E
n apenas unos días la tranquilidad y la luna de miel que vivía el gobernador Samuel García con las distintas fuerzas políticas de la entidad se fue enfriando por un enfrentamiento que comenzó a escalar rápidamente.
La verdad sea dicha, los choques iniciaron cuando el mandatario estatal, quien ya había logrado arrebatarle al PAN alcaldes y diputados locales, decidió irse en contra de liderazgos locales acusándolos de diversos actos de corrupción.
Víctor Pérez y Zeferino Salgado, cabezas de influyentes grupos albiazules de Santa Catarina y San Nicolás, respectivamente, además de Carlos de la Fuente, líder de de los diputados panistas en el Congreso, de pronto se vieron en la portada del periódico El Norte, que solo tuvo que publicar filtraciones que llegaron a Washington y Zaragoza.
La respuesta de los grupos del PAN no se hizo esperar y desde el Congreso comenzaron a lanzar fuertes obuses que hicieron mella en el buen ánimo que hasta ese entonces tenía el samuelismo.
Los diputados panistas, quienes consiguieron el apoyo de MORENA y el PRI, donde también se estaban preparando para la embestida de las huestes del gobernador, apretaron el botón rojo para bloquear las propuestas del gobernador, quien no ocultó su desagrado.
Un video publicado en sus redes sociales mostró a Samuel quejándose porque los diputados no discutieron cuando él quería la renuncia de Graciela Buchanan para que pudiera ocupar la posición de titular de la Secretaría de las Mujeres.
Sin embargo esta grabación lo único que provocó fue mostrarle a los legisladores que un golpe de tan poca intensidad, como retrasar la autorización de la renuncia de Buchanan a su espacio en el Poder Judicial, realmente dolió y ahí no paró.
Primero fue el tema del Metro y el aumento a la tarifa, luego la respuesta de la autoridad estatal a la crisis del agua con una fuerte maltratada a Juan Ignacio Barragán, titular de Agua y Drenaje de Monterrey durante su comparecencia en el Congreso.
Y los obuses no cesan.
Las diputadas Nancy Olguín y Jessica Martínez encabezan la comisión especial de investigación del DIF, y presentaron una denuncia en contra tanto del gobernador como su esposa, Mariana Rodríguez, titular de la oficina Amar a Nuevo León.
¿El motivo? La muerte del menor Ángel Moreno, de 14 años de edad, quien perdió la vida en las instalaciones del DIF Fabriles.
De acuerdo a la querella de las legisladoras, el DIF estatal y la Secretaría de Salud se han rehusado a proporcionarles información y avances de las investigaciones para determinar qué fue lo que provocó el deceso.
Es obvio que esta denuncia lo que realmente está buscando es sacar de quicio al mandatario estatal, que en repetidas ocasiones ha dejado muy en claro que detesta que se metan con su esposa.
Eso lo saben los panistas y, por ello, van a seguir machacando por esa vía, tal como lo adelantó Zeferino Salgado en el video que le dedicó a Samuel.
No se necesita ser un genio para darse cuenta que la estrategia de los legisladores y los grupos de poder en el PAN y el PRI es agobiar a Samuel, quien tiene demasiados infiernillos encendidos por todo el Estado.
¿Lo están logrando? Quizás la respuesta se pueda encontrar en el discurso que el gobernador dio el pasado 8 de junio durante la presentación del acueducto de El Cuchillo II, donde se quejó que los ciudadanos están atiborrando sus redes sociales con reclamos y hasta recordatorios maternales.
“¿Por qué me reclaman a mí?, el manejo del agua es de la Conagua y los cortes de luz es de la CFE…”, reprochó Samuel a todas las personas que lo han insultado en redes sociales,cuestionándoles que hasta a su esposa Mariana sea objeto de las quejas por los problemas que se viven en la entidad.
Buscando desactivar los enfrentamientos García Sepúlveda inauguró una mesa de diálogo con el PRI y el PAN donde sus interlocutores son el alcalde de Apodaca, César Garza y el ex gobernador, Fernando Canales.
Más de dos se preguntan cómo han de haber tomado los liderazgos de ambos partidos que de pronto, César y Canales sean los interlocutores con Samuel en este tema.
Para como se ven las cosas, las diferencias entre el gobernador contra PRI y PAN seguirán durante mucho tiempo, como también la crisis del agua que no ha tocado fondo. ¿Cuál fondo?, muchos se preguntarán.
En Escobedo, por un lado se comen las uñas y, por el otro, no salen del asombro.
En el primero en saber si el gobernador se atreverá a ponerse como Sansón a las patadas contra Abel Guerra para colorear de naranja ese municipio.
Y en el segundo tema por la invitación que Samuel le hizo a Clara Luz Flores de brincarse a MC, pero a través de Martha Herrera, titular de la Secretaría de Igualdad e Inclusión.
¿Acaso no merecía Clara Luz ser invitada por el propio Samuel?, se preguntan en esos territorios.
Y para concluir, poco le duró el gusto a Roberto Garza ser el jefe de la oficina ejecutiva de Luis Donaldo Colosio, siendo el primer funcionario de alto nivel de Monterrey destituido y enviado a la canasta de asesores, de lo que históricamente cobran sin hacer nada.
Garza fue relevado por Armando Pacheco, con una trayectoria en el servicio público y que fue secretario particular de la mamá del alcalde.
Aquí encaja el dicho: “cuando el río suena, agua lleva”, en relación a que Pacheco vendría a unirse al posible proyecto de Colosio de la presidencia de la República en 2024.
Pero hay un pequeño gran problema que empeoró el domingo 5 de junio, cuando MORENA sumó cuatro Estados a las que ya tenía, es decir, tiene 22 de los 32 y gobierna a más de la mitad de los 120 millones de mexicanos.
Y si Colosio tenía dudas de enarbolar la causa de MC o la gran alianza de partidos en 2024, seguramente enfocará sus esfuerzos en reelegirse o ser candidato a senador.ϖ