta que la marca Colosio Riojas vende, por lo que tuvo que cesar en sus pretensiones de imponer regidores y miembros del gabinete.
Ahora que las dudas han desaparecido del horizonte naranja habrá que ver cómo funciona el plan original: Samuel García buscando la gubernatura y Colosio Riojas la alcaldía, haciendo un 1-2 que, al menos hace meses, se veía invencible y hoy… bueno, todo puede pasar.