Tengo meses y las últimas semanas, sobre todo, que por salud mental no veo ninguna imagen, menos abro archivos que me mandan sobre encuestas, porque todos los partidos políticos y los principales actores andan desatados compartiendo lo que ni ellos creen: falsedades.
Hace días tuve una plática con Waldo Fernández, primero en la fórmula al Senado en Nuevo León de la alianza MORENA/PT/VERDE con quien abordé el tema, y quien tiene una tarea que no es nada fácil, pero tampoco imposible: derrotar al mítico apellido Colosio.
Junto con Judith Díaz, ex delegada federal en el estado de los programas de Bienestar, forman una pareja que, para empezar, no la tiene tan cuesta arriba: subir a la fórmula senatorial del tercer lugar en 2018 a la segunda posición el dos de junio próximo. Y de quedar en el segundo casillero se aseguraría una curul en el Senado al diputado local con licencia.
Si bien la candidata presidencial Claudia Sheinbaum pudiera ganar Nuevo León como lo hizo Andrés Manuel López Obrador en 2018, Waldo tampoco se confía porque el electorado ya aprendió a diferenciar.
Hace casi seis años, AMLO obtuvo entre los neoloneses un total de 748 mil 104 votos, pero la fórmula al Senado de MORENA y partidos que lo acompañan -con Alvaro Suárez y Judith Díaz-, sumó 538 mil. O sea, una diferencia abismal.
Por eso Waldo, en su amplia oficina de la Colonia Obispado de Monterrey, me dice que esta vez no quiere confiarse como lo hizo Suárez, quien apostó (es mi opinión) a que López Obrador lo llevaría al Senado sin hacer campaña, sin sudar la casaca y sin haber gastado suela en la calle. Vaya, por bonito no iba a ganar.
Todavía recuerdo cuando días antes de la elección en una cena al sur de Monterrey, a la cual acudí con mi esposa, Suárez me confrontó y me aseguró que él iba a ganar, y que la encuesta de Hora Cero que daba por ganador a Samuel García estaba equivocada, cuchareada.
Su derrota anunciada confirmó la certeza de nuestra compañía que no había nacido en 2018, sino veinte años antes y con un historial de certezas como nin-gu-na otra.
Esa fue una aplastante derrota para Suárez y su coalición; una que disfruté mucho en su momento, quiero admitirlo, porque su iracunda reacción al verme en esa fiesta no fue de un político.
Suárez todavía no aprendía a tragar sapos sin hacer gestos. Y creo que no lo hizo, pues en 2024 está fuera de reflectores.
En ese mismo año, recuerdo bien porque presumo tener memoria de elefante, a Samuel García lo veía en su oficina por Diego de Montemayor casi con Constitución en el Barrio Antiguo. Las reuniones con García fueron como a cualquier otro candidato que había reservado espacios en Hora Cero. Y no estaba seguro de triunfar.
En esa elección para el Senado, el entonces diputado local de Movimiento Ciudadano -que había llegado no por mayoría al Congreso local-, ganó en fórmula apretadamente a la del PAN encabezada por Víctor Fuentes. Con apuros o no en la estadística del cómputo final, Hora Cero Encuestas seguía con su racha de certezas.
Sin embargo, la gran sorpresa fue que Jorge Mendoza, primero en la oferta del PRI, se desplomaba y hundía a su partido hasta el cuarto lugar. Seis años después solo un milagro haría que Karina Barrón y Juan Carlos Ruíz (PRI/PAN/PRD) lograran los dos escaños, y ni uno de consolación.
Este primero de marzo empiezan las campañas federales. Y la coalición al Senado MORENA/PT/VERDE no quiere una, sino las dos curules. Waldo apostando al electorado de clase media alta, y Judith a la clase media baja donde tuvo roce y contacto popular con los apoyos federales.
En Hora Cero Encuestas no hemos hecho estudios estadísticos para senadores, pero el sentido común y mi olfato pudieran ubicar a Luis Donaldo Colosio y a Martha Herrara, durante dos años la secretaria en el gabinete favorita de Samuel, primeros en el arrancadero. Pero…Movimiento Ciudadano no está en su mejor momento. El error del gobernador de querer irse a la carrera presidencial desilusionó a una buena parte del electorado que le dio la victoria en 2021 y su aprobación ha bajado.
Y si en ese año los estrategas mal asesoraron al candidato del PRI, Adrián de la Garza, difundiendo a destiempo un video contra Clara Luz Flores, y otro contra Samuel de niño con sus parientes de Miguel Alemán, Tamaulipas, pregunto:
¿Quién asegura que la campaña naranja donde en los panorámicos está una caca (sic) con moscas es del agrado de los electores que también castigan los excesos de la guerra sucia? El dos de junio se verá su efectividad en las urnas… o el castigo.v
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