Hay mucho material deportivo qué comentar en estos días. La tórrida competencia de futbol americano entre equipos de prosapia. La llamada Serie Mundial de Beisbol. El futbol internacional, con nuestros embajadores en equipos europeos.
La multa que le aplicaron a Tony Mohamed, entrenador de Pumas, quien se olvidó que un día fue campeón con el América y ahora, haciendo señas muy claras que tienen que ver con el dinero, dice que este equipo de Televisa cuenta con los árbitros para ganar juegos.
Ah, y la multa también impuesta al club de Coapa por el problema creado en el acceso al Estadio Azteca en su partido contra UNAM precisamente.
Sí, sí hay asuntos que chorrean en el tintero sobre la pelea del “Canelo” Álvarez en Las Vegas y todo lo relacionado con “Checo” Pérez y el regio Noel León en el automovilismo. Y no se diga lo que siempre motiva a hablar de la liga MX del futbol mexicano y sus juegos respectivos con suma frecuencia.
Pero hoy la noticia sobresaliente es que México ha llegado a 23 plazas olímpicas para la justa parisina del 2024, a celebrarse del 26 de julio al 11 de agosto. ¡Casi nada!
Y, sin embargo, en este caso hay algo, igualmente, muy sobresaliente que nos pone como ejemplo de entereza y resiliencia a la gimnasta Alexa Moreno, al conseguir su boleto para competir en París 2024. Avanzó ya a la Final del All-Around en el Campeonato Mundial de Amberes.
Y, además, se instaló en la Final de salto de caballo, su especialidad, y México, con esto, obtuvo una segunda plaza olímpica luego de que el equipo finalizó en el lugar 14. Así es que no se necesita ser experto en esta disciplinar para dominar su léxico y conocer de trayectorias o predecir futuro a los y las mejores exponentes de la gimnasia.
Basta ponderar el ejemplo de nuestra medallista mundial que se clasificó con tiempo a sus terceros Juegos Olímpicos y su cuarto lugar en Tokio 2021, donde nos mantuvo en la expectativa de que podría llegar más lejos y ganar una medalla en la reñida lida del salto de caballo que vimos en la tierra del sol naciente. Como quiera, su resultado fue para celebrarlo por los antecedentes que cargo Alexa en su camino atlético.
Y aquí clavamos el dardo punzante en nuestro comentario. Aquí exaltamos el carácter de esta figura mexicana que se inspira en su fuerza interior cada vez que emprende la carrera con una zancada poderosa y, con las dos manos firmes al frente, dar un salto con un giro sobre su propio eje longetudinal, a fin de conseguir un aterrizaje como lo sueña antes de toda competencia.
Lo que pasa es que no tomamos en cuenta lo que ha debido vencer cada vez que desempeña un papel decoroso desde que era niña y se sentía atacada por el bulling soterrado o descarado que sufría por su complexión física. No nos fijamos más que en sus logros, pero no imaginamos lo que ha sufrido para despejar su mente de complejos, obstáculos, fetiches o paradigmas que le llegan desde hace tiempo de parte de una sociedad cruel, y en esta caso, salvaje y violenta que pudo haberla marcado negativamente en lo psicológico, y, en cambio, la proyectó a sacar lo mejor de sí y enfrentarse a las mejores gimnastas del mundo.
Y todavía más, no la inhibió para imponerse a la aparenta barrera de sus 30 años, que los cumplirá pocos días antes del 3 de agosto del 2024, cuando saldrá a dar muestras de lo que ha sido capaz al celebrarse la final del salto de caballo de gimnasia artística en París.
He aquí una mexicana que merece aparecer en la sección de Perfiles de los mejores diarios del país, digitales o de papel. Y acaparar los tiempos de youTube y de la TV. Para otras personas, y especialmente las mujeres, aprendan de su conducta para deambular y correr en terrenos escabrosos.
Ella recientemente graduada de arquitecta en la Universidad del Valle de México, merece ya un homenaje por haber calificado a París 2024. Pero ya. Y no lo hagan solamente con fines propagandísticos para apoyos políticos ni como mercancía publicitaria con fines mercantilistas.
Es necesario difundir ejemplos limpios entre la juventud que, a las primeras señales de derrota, baja los brazos. Alexa Moreno y su lucha debe ser un impulso para las personas pusilánimes.