En una propuesta de mesa de billar, la alcaldesa de Monterrey pidió a los dueños de los antros que acudan al Congreso del Estado para que modifiquen las leyes y en la capital regia se pueda vender alcohol después de las dos de la mañana, como sucede en San Pedro Garza García. Caso contrario, ella seguirá aplicando el reglamento para que nadie se salga del guacal.
Con una jugada de tres bandas respondió Margarita Arellanes Cervantes a una petición de casi 100 dueños de antros para que Monterrey copie a San Pedro, el municipio modelo (de consumo de alcohol hasta el amanecer), sugiriéndoles acudir ante los diputados locales.
En el municipio panista los DJ divierten a los asistentes y se sirve alcohol hasta cuando aparecen los primeros rayos del sol, desde que el ex alcalde Mauricio Fernández Garza se pasó por el arco del triunfo las leyes estatales sobre la regulación del horario de la venta de bebidas embriagantes.
En primera instancia la mayoría de los jóvenes regiomontanos creyeron que la nueva alcaldesa un día se levantó con el pie izquierdo, anunciando operativos para que los antros cerraran más temprano que en San Pedro. Pero no es así, en Monterrey la venta de alcohol el fin de semana termina a las dos de la madrugada.
Eso en teoría, porque pese a los operativos que hacen los inspectores junto a la Policía regia, la música suena y suena hasta el amanecer en muchos negocios y el alcohol embrutece sin respetar edades, práctica que fue heredada a la actual por la pasada administración de Fernando Larrazábal Bretón.
Por cierto, hay muchos albiazules de alcurnia que están requetecontentos con que Larrazábal Bretón esté de diputado federal a mil kilómetros de distancia de Monterrey, legislando en el Congreso de la Unión. “Qué bueno que ganó aunque por un puñado de votos a Aldo Fasci Zuazua”, dicen ellos.
Porque de haber perdido en las pasadas elecciones iba a estar muchos días sin hacer nada en el Estado, en perjuicio del PAN de Nuevo León que todavía no se lava la cara después del escándalo de los quesos donde estuvo involucrado su hermano Jonás, al parecer cobrando las cuotas de los dueños de los casinos.
Quien anda bastante desparecida, es decir, lejos de su terruño Guadalupe, es la actual senadora Ivonne Álvarez. Mucho le ayudaría abrir pronto una oficina de gestoría para estar cerca de los neoloneses y, sobre todo, para que haga ruido con miras al relevo gubernamental de 2015.
Si bien la ex alcaldesa guadalupense quedó bien chamuscada ante la polémica que causó por andar de chapulina, cuando dejó su puesto por ir en busca de la senaduría por el PRI, no hay que descartar a la rojiverde.
Pero si se trata de estar apuntada para cuando llegue la cita a las urnas, la mujer política más encarrilada hasta el momento es Cristina Díaz, también senadora y actual secretaria general del Partido Revolucionario Institucional, quien siempre sufrió el carisma de Álvarez cuando la tuvo de directora del DIF.
No hay que descartar que en 2015 se pudiera dar una elección protagonizada por dos mujeres del PRI y PAN, como principales partidos contendientes, pues los electores del Estado ya han mostrado sus simpatías por ellas, ante hartazgo y desconfianza por los políticos varones.
Ya en los comicios pasados la mayoría de los electores de Nuevo León votaron por Josefina Vázquez Mota a la presidencia de México; por Margarita Arellanes, a la alcaldía de Monterrey, y por la oferta femenina del PRI para el Senado de la República, con Ivonne Álvarez y Marcela Guerra.
Sin quitarle méritos en su carrera política, Marcela tiene la frialdad de un témpano de hielo, pese a los esfuerzos para mejorar este handicap que hace su marido, el estratega y encuestador Mentor Tijerina Martínez. Una situación que juega en su contra cuando estará cerca la sucesión de Rodrigo Medina de la Cruz.
Uno que se anda tratando de desquitar su sueldo en el Congreso del Estado es el diputado priista Francisco Cienfuegos Martínez, quien propuso quitar el fuero a los legisladores y pidió garantizar la protección a los periodistas.
El delfín de Medina de la Cruz no desaprovecha los reflectores como presidente de la Comisión de Justicia y Seguridad Pública del poder legislativo. Algo quiere y se le nota… no lo disimula. O quizá sabe más que otros para cuando su patrón decida quién será el candidato del PRI que podría sucederlo.
Si hay dos ex funcionarios que salieron repudiados de la presidencia municipal de Santa Catarina, esos fueron el ex alcalde Gabriel Navarro y Raúl Ward, uno de sus principales testaferros, encargado de cobrar las cuotas a proveedores y contra quienes podría fincarse una acción penal.
Las arcas de ese municipio gobernado por Acción Nacional están tan vacías que el actual alcalde, Víctor Pérez, predica con el ejemplo y es visto teniendo reuniones de trabajo en restaurantes como Toks, Vips y Martin´s, mientras que Navarro y Ward despachaban de Mirador para arriba.
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En otro tema, el índice de desempleo en Nuevo León se incrementará drásticamente a partir del primero de diciembre próximo cuando militantes del PAN renuncien a los puestos de confianza que durante 12 años ocuparon en las delegaciones federales.
Pasará algo similar a 2003, cuando el PRI recuperó la gubernatura del Estado que encabezaba el panista Fernando Canales Clariond, lo cual provocó que muchos funcionarios de todos los niveles emigrarán al Distrito Federal y a otros territorios albiazules para seguir llevando la papa a sus casas.
Como sucedió en 1997 cuando el Revolucionario Institucional fue desalojado del Palacio de Cantera por culpa del entonces gobernador Sócrates Rizzo García y sus errores con hedor a corrupción, y la tasa de desempleo se incrementó.
Si bien los municipios de Santa Catarina, Monterrey, San Nicolás y San Pedro siguen administrados por Acción Nacional, no habrá suficientes vacantes para los que se quedarán sin chamba, sobre todo porque sus respectivos alcaldes están contratando a quienes sudaron la camiseta en las campañas.
Por ejemplo, ¿qué pasará con Oswaldo Cervantes, quien tiene años pegado a Fernando Larrazábal Bretón? Ha tocado puertas pero ninguna se abre, aunque bien puede ser asesor del ex alcalde regio, ahora diputado federal, o de perdido jefe de asesores de su esposa, regidora de Monterrey.
Uno que ni se despeina es Felipe de Jesús Cantú, ex alcalde de Monterrey y ex diputado federal, que buscó ser senador pero quedó en el intento. Con toda seguridad seguirá en la Ciudad de México -por cierto más segura- vigilando sus negocios con Petróleos Mexicanos.
Felipe no es una cifra más en la tasa de desempleo, al contrario, es la envidia de muchos panistas que andarán descabezados.