En un año exacto habrá elecciones en el Estado, y también en 2024 la Universidad Autónoma de Nuevo León lanzará su convocatoria para la la designación de un nuevo rector, o la ratificación del doctor Santos Guzmán López para un segundo y último periodo de tres años.
Falso o cierto, aunque la realidad es que es más cierto que falso, el gobernador en turno mete su cuchara en los asuntos internos y que deberían ser autónomos de la Máxima Casa de Estudios que está celebrado sus nueve décadas de fundación.
Estos días dos situaciones pusieron de nuevo a la UANL en el centro de la grilla y la especulación. Uno, la ausencia de Samuel García en el palco del rector en el partido de ida de la final entre Tigres y Guadalajara y, dos, el posible dictamen favorable del Congreso local para la construcción del nuevo estadio.
Primero a lo primero: el jueves 25 circularon en redes sociales fotos de Samuel García y Mariana Rodríguez, acompañados del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y su esposa, en un palco privado del estadio Universitario, sin el rector como anfitrión como es costumbre en estos casos.
En caso de que no lo sepan, rectoría -como dueña de la marca del equipo Tigres, prestada a Sinergia Deportiva-Cemex-, tiene en el inmueble un amplio espacio con todas las comodidades: aire acondicionado, sillones tipo cine, seguridad, pantallas y atención personalizada.
Y donde Samuel García e invitados estuvieron esa noche viendo el partido cierto, es un palco privado, pero nada del otro mundo, a los cuales sus dueños que son empresas privadas, gobiernos o particulares, hacen algunas adecuaciones pero sus dimensiones son las mismas. Y también cuentan con sólo un baño.
¿Pero por qué el gobernador y sus acompañantes no fueron al palco del doctor Santos Guzmán para sentirse como en el Bernabéu o en el Giuseppe Meazza? ¿O en su caso el rector no fue invitado por el ejecutivo al suyo?
Volviendo a la foto que circuló. Muchos del ambiente político y universitario, expertos en grilla y en amarrar navajas, corrieron la versión de que esa fue la prueba del distanciamiento entre el rector Santos Guzmán y Samuel García. Vaya, de que en 2024 no habrá reelección en rectoría.
Pero enseguida va lo que realmente pasó: el rector de la UANL estuvo con los gobernadores y sus esposas en lapsos del juego (en la foto se ve una silla vacía que era la suya), pero se tuvo que mover a otros palcos donde tuvo invitados.
“Samuel tiene el suyo desde hace tiempo y lo tiene adecuado a su gusto. Y se siente cómodo recibiendo a sus familiares e invitados. Procura ir a todos los juegos de Tigres, se relaja y se divierte”, dijo a este Sultán una fuente cercana al ejecutivo estatal.
De parte de rectoría donde también se consultó, la versión fue la misma: “El doctor Santos Guzmán y Samuel estuvieron juntos y saludó a quienes estaban en su palco. Pero se movió a otros palcos donde tenía invitados”.
Para congelar rumores del posible distanciamiento entre ambos que pudiera impactar en el proceso eleccionario en la UANL de 2024, se compartió otra fotografía donde posaban sonrientes en un pasillo del Universitario el rector, los gobernadores, sus esposas y el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus.
La única duda que queda en el aire es: ¿y a qué personalidades políticas, empresariales o académicas invitó el doctor Santos Guzmán a su palco, además de su familia, la noche del juego?
El otro tema que tiene qué ver con el gobierno de Nuevo León y la UANL es el proyecto del nuevo estadio de Tigres, luego de que el Congreso local el viernes 26, en la euforia y al día siguiente del empate a cero goles, retomara la novela del proyecto del nuevo inmueble impulsado por Samuel.
El mismo ejecutivo, a través de sus redes sociales, lo informó. Esta es la nota publicada por Hora Cero:
El gobernador del Estado, Samuel García, informó que la Comisión del Desarrollo Urbano del Congreso determinó que es favorable el dictamen para entregar en comodato a la empresa Juego de Pelota el predio donde se construirá el nuevo estadio de Tigres.
En su mensaje, el mandatario indicó que es el momento de la construcción del inmueble que formará parte de, lo que llamó, el Distrito Deportivo de Nuevo León.
García expresó que ante el dictamen favorable, se aumentan las probabilidades de que el nuevo estadio inicie su construcción este mismo verano.
“Si todo sale bien, este verano empezamos la construcción del nuevo estadio junto a un distrito deportivo.
“Con esto sacaremos mayor provecho a inversiones para el comercio, el turismo y el deporte en Nuevo León, y los Tigres tendrán una nueva casa de primer mundo”, precisó.
Hace unos días el gobernador había anunciado en sus redes sociales que si los Tigres conseguían el campeonato, entonces la obra se llevaría a cabo.
Días después Carlos de la Fuente, diputado local por el PAN, reconoció la veracidad de que el dictamen será favorable, sin embargo adelantó que su autorización está condicionada a que la UANL entregue los predios que alberguen la infraestructura deportiva que será afectada con la construcción de la obra.
O sea que el rector Santos Guzmán tiene en sus manos que el sueño deportivo de Samuel se haga realidad y su reelección hasta 2027. ¿Y cuál es es as que tiene bajo su manga el doctor? Obviamente el “okey” para que la Máxima Casa de Estudios entregue los predios de su propiedad para levantar el nuevo estadio.
Cuando se trata de defender su autonomía, repeler y vacunarse de presiones políticas externas, los jerarcas de la UANL saben manejar bien las fichas en el tablero. Médicos, ingenieros y biólogos son expertos y lo han demostrado durante 90 años.
Lo que no puede dejar de comentarse es la decisión de los 28 alcaldes integrantes del llamado Pacto por Nuevo León se sacar las hachas de guerra contra el gobernador, Samuel García, a quien le exigieron que deje de bloquear la entrega de recursos destinados a los Ayuntamientos.
Encabezados por César Garza, alcalde de Apodaca, Cristina Díaz de Guadalupe y David de la Peña de Santiago, los ediles acudieron al Congreso del Estado para exigir la entrega de los recursos y anunciaron la posibilidad de interponer denuncias penales contra los funcionarios que han bloqueado la distribución de estos dineros.
La confrontación escaló luego de que García dijera que el motivo por el que los alcaldes estaban exigiendo ese presupuesto era para distribuirlo en muchas e, incluso, financiar campañas políticas en estados como Coahuila.
Por supuesto que esto fue como echarle gasolina a una fogata y los ediles endurecieron sus reclamos hacia el mandatario estatal en un pleito donde no se ve que ninguna de las partes quiera ceder.
Se esperan unas semanas muy movidas en la grilla estatal.