Con miras a tener un mejor ambiente económico para el próximo año la Liga Mexicana de Beisbol da a conocer la primera gran noticia de la reunión de directivos celebrada en Cancún.
Los Campeones Diablos Rojos del México volverán a jugar en la Zona Norte, y digo volverán porque ya lo habían hecho en la temporada 2002 y 2003. Además se volverá a cambiar el formato de competencia, ya que ahora sólo jugarán los equipos en su propia zona, es decir se acabaron (esperamos que sea momentáneo) los interligas.
Se recuerda que fue a mediados de la década de los 90 cuando se tomó esta medida que, a fuerza de ser sinceros, no fue la más atractiva que digamos.
Dejamos de ver a equipos del sur y en el norte la caballada estaba muy flaca, ya que equipos como Saltillo, Monclova y Torreón poco podían hacer ante los poderosos Sultanes de aquella época.
Recuerdo perfectamente que nos sabíamos de memoria a los equipos que nos visitaban y ya hasta en plan de broma pedíamos que se intercambiaran jugadores para revolverle un poquito.
El problema es que veremos muchas veces a los mismos, la buena noticia es que la calidad de equipos como México, Saltillo, Monclova y el mismo Laguna ha ido en aumento, y esperamos que con esto Laredo y Tijuana se pongan las pilas.
Tal vez, de los equipos atractivos que vamos a dejar de ver, podríamos contar a los Tigres, Leones, Oaxaca y algún otro más, pero en el recuento creo que el norte sale ganando.
Aunque tal vez no sea la medida más popular para el público en general, en descargo de los directivos tendremos que decir que las circunstancias que se viven con el poco apoyo de los aficionados se ha orillado a tomar esta determinación.
El aficionado que gusta de asistir con frecuencia al beisbol, se queja de los precios y la dificultad de ir todos los días al parque de pelota, por lo que confiesa que tiene que escoger los partidos o las series a las que acudirá, le aseguro que en su calendario no tiene marcados como prioridad las visitas de Minatitlán, Veracruz o Tabasco, por lo que en ese sentido no perderá tanto.
Uno de los peligros que se corre es que la liga se convierta en dos, y en nuestro caso, el fanático se olvide del sur, debido a la poca información que se da en los medios de comunicación, porque si jugando Sultanes en aquellas tierras poco se sabía de lo que pasaba, ¿imagínese usted ahora?
De 1996 a el 2001 la liga adoptó un sistema de competencia que tampoco terminó por convencerlos a todos al jugar con la zona Norte, Centro y Sur, y al paso del tiempo terminó por regresar, digamos, a la normalidad.
En aquellas épocas, el norte estaba conformado por seis equipos y el centro y sur con cinco y el rol enfrentaba a todos los equipos de un lado hacia otro.
Han habido varios experimentos y al final se termina por volver a los enfrentamientos interligas como creo que ocurrirá en un futuro.
Por lo pronto y en aras de mejorar, se vale intentarlo ya que la situación económica mundial es para tomarla en serio. Otro de los puntos importante que se acordaron fue ratificar a Plinio Escalante como presidente.
Escalante no puede tener a todos contentos, esa no es la labor del presidente, pero a tratado de impartir justicia de la mejor manera, y mantenerse tres años trabajando para los dueños de la pelota mexicana no es fácil.
Después de Pedro Treto Cisneros, los que llegaron Orozco Topete, Raúl González y Alejandro Hutt, sólo pudieron durar un poco más de dos años o incluso hasta menos.
Aunque todavía no se determina si Tijuana se queda o se va, me parece que la liga seguirá jugando con 16 equipos para la próxima temporada que arrancara el 24 de marzo.
Los extranjeros seguirán siendo cuatro. No se vayan, no tardamos en regresar.
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