“Hasta la pregunta ofende”, dijo Rafa Márquez cuando le preguntaron que dónde viviría cuando asuma ya el trabajo del seleccionado mexicano de fútbol.
Se ofendió, “porque sería como cuestionar mi compromiso con mi selección… viviendo aquí, viviendo allá, viviendo donde sea. Mi compromiso es total”.
No hubo un reportero que le dijera:
“Te entiendo Rafa, pero la pregunta no fue si te ofendía o no, sino que dónde vas a vivir”.
Se hizo el ofendido, pero no respondió.
Por supuesto que no será requisito residir acá.
Así se hacen las cosas en México. El anterior a Jaime Lozano vivía en Argentina, platicando con Scaloni, a quién quería en la alineación de México que se acomodara mejor a su planteamiento y que menos incomodara a su estrella; por eso, cuando hizo falta, el mejor volante del Tri se quedó en la banca.
Bueno, independientemente dónde vivan Márquez y Aguirre, el tema de si funcionará o no el seleccionado mexicano sigue siendo una incógnita.
Ya habíamos comentado antes que no jalará este plan por una sencilla razón.
Por más básico y silvestre que sea Aguirre como entrenador, tiene experiencia, colmillo que le da el millaje recorrido. Como jugador era bastante ordinario; rocoso, entrón, bravo, pero técnicamente muy elemental.
Se inició como centrodelantero en selecciones juveniles y en América y luego Chivas, hasta que llegó un DT que lo puso en su realidad y lo hizo pivote.
Junto con Carlitos Muñoz y “Wendy” Mendizábal, escombraran la zona para que Tomás Boy o Manuel Manzo, dos tipos elegantes para tocar el esférico, manejara el juego en el seleccionado de los 80.
Y como entrenador ya conocemos su historial nada brillante, pero sus publicistas lo ubican como el mejor DT mexicano de la historia. Aunque en un listado de los mejores en México aparecen don Nacho Trelles, Cárdenas, Vucetich, Javier de la Torre y hasta Ricardo Ferretti, pero no Aguirre.
En fin, para sus publicistas, pagados por la FMF, dirigir a equipos chicos en España, da más caché que ser campeón acá varias veces. Cuestión de enfoques.
Pero el problema no es que Aguirre sea bueno o no, más allá de sus dos fracasos anteriores en Mundiales y más allá todavía de que el hombre es el único animal –léase el directivo– que tropieza dos veces (o tres, en este caso) con la misma piedra.
El problema tampoco es que Rafa esté muy verde en lo técnico y que se haya ido del Barcelona porque se sintió ofendido porque no le dieron el primer equipo, pensando que lo merecía.
Rafa puede aportar, sin duda. Aprendió de los mejores. No me queda duda que en lo táctico-estratégico sabe más que Aguirre. Javier es como un DT que me tocó conocer hace algunos años, que su charla técnica era “échenle huevos y pártanles la madre”.
El problema real será que tengan material humano suficiente hecho en México para formar una selección decente.
Tampoco me queda duda que sin rubor alguno en las mejillas se traigan a los chavos de padres mexicanos formados en Academias de Estados Unidos, reconociendo de paso que en México el negocio no es formar jugadores, sino la trata de personas con tachones que vienen de Sudamérica, sepan o no jugar fútbol.
Ojalá nos equivoquemos, pero traer extranjeros como los del Monterrey que no te saben meter un tiro penal en tres intentos, aunque al final diga el DT que le gustó como jugó su equipo y los cínicos terminen diciendo “jugamos bien”… hará las cosas más complicadas.
Y no estamos hablando del futuro. Es el presente. Por eso no están los equipos aztecas en París, sino viendo los Juegos por la tele.
SAQUE DE NETA…
Ver Francia vs Brasil en los JO de París o a España contra Colombia, luego ver a las “Bravalácticas” de Juárez como le dice una señora en FOX a un equipo armado con los desechos de Tigres, América y Rayadas, ante la oncena del Santos, es como ver un juego de chamacas de secundaria o de la liga de señoras de la colonia.
De ese pelo.