
Estaba un día El Apuntador echando para atrás las hojas del almanaque de 2015, cuando se detuvo en el domingo 7 de junio y recordó cuando el gobernador Jaime Rodríguez Calderón entró cual torero (partiendo plaza) a las instalaciones del periódico El Norte, llevando a Alejandro Junco Jr. como uno de sus subalternos.
Fue esa noche, cuando en la redacción convertida en redondel se cortó rabo y oreja. Como nunca, muchos se unieron a una sola voz: “¡Bronco, Bronco, Bronco!”. Y obvio, no faltaron las fotos con el triunfador. Reporteros, fotógrafos, editores, diseñadores y altos directivos se peleaban por la selfie que quedara para la historia personal y profesional. Nunca en la historia del periódico se había coreado a un político, nunca.
Testigos presenciales de ese inédito recibimiento recuerdan que la directora editorial Martha Treviño se mantuvo al margen de ese jolgorio. Y hasta molesta por la reacción de muchos empleados, empezó a llamarlos a la cordura y ordenarles que regresaran a sus cubículos, que lucían abandonados.
Pero, ¿por qué tanta algarabía, fanfarrias y confeti esa noche de la victoria de “El Bronco”? Baste recordar que, durante la campaña, la línea editorial del periodicote fue abiertamente anti PRI y, hasta la fecha, en el medio político y empresarial se afirma que ese medio -que navega con la bandera de objetivo e imparcial- se pasó esa máxima del periodismo por el Arco del Triunfo.
Alejandro Junco de la Vega fue el único que no participó en la fiesta de la independencia de Nuevo León, porque en ese momento se encontraba en su residencia de San Antonio, Texas, pero fue él quien autorizó a recibir con bombo y platillos al gobernador electo, en el entendido tácito de que El Norte merecía un pedazo del pastel cuando empezara el nuevo sexenio.
Después de la rueda prensa en Convex ese 7 de junio, “El Bronco” fue invitado al edificio de Washington y Zaragoza por Alejandrito Jr. al cuadrado (por aquello de doble junior), donde recibió el cachondeo de los empleados de todos los niveles. Luego se llevó a cabo el festejo popular en la Explanada de los Héroes.
Entre los subdirectores editoriales más efusivos se pudo ver a Jorge Meléndez, de la sección Negocios, a quien nunca se le borró la sonrisa de Guasón que traía, y quien fue el encargado de entrevistar al mandatario electo para la página de Internet. Estaba tan harto feliz, que pena ajena daba entre los más mesurados que veían el fiestón.
El festejo de la broncomanía en las instalaciones de El Norte parecía una boda, donde todo era júbilo, besos y abrazos, recuerdan algunos empleados, donde también el subdirector de Locales, Humberto Castro, se veía igual o más feliz que cuando contrajo nupcias.
“¡Ahí viene, ahí viene, ahí viene..!”, se empezó a correr la voz cuando lo vieron subir al elevador que llevaría a Jaime Rodríguez al quinto piso, donde está la redacción.
También desde el sexto piso, que es un balcón con vista a la redacción, sobraban las cámaras y los flashazos. Hasta un dron fue sobrevolado para captar la histórica visita del primer gobernador sin partido en la historia del estado. Y, peor, la primera vez que El Norte se arrodillaba ante un político. ¡Sopas perico!
Pero algo pasó y, como dice la canción: el amor acaba. La versión más apegada a la verdad es que Alejandro Junco de la Vega quiso cogobernar con “El Bronco” desde su lujosa mansión texana, y puso a las órdenes de Rodríguez Calderón la línea editorial tan sagrada y respetada durante décadas.
Sólo se necesitan unas cuantas neuronas para hacer memoria y recordar que antes de ese triunfo en las casillas, todos, todos, los editorialistas de El Norte escribían puras linduras a favor del entonces ejecutivo estatal electo y, peor todavía, esa línea arreció una vez que asumió el poder el 4 de octubre de 2015.
No había día en que el periodicote no publicara exclusiva tras exclusiva, sobre todo cuando la justicia empezó a accionarse contra Rodrigo Medina de la Cruz. Una de ellas, la investigación contra Multimedios, por un supuesto contrato ilegal de casi 500 millones de pesos de Agua y Drenaje de Monterrey por una obra de tratamiento de lodos.
Cuando todavía el sol no se asomaba por el Cerro de la Silla, el punto com de El Norte publicaba filtraciones desde dentro del gabinete, mismas que irritaban al resto de los medios de comunicación, sobre todo a los pocos que no fueron hostiles contra “El Bronco” en la campaña. Uno de ellos, Dominio Radio, de Mario Gámez.
Y quizás el gabinete estaba devolviendo el favor al periódico por su línea editorial abiertamente entregada durante la campaña para influir en la derrota de Ivonne Álvarez García, y contra todo lo que apestara a candidatos del PRI.
Pero como esposos de rancho, esa luna de miel iba a terminar muy pronto, prueba de que El Norte tiene más de año y medio -de los dos que acaba de cumplir el gobierno-, dándole duro a Rodríguez Calderón un día sí y el otro también, ordenando a sus francotiradores -perdón, columnistas- afinar su puntería.
Acabó ese amor exactamente el 9 de febrero, apenas cuatro meses de iniciada la gestión independiente, cuando el periodicote publicó que el ahora exfuncionario Rogelio Benavides Pintos, subsecretario de Administración, había comprado 200 mil cobijas al triple de su valor por 28.9 millones de pesos.
Como perro de cadena, Editora El Sol, que publica los diarios matutinos Reforma en la CDMX, Mural en Guadalajara y El Norte y Metro en Monterrey, seguramente no soltarán del pescuezo a quien se convertirá en candidato independiente si junta 850 mil firmas, hasta influir en su derrota. Todo lo contrario a 2015.
¡Qué ironía de la vida! Una historia que empezó cuando uno de los principales y más influyentes periódicos del país un día entregó cuerpo, alma y demás a un amor imposible: “El Bronco”.
MUERTO EL REY…
Pasando a otros temas, hay que decir que nadie iba a ser tan ingenuo para pensar que los directivos de Multimedios sostendrían la fórmula que Roberto Hernández Jr. (QEPD) aplicó exitosamente y durante tantos años con su programa Futbol al Día.
Acabado el luto por su fallecimiento, Multimedios dijo “el show debe continuar” y le están dando una verdadera renovada al programa.
Para hacerlo, recurrieron al jefe de Deportes, Willy González, quien ahora conduce el programa acompañado por el exfutbolista Raúl “El Cora” Isordia y Aldo “El Genruchito” Farías.
Pero no vayan a pensar que esta es la única modificación que le han dado a Futbol al Día, ¡para nada!
La fórmula es completamente nueva, pues ahora están llevando invitados para entrevistas en vivo, algo que, es cierto, ya hacía “Don Rober”, pero con la diferencia que hoy se hace con público en vivo y no solo con el staff de producción y colados que se autoinvitaban, como sucedió en la charla que tuvieron con Damián Álvarez.
Además, las entrevistas son más por el tema humano que deportivo, una especie de semblanza del jugador, y no sólo de tácticas y los asegunes de cómo se perfilaban los triunfos y derrotas de los equipos locales.
Ver a este trío interactuar es muy interesante, pero mucho más lo es pensar si tienen planeado los jefazos de Multimedios dejar Futbol al Día con tres conductores; y si no va a ser así, entonces, ¿quién se queda con el programa?
Y antes de que lo pregunten lo decimos: Roberto Hernández Contreras, hijo de “Don Rober” no está considerado entre las opciones de conductores de Futbol al Día, como seguramente hubiera sido el sueño de su papá.
El Apuntador está investigando las razones y tengan por seguro que en próximas entregas se darán conocer.
Siguiendo con el tema de Multimedios Deportes, hay que decir que el pasado 30 de septiembre, Ernesto Chavana regresó a sus orígenes, al encargarse de la narración del segundo tiempo del partido entre los Tigres y Chivas para RG La Deportiva de Multimedios.
Al escucharlo de vuelta en el micrófono gritando un gol, no falta quien se pregunta por qué siendo tan bueno para la crónica, Chavana se puso a hacer la tele basura con la que ahora es conocido a nivel nacional.
La respuesta no es tan complicada ni es un secreto: el cochino billete. Donde manda Don Dinero se friega el conductor.
Pero eso no quiere decir que Chavana ha perdido su talento para la narración de futbol, lástima que sólo fue por una ocasión especial.
RIDICULOS METALEROS
Quien casi se lleva el premio al oso de la quincena es la compañera reportera de Publimetro, Daniela Pérez, quien labora en la sección de Espectáculos. Quedó demostrado a nivel del mundo mundial que de rock y heavy metal no sabe absolutamente nada.
Ahí tienen que en Monterrey se llevó a cabo un festival con viejas estrellas de este ruidoso género musical. El problema es que el “headliner”, como se le llama al acto que cierra el evento, iba a ser Aerosmith, banda norteamericana que de último minuto canceló su presentación.
Pues bien, en su nota, Pérez detalló que no hubo reemplazo de Aerosmith y que el resto de las bandas participantes continuaban firmes con su presencia en el Festival Mother At All, en la explanada Fundidora, que no es otra cosa que el estacionamiento de la Arena Monterrey.
El problema es que cuando Danielita hace el recuento de las bandas que sí estuvieron, menciona como abridora del festival a unos tales Doors Open, lo que dejó atónitos a más de dos fanáticos del género, pues esta banda ¡no existe!
Lo que sucedió es que al leer el programa del festival, Pérez vio que en el horario se estableció que a las 13:30 horas “doors open”, o sea, que se abren las puertas… sin embargo, la ingenua reportera pensó que se trataba del primer grupo.
Obvio, no pasó mucho tiempo para que la raza tomara el error y se burlara de Publimetro y su despistada reportera, a grado tal que hasta el portal El Deforma agarró el gazapo e hizo una nota riéndose del hecho.
En buen plan, Danielita, Open English (aclaración, no es otra banda de rock ni reggatonera), tiene sus cursos básicos, sen-ci-lli-tos, y ba-ra-ti-tos.
Iniciemos: repeat after me “Pollito, chicken/gallina, hen/lápiz, pencil/y pluma, pen”. Ahora, two veces more. ¿capisci?
Sin embargo los que se llevaron las palmas en eso de regarla de a feo fueron los del periódico ABC, quienes no sólo se equivocaron en la alineación que estuvo en el citado festival ¡sino que hasta alucinaron participantes!
Vianca Treviño, reportera de Espectáculos, demostró que de rock no sabe ni papas (lo suyo, lo suyo, lo suyo es Daddy Yankee, Luis Fonsi y a veces La Leyenda, pero sólo cuando trae mal de amores), y como escuchó que Alice Cooper cantó un cachito de Another Brick on The Wall, ella asumió que Pink Floyd estaba en el escenario y así lo publicó en su nota.
Y para que luego no quieran andar echando culpas a editores web, va la transcripción del párrafo donde Vianca consigna que David Gilmour, Roger Waters y Nick Mason estuvieron en la ciudad:
“En el festival los asistentes también pudieron disfrutaron (sic.) de la actuación de la banda británica “Pink Floyd” y, “Def Leppard” (insistimos sic.).
Al menos la despistada reportera le atinó con la nacionalidad de los autores de Dark Side of The Moon.
Oooobivamente cuando salió este error las redes sociales cayeron sin misericordia contra el ABC, sus editores y la reportera, quienes tuvieron que apechugar el ridículo. La verdad, todos los involucrados fueron unos ignorantes.
AHI VIENE LA SEMANA
DE LA COMUNICACION
Por otro lado, del 16 al 20 de octubre se llevará a cabo la Semana de la Comunicación en la FCC de la UANL, organizada por el consejo consultivo externo y ¿quiénes creen que participarán?: Gregorio Martínez, Mario Gámez, Luis Padua, Víctor Martínez y Roldán Trujillo, de Televisa, TV Azteca, Dominio Radio y Multimedios.
De los ponentes foráneos de lujo vienen Enrique Garay, cronista, periodista y comentarista de TV Azteca México, con un currículum que incluye varias Olimpiadas, Super Bowl, Panamericano, mundiales de atletismo y finales de la NBA, además de estar en programas como Los Protagonistas.
Además, desde Miami, Florida, llegará Emilio Aliaga Arciniega, hasta hace pocos meses vicepresidente de contenidos de Univisión Estados Unidos, quien además trabajó en CNN Atlanta; fue director de contenidos de www.esmas.com de Televisa México y, antes, corresponsal de Notimex en Tokio, Japón. Actualmente es asesor y socio de una empresa privada.
Este evento fue reactivado en la nueva gestión que encabeza Francisco Valdez, coordinador de la FCC, en funciones como director. Bien porque los alumnos tendrán conferencias interesantes durante una semana.
ENOJOS AL AIRE
Hace días, al arquitecto Héctor Benavides lo “chamaquearon” en plena transmisión en vivo y en directo cuando “presumió” que ya estaban a punto de salir los médicos, socorristas y enfermeras, quienes se habían sumado al esfuerzo de una persona, que “amablemente había ofrecido un camión para transportar a personal preparado para atender pacientes” a la Ciudad de México.
Todo bien en el anuncio cuando le ordenan enlazarse con la reportera Marcela Perales, quien desde adentro del autobús ya reporteaba la nota, y entrevistó a dos o tres personas, entre ellos varios médicos, los que expresaban su sentir por ir a apoyar a los habitantes de los estados afectados por los sismos.
Después bajó Marcela del camión y le dijo a Benavides que va a entrevistar a quien “organizó todo esto”… y le dice que sí, que había que darle “honor a quien honor merece”.
A cuadro se ve la entrevista a Adán Alejandro Coronado, quien para pronto mencionó que la Fundación Multimedios no había pagado el transporte a la CDMX, por lo que los voluntarios tuvieron que apolingar de su bolsa.
Fue ahí cuando el titular del Telediario nocturno se enojó y le reclamó a su productor que no le hayan advertido del problema.
Ofuscado, el periodista mandó a corte y le dijo que iban a ver la manera de solucionarlo. Media hora después volvieron con el enlace y le ordenó a Marcela Perales que le dijera al responsable del transporte que el lunes pasara por el cheque a Multimedios, que la empresa televisora pagaría la mitad y que el resto lo aportaría una persona altruista, amiga del “arqui”.
La historia terminó cuando Fundación Multimedios aceptó pagar lo que no quería pagar: el traslado de los voluntarios, como había sido acordado con ellos desde un principio, ya que se insistía en que los transportes se pagan por adelantado, antes de salir de la ciudad.
Saludar con sombrero ajeno, sin amarrar bien el sombrero, puede salir caro. Y la culpa no fue de Benavides, sino del directivo de la empresa que anduvo de ofrecido.
Y PARA CONCLUIR…
Daniel de la Fuente, reportero de la sección Vida de El Norte por más de 15 años -si no es que más-, puede jactarse de tener en su trayectoria una larga lista de escritores a los que ha tenido la oportunidad de entrevistar e, incluso, considerar sus amigos.
Sin embargo, pareciera que tantos años en el ambiente han cobrado factura, pues la fama y el poder se le subieron a la cabeza… al menos eso dicen sus enemigos.
Muy rara esta posición pues, a decir verdad, famoso no es, salvo en el círculo profesional en el que se desenvuelve.
Además, el único poder que puede ejercer es decidir a quién entrevista, qué eventos cubre y cuáles libros reseña.
Su círculo de influencia es tan limitado, que la sección Vida apenas tiene dos páginas, a diferencia de las 12 que registraba en sus mejores épocas, allá en la década de los noventas.
Aún así, De la Fuente se ha ganado la molestia de muchos en el ambiente cultural, pues ha venido rechazando entrevistar -y lo que es peor-, hablar siquiera con jóvenes escritores quienes, si bien no son consagrados o superstars de la literatura, cuentan con interesantes propuestas y, en algunos casos, hasta aceptables ventas en Nuevo León y el extranjero.
Diversos autores han manifestado su enojo porque De la Fuente se niega a reconocer que hay una veta importante de propuestas locales, y sólo se limita a escribir sobre los escritores consagrados.
Vaya, el reportero ya se dio el lujo de borrar de sus contactos a varios escritores quienes le han pedido la oportunidad de una entrevista. Señal, dicen, de soberbia o desdén; o peor aún, de que haya otros intereses de mayor peso para que De la Fuente se niegue hasta a recibir un “inbox”.
De última hora se informa que Julio César Cano ha dejado el noticiero Enfoque de NRM. Las razones aún son un misterio.
Y la pregunta tan esperada: ¿si un editor confía en lo que su reportero escribe en su nota (aunque sea una barbaridad), y al final resulta que todo es falso, ¿de quién es la culpa: del editor o del reportero?
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