Por si no saben, un mal día nació en Reynosa Francisco García Cabeza de Vaca. Es Reynosa la Agualeguas de Carlos Salinas de Gortari, la Macuspana de AMLO.
Una frontera de Tamaulipas años atrás orgullosa de quien primero fue diputado federal, legislador local, alcalde, senador y gobernador del PAN. Hoy en Reynosa, un día después de que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) exhibió y detalló en vivo y en directo por YouTube y Facebook las pruebas de la corrupción de Francisco que lo tienen con un pie desaforado, nadie dice ni “pío” para defenderlo.
Pareciera que a sus principales focas, los aplaudidores, que también han acumulado riquezas descomunales, se los tragó la tierra. ¿Dónde están Humberto Estrella, Ariel Longoria, Miguel Villarreal, Gerardo Peña, Horacio Ortiz Renán, Mario Gómez Monroy y Hugo Guerra, entre muchos otros que despachan en amplias oficinas como directores o secretarios de estado en Ciudad Victoria?
Esos que los fines de semana volaban en aeronaves privadas a sus residencias en el Valle de Texas para reunirse con su líder ahora en la desgracia, ¿qué pasó con ellos? ¿Dónde están hoy sábado 20 de marzo los bloqueos de carreteras que acceden a Reynosa en protesta por la exhibida que le dio la UIF a Francisco? ¿Alguien ha visto las marchas y la mega concentración de simpatizantes y candidatos del PAN frente a la presidencia municipal muy indignados? ¿Qué pasó? Nadie ha colgado mantas con frases de repudio defendiendo la inocencia del gobernador en casas y edificios. ¿Quién ha visto desplegados a su favor en los principales periódicos?
Así amaneció Reynosa, normal, una ciudad tan pisoteada, agraviada y robada por los Cabeza de Vaca y sus demás pillos por casi 20 años. ¿Dónde están todos? Seguramente haciendo fila en un despacho de abogados para buscar el amparo de la justicia. Hoy la noticia en Reynosa es que un panista, Carlos Peña Ortiz, alias el junior e hijo de la actual alcaldesa, brincó a MORENA para ser candidato a suceder a su mamá. Ojalá y sea para bien. Porque para mal ya fue suficiente.
Felices 60 años hermano César
Mi hermano César debía cumplir 60 años el 18 de marzo, pero el Covid se lo impidió. Son tantos los recuerdos y anécdotas juntos que nunca acabaría de contarlas, como la vez que en Monterrey, estudiando él Ciencias Químicas en la UANL, influyó para que me decidiera a ser periodista y no arquitecto.
Resulta que un día que vine a visitarlo como preparatoriano me llevó al Canal 28 en el edificio Latino y me presentó a una compañera con quien compartía una casa de asistencia por Doctor Coss, antes de ser demolida para dar paso a la Macroplaza.
Se llamaba Blanca y era de Matamoros, bien recuerdo. Era locutora de un noticiero y bastaron unos minutos dentro de la cabina de radio para definir mi carrera. Meses antes de su partida le pregunté por ella en casa de mis papás. Le había perdido la huella muchos años atrás.
En esa visita a Monterrey también fuimos a ver en reestreno El Exorcista al cine Encanto y nos hartamos de comer pizza y espagueti en un conocido bufet por Zaragoza que se llamaba La Cosa Nostra.
Y aunque no le gustaba festejar sus cumpleaños, este día partirá el pastel en el Cielo.
Hoy mi mamá y tus hermanas Lupita y Nora te comprarán uno delicioso y te llevarán flores a tu nicho. Un beso mi hermano mayor. Te extrañamos.
twitter: @hhjimenez