En el número anterior publicamos que el mismo gobernador Rodrigo Medina le dio un jalón de orejas al ingeniero Luis Ramírez, encargado de Agua y Drenaje en Montemorelos. Ahora la novedad es que Ramírez y Juan Antonio Muñoz, coordinador de proyectos foráneos, podrían ser despedidos en cualquier momento.
Y es que un fraccionador los denunció ante sus superiores de pedirle dinero a cambio de introducir el agua en las construcciones que tiene en ese municipio.
En caso de que Ramírez y Muñoz caigan, otros deberán poner sus barbas a remojar, porque están involucrados trabajadores de bodega, inventarios y hasta de oficina. La acusación indica que no sólo pedían dinero por el trabajo que deben hacer gratis, sin que además lo cargaban al erario de Agua y Drenaje.
Seguiremos informando.
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Los neopanistas, tan criticados por anteponer sus intereses a los de la comunidad (palabras de Luis Santos de la Garza), le dieron la puntilla a los de la vieja cúpula al arrasar en las votaciones para elegir consejeros estatal y nacionales.
El domingo 2 de mayo en Cintermex se reunieron los albiazules y los comandados por Raúl Gracia, Fernando Larrazábal y Zeferino Salgado, simplemente se llevaron todo el pastel.
Pero hubo otros que se quedaron rumiando su coraje porque sencillamente se quedaron con las manos vacías. Alejandro Cuéllar, presidente del PAN en Santa Catarina, no apareció nunca en las listas de ganadores.
Su lugar fue ocupado por el actual diputado local Víctor Pérez, quien aspira a ser el candidato del PAN a la alcaldía de ese municipio.
Cuéllar, quien despacha en Monterrey, pero que tiene todos sus intereses en Santa, no pudo ocultar su enojo y juró venganza.
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Los agentes de Tránsito de Monterrey han vuelto a las calles para aplicar multas. Andan en grupo, pero tienen órdenes de actuar sólo donde se los piden sus superiores. Es decir, si ven un auto mal estacionado en una calle que nos les corresponde, simplemente se hacen de la vista gorda.
Un claro ejemplo es la calle Abasolo, entre Doctor Coss y Zuazua, donde los dueños del Casino Monterrey hacen y deshacen a su gusto con ese tramo de la vialidad que supuestamente es “peatonal”.
Teniendo mucho espacio propio, utilizan ése como área de carga y las pesadas unidades destrozan el adoquín, así como las luminarias.
Que no nos extrañe que dentro de poco (si no es que ya) digan que esa calle les pertence y hagan que los peatones (sobre todos niños de secundaria) tengan que caminar varias cuadras más para poder salir a Zuazua.
Se supone que la ley se aplica sin miramientos, pero al parecer los altos mandos no le quieren entrar de lleno al tema.
Eso sí, con su ropa nueva “a prueba de copias”, los agentes de Tránsito lucen como para ir a misa.
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Cuando Enrique Barrios era diputado federal hizo un experimento. Pintó la barda de una escuela y retó al jefe de la Policía Regia a que la mantuviera limpia de graffiti.
Su teoría era que si había vigilancia, los malandros se abstendrían de pintarla.
Ahora yo reto a Barrios, encargado de Tránsito de Monterrey, a mantener la calle Abasolo, entre Zuazua y Dr. Coss, libre de autos.
También a que saque de la Macroplaza los autos que impunemente se estacionan junto al monumento de Ignacio Zaragoza, es una clara falta de respeto a la ciudadanía.
¿O acaso las cosas se ven diferentes desde adentro?
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Con respecto a la tragedia de la Expo Guadalupe, ahora todos se rasgan las vestiduras y señalan con dedo de fuego a la alcaldesa Ivonne Álvarez, olvidando que este evento se ha llevado a cabo durante años y que hay empresas “serias” como Femsa, que tiene grandes intereses metidos.
¿Y dónde dejamos a Protección Civil? La encargada de vigilar los lugares donde se reunirá tanta gente.
Cerrar la Expo fue lo mejor que pudieron hacer y mantenerla así lo aplaudirán los vecinos.
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Benancio Aguirre se ganó el apodo de “El Gitano” cuando comenzó a cambiar de camiseta política como los equipos de futbol cambian de playera con el afán de vender más souvenirs.
Estuvo tres años con Dionisio Herrera en Santa Catarina, luego pasó a la campaña de Gabriel Navarro, luego a la de Fernando Elizondo y a la de Miguel Ángel García Domínguez.
Comenzó en la presente administración de Monterrey y se le auguraban cosas buenas, pero desde enero decidió probar suerte por su propio riesgo en un negocio particular.
Suerte para “El Gitano”, un respetable compañero que sería mejor aprovechado en el equipo de comunicación de cualquier funcionario público.