
Aunque en su afán de apagar el fuego Rodrigo Medina de la Cruz prometió a los alcaldes darles dinero de otras alcancías de la Tesorería estatal, la polémica sobre el arrebato del Fondo Metropolitano es una herida que no sanará en lo que resta del actual gobierno de Nuevo León.
Y si Medina de la Cruz quiere llevarse la fiesta en paz hasta cuando entregue la estafeta a su sucesor, primero tiene que entender que en 2015 Acción Nacional tendrá dos gallos que pueden regresar a ese partido al Palacio de Cantera: una despacha como alcaldesa de Monterrey, y el otro ocupó el cargo en San Pedro.
Por cierto, Margarita Arellanes Fernández, junto a Víctor Pérez, alcalde de Santa Catarina y Pedro Salgado, de San Nicolás, llevaron su molestia hasta el Congreso de la Unión para presionar al gobernador a devolverles el dinero que corresponde a sus municipios del Fondo Metropolitano.
Mientras su mismo sucesor en San Pedro, Ugo Ruiz, descobija algunas anomalías en la pasada administración, Mauricio Fernández Garza ni sufre ni se acongoja, al contrario, espera que las manecillas del reloj avancen para que levante la mano y busque la candidatura a gobernador por tercera ocasión.
Quienes dentro del PRI se andan queriendo colar en la lista de aspirantes son la senadora Ivonne Álvarez, que no será por el escándalo del “chapulineo”, además del alcalde de Apodaca, Raymundo Flores, apoyado por un grupo político que no fue invitado a la fiesta sexenal.
A menos de dos años para que se suelten los galgos que quieren llegar a la meta, en Apodaca sólo habrá de dos sopas: el diputado local Juan Manuel Cavazos Balderas, o el actual secretario del ayuntamiento Óscar Cantú, el mismo que hace un año penosamente fue bajado del carro tricolor cuando era candidato del PRI.
Esa historia llena de traiciones, para los que no recuerden, tuvo como principal protagonista a Benito Caballero, quien hizo firmar a Cantú unos documentos siendo su secretario del ayuntamiento, que provocó que los árbitros electorales le sacaran la tarjeta roja.
Como los meses pasarán en un abrir y cerrar de ojos, Cavazos y Cantú ya están pensando en la sucesión de Raymundo Flores cuando todavía no cumple medio año de su tercera administración.
Igual pasa en Guadalupe donde el diputado local del PRI, Francisco Cienfuegos, buscará ocupar el cargo de César Garza, jurándole primero amor eterno, lealtad y que respetará los intereses de Ismael Flores, dirigente de la CTM.
Bien planchados esos acuerdos, Paco Cienfuegos no tendría problemas para que la central obrera lo unja como su abanderado, en una elección donde el PAN irá por la revancha para recuperar Guadalupe, empatada con la de gobernador que ayudaría al candidato albiazul.
En Monterrey el Revolucionario Institucional tendría dos cartas para jugar, que por coincidencia cobran como diputados federales en el Congreso de la Unión.
Se trata de Pedro Pablo Treviño y de Héctor Gutiérrez, el primero carismático y con la bendición de Medina de la Cruz por si se ofrece, mientras el segundo no puede presumir lo que sobra a su compañero de bancada.
En los pasados meses, Treviño se ha mostrado más institucional y cuando tiene que cerrar la boca no batalla, contrario a Gutiérrez que anduvo difundiendo que por sus gestiones en la Ciudad de México, Nuevo León aumentó su presupuesto.
Obviamente ese error político fue costoso para el diputado ante el gobernador, ya que aunque haya sido cierto no puede brincarse las trancas. Pero quien conoce al personaje sabe que a veces maneja por la libre, pagando las consecuencias a la vuelta del semáforo.
Una vez que personajes perdedores como Abel Guerra y Felipe Enríquez están descartados desde ahorita para competir por la alcaldía de Monterrey por el PRI, una nueva generación intentará contener el tsunami albiazul que se avecina.
Como se mencionó en la pasada Machaca, ante la derrota del PAN el año pasado de la presidencia de la República, no hay puestos suficientes en Nuevo León para emplear a sus militantes, por eso han emigrado a otros estados como Tamaulipas, donde este 7 de julio habrá elecciones de mitad de sexenio.
Los alcaldes panistas de Monterrey, Santa Catarina y San Nicolás contrataron a su gente de mayor confianza, dejando a la deriva a otros.
Pero no crean que Dionisio Herrera y Miguel Ángel García, ex alcaldes de Santa Catarina y San Nicolás, respectivamente, andan cruzados de brazos. A pocos días del comienzo oficial de las campañas tamaulipecas (18 del presente) asesoran a los candidatos a alcaldes de Ciudad Victoria y Reynosa.
Esto recuerda cuando en 1998 el mismo Dionisio Herrera, Víctor Pérez y Juan Medrano, entre otros, fueron a Tamaulipas a apoyar la campaña del entonces candidato a gobernador Gustavo Cárdenas Gutiérrez.
Por cierto, otro de ese grupo que no niega la cruz de su parroquia de cuando andaba en esos mitotes panistas es José Luis Garza, quien rectificó el camino y actualmente despacha como director de Comunicación Social del ayuntamiento de Apodaca, además de pasar antes por el Congreso y Metrorrey.
Donde urgentemente deben intervenir los diputados es en la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información de Nuevo León (CTAINL), porque en esta edición de Hora Cero se evidenció parte de la mugre que hay adentro.
Que por coraje y en un momento de rabia Gustavo Mijares Torres y Sergio Antonio Moncayo González, uno comisionado presidente en funciones y otro fue dos años consecutivos, hayan actuado en contra de su colega María Eugenia Pérez Eimbcke, no tiene nombre. Bueno sí: se burlan de las leyes, del gobernador, de los legisladores y de los ciudadanos de Nuevo León.
Porque en ese que debe ser templo de la transparencia, las personas confían sus datos personales cuando piden una información o presentan una inconformidad, sin esperar que Mijares Torres y Moncayo González trafiquen con ellos cuando se les pegue la gana.
Es increíble el cinismo de los considerados apóstoles de la CTAINL, quienes se sienten intocables para despedazar a sus contrincantes políticos, como es el caso de la comisionada Pérez Eimbcke de claro perfil panista, quien llegó al cargo bien recomendada por Raúl Gracia.
Y peor aún, pues después de la grabación y los documentos filtrados con datos personales de la señora, qué puede esperar un simple, terrenal y vulgar ciudadano de Nuevo León cuando envía sus datos personales a ese tipo de servidores públicos que han vivido del erario cuatro o menos años, con sueldos y otras prestaciones superiores a 100 mil pesos.
Es momento de que Medina de la Cruz, vía el Congreso del Estado, ordene poner fin a ese circo, con sus payasos dentro, que es la CTAINL, donde una mujer con puesto de secretaria: María Dolores Castillo Covarrubias -asistente de Mijares Torres- decide absolutamente todo, hasta la venganza contra Pérez Eimbcke.