
Un domingo de junio Fernando Larrazábal Bretón caminaba en Galerías Valle Oriente de San Pedro Garza García, en sus límites con Monterrey. Por su paso todo indicaba que estaba por empezar la película; nadie, o muy pocos, saludaban a quien se sintió anticipadamente gobernador de Nuevo León.
Semanas antes, el oaxaqueño que fue alcalde de la capital regia andaba en Tamaulipas apoyando la causa de un candidato de Acción Nacional, específicamente en Reynosa en donde hizo grandes negocios con Francisco García Cabeza de Vaca, quien entre 2005 y 2007 fue presidente municipal.
El diputado federal Larrazábal Bretón anda de ocioso por el receso en el Congreso de la Unión, olfateando la primera oportunidad que tenga al alcance para hacer “bisnes” que tanto le gustan: con dinero ajeno.
Sacado de la jugada del PAN en Nuevo León, en una historia similar a la de Adalberto Madero Quiroga -otro que se sintió gobernador fuera de tiempo-, Larrazábal Bretón anda con el portafolio en sus manos intentando vender su talento (porque lo tiene) a varios candidatos panistas tamaulipecos.
Para su mala suerte, uno de ellos fue sacado de la carrera a una semana de comenzada la campaña cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) mostró la tarjeta roja al candidato de Reynosa.
Junto con otros albiazules de Nuevo León, entre ellos Miguel Ángel García, ex alcalde de San Nicolás y miembro de su establo, debió retirarse de las hostilidades electorales y se enemistó con el senador Cabeza de Vaca.
Larrazábal Bretón y Cabeza de Vaca, actual senador, a comienzos de los años 90 acordaron apoyarse y lograr el mismo objetivo: la gubernatura de sus Estados. Bueno, de Oaxaca no, en el primer caso.
El camino estaba bien pavimentado para los dos, cuando el primero ganó la alcaldía de San Nicolás en el año 2000, y Cabeza de Vaca la de Reynosa en 2004. Parecían dos gotas de agua en sus ambiciones políticas y personales.
Heredada la alcaldía de San Nicolás a Miguel Ángel García en 2003, Cabeza de Vaca en la silla de la presidencia municipal hermanó ambas ciudades. Sólo falto la sangre para sellar el pacto.
En la más corrupta administración de Reynosa, la primera administrada por el PAN, Larrazábal Bretón mandó funcionarios de primer nivel porque los dos amigos querían que ese organismo político se perpetuara, como sucede hasta la fecha en San Nicolás donde pocos recuerdan que un día gobernó el PRI.
Pero más allá de que a base de corruptelas primero compró el PAN de Tamaulipas; ocupó un escaño como diputado local; fue funcionario federal con Calderón, y llegó al Senado cuando ni él mismo lo creía, Cabeza de Vaca perdió en 2007 su gran bóveda: la alcaldía de esa frontera.
En una historia paralela muy parecida, Larrazábal Bretón dejó la presidencia municipal de San Nicolás; se fue con Fox al gabinete; regresó como diputado local a Nuevo León, y se apropió de la franquicia gracias a la nómina de la alcaldía de Monterrey.
Pero en 2012, en esa privilegiada posición, cayó en la desgracia cuando su hermano Jonás Larrazábal fue videograbado recibiendo dinero (sobornos) dentro de un casino, y junto con él se fueron a la coladera, además de su carrera política, los sueños de ser candidato a gobernador en 2015.
El año pasado, por un puñado de votos, muy apenas ganó la elección para diputado federal en un distrito de alta densidad de simpatizantes albiazules. Y quienes alguna vez lo vieron como un Dios, aplaudieron que se haya ido a la Ciudad de México como uno más de los 500 legisladores.
Sin ninguna posibilidad de concretar sus planes que tuvo desde niño cuando jugaba en su natal Oaxaca, Larrazábal Bretón verá cómo en los próximos dos años crecerá en popularidad, dentro de la militancia de su partido, la alcaldesa de Monterrey Margarita Arellanes Fernández.
Y si ella se tropieza antes de que lleguen los tiempos en Acción Nacional, estará listo -para lo que se ofrezca- el ex alcalde de San Pedro Mauricio Fernández Garza.
Mientras tanto su socio Cabeza de Vaca cavará su sepultura el 7 de julio próximo con la asistencia a las urnas de los tamaulipecos, porque por tercera ocasión consecutiva el PAN perderá Reynosa, según el resultado de la primera encuesta de Hora Cero.
Y si Acción Nacional llega a ganar algunos municipios importantes nacerán los nuevos adversarios de Cabeza de Vaca rumbo a la sucesión en 2016.
En los procesos internos los candidatos del senador perdieron en Tampico, Madero y Victoria; en Nuevo Laredo Carlos Cantú Rosas lo necesita sí, pero lejos de él, mientras en Matamoros desairó a la candidata Leticia Salazar en el inicio oficial de su campaña al cual asistió Josefina Vázquez Mota.
Si Larrazábal Bretón no será candidato a gobernador de Nuevo León en 2015, Cabeza de Vaca no desentonará en Tamaulipas al año siguiente… juntos hasta en sus desgracias.