No me considero un docto analista político, de ésos que salen en los programas de televisión y radio escudriñando el futuro y los interiores de la grilla para, de esta forma, lanzar teorías de quién va a ganar las elecciones y qué es lo que está pasando por la cabeza de los candidatos a un cargo de elección popular.
Sin embargo, lo que sí creo que soy es un tipo que le gusta observar y, muy especialmente, guardar en su memoria las cosas que suceden en el pasado para, entonces, comprender el presente.
No es por nada que una de mis frases favoritas es aquella de: “quien olvida su historia está condenado a repetirla”.
A lo largo de mis 48 años sobre esta tierra he comprobado que la historia es un círculo, la gente no cambia por más que intenta hacerlo y siempre caemos con la misma piedra.
No sé quien va a ganar las elecciones en Nuevo León, a estas alturas del partido debo reconocer que el candidato que se me hacía el “menos pior” me ha decepcionado y creo firmemente que voy a votar en blanco.
Sin embargo hay dos hipótesis que, estoy seguro, se van a comprobar una vez que conozcamos los resultados de las elecciones y el nombre de quien gobernará la entidad durante los próximos seis años.
Estas dos hipótesis hablan mucho de cómo es la sociedad de Nuevo León y, en cierta manera, qué tipo de gobierno se elige… considerando aquello de que cada población tiene a los gobernantes que se merece.
Curiosamente las dos hipótesis están relacionadas -de cierta forma- con Samuel García, aspirante del Movimiento Ciudadano y quien aparece como puntero en las encuestas.
La primera de estas hipótesis surgió hace poco menos de seis años con Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y cita que, para ser gobernador de estas tierras, basta con ser un maestro en la redes sociales, un hábil creador de historias en Instagram, Facebook y Twitter.
Me queda claro que si Samuel pierde el próximo 6 de junio esta hipótesis queda descartada, demostrando que la sociedad neolonesa decide su intención de voto más allá de lo que ve en las pantallas de sus teléfonos inteligentes.
La segunda hipótesis habla respecto al “blindaje” que siempre se ha dicho tiene García Sepúlveda, un tema del que hablé hace más de un año en una columna llamada “Samuel, el blindado” (si les interesa aquí la pueden leer https://www.horacero.com.mx/columnas/samuel-el-blindado/) cuando el entonces aspirante a la gubernatura cabalgada en caballo de hacienda inmune a todos los ataques que le lanzaban sus contrincantes.
En esa ocasión escribí: “Lo importante es que, en el caso de Samuel, está claro que no lo van a poder tumbar por medio de ataques en las redes sociales, hacerlo sería volverlo más fuerte”.
Sin embargo, poco después de que escribí esas líneas “el senatore” se tropezó solo, cometió un par de pifias y su popularidad se fue al piso.
Aquí es donde entra la segunda hipótesis que cita: “el único que puede desbancar a Samuel de las preferencias… es el mismo Samuel”.
Si García Sepúlveda gana la elección, esta hipótesis se demostrará cierta y para entonces todos los videos, filtraciones, fotografías y fantasmas del pasado que los priistas lanzaron en su contra resultaron ser cohetones sin consecuencia alguna.
Ya quiero que sea 6 de junio para saber cuál de estas dos hipótesis resulta cierta.