O andan todavía de capa caída tras la desastrosa derrota en las elecciones de 2018, o ya pintaron su raya de las siglas del PRI, o no quisieron engordarle el caldo al hijo de quien fue su candidato presidencial en 1994 y que es un patrimonio tricolor, pero la verdad es que militantes VIP de Nuevo León brillaron por su ausencia en la subasta de objetos de Luis Donaldo Colosio Murrieta y Diana Laura Rojas.
Solamente tres acudieron en persona a la Casa de Subastas GIMAU de San Pedro Garza García el lunes 18 y martes 19 del presente: Cristina Díaz Salazar, alcaldesa de Guadalupe; José Luis Garza, ex diputado local y actual delegado del CEN en Tamaulipas; y David de la Peña, regidor del municipio de Santiago.
Aunque hubo uno que a través del teléfono -sin que el público supiera su identidad- estuvo puje y puje hasta que se llevó el busto en bronce del expresidente Carlos Salinas de Gortari por ¡150 mil pesos!, con un precio inicial de subasta de 5 mil pesos: el número de paleta 208.
Díaz Salazar acudió la tarde del lunes a título personal y aclaró que estaba interesada en adquirir unos artículos “con su dinero”. Se sabe que ella fue muy allegada a Luis Donaldo y Diana Laura, y que su hijo Tomás Montoya desde niño tiene una amistad cercana con el hijo de la pareja y actual diputado local de Movimiento Ciudadano.
¿Y dónde estuvieron los ilustres militantes del PRI del Estado que cada aniversario luctuoso del sonorense asesinado en Tijuana en marzo de 1994 colocan una ofrenda floral y echan harta lágrima?
Este Neptuno se enteró que la crema y nata del priismo aprovechó el puente para irse a McAllen, San Miguel de Allende y la Riviera Maya, y que casualmente no se enteró de la subasta en beneficio de las mujeres con cáncer, enfermedad que provocó el fallecimiento de Diana Laura.
¿O a poco andan tan pobres que no podían contribuir a la causa para adquirir un libro de 200 ó 300 pesos que fuera parte de la biblioteca de su candidato?
Las dos únicas razones por las cuales brillaron por su ausencia muchos políticos que idolatraron a Colosio Murrieta son las siguientes:
La primera, que no quisieron apoyar de manera directa o indirecta con su dinero al junior que siempre ha renegado de las siglas del PRI, quien se perfila para la reelección del Distrito 4 local en las elecciones de 2021 o para diputado federal plurinominal.
Otra posibilidad es que busque la alcaldía de Monterrey donde, según la reciente encuesta de Hora Cero, no dejaría nada bueno a sus contendientes, como pasó con el panista Arturo Salinas, a quien le pasó por encima como aplanadora.
La segunda es que, si bien en los comicios del año pasado los candidatos como Adrián de la Garza explotaron más su imagen en la propaganda, colocando el logotipo del PRI bien diminuto, para 2021 esas tres letras tenderán a desaparecer ante el repudio en las urnas en 2018.
Por eso, ilustres militantes tricolores, actuales alcaldes, legisladores funcionarios y ex servidores públicos, muchos que participaron activamente en la campaña interrumpida de 1994, mejor optaron por escuchar a la virgen que les habló los dos días de subasta y brillaron por su ausencia.
Tuvo que ser la alcaldesa de Guadalupe la que puso el ejemplo y el pecho a las balas, mandando un mensaje directo al corazón tricolor de que nadie se debe avergonzar del PRI y que Colosio Murrieta es patrimonio histórico de su partido. Sin telarañas de que su presencia apoyaría las aspiraciones del junior Colosio.
Haber sido secretaria general del CEN del PRI e interina en la Presidencia, también influyó para que Díaz Salazar se hiciera presente sin necesidad de mandar achichincles en su lugar. Porque pocos militantes de Nuevo León han ocupado esas carteras, ni en los mejores tiempos.
Hasta la Ciudad de México retumbó que la señora acudió a la subasta y lo supo el dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, el cual mandó a la Casa GIMAU al oficial mayor del tricolor, Eliasib Polanco Saldívar, que estuvo en los dos días levantando la paleta y ofertando.
Con su asistencia, Díaz Salazar espantó a todos los zopilotes que pudieran estar sobrevolando en Guadalupe para no reelegirse. Pero también, llegado el momento, Moreno Cárdenas la pudiera considerar para ser candidata a gobernadora de Nuevo León, un sueño incumplido, aunque en los peores tiempos de su partido.
Y de rebote su vástago Tomás Montoya quedó bien parado con “Alito” (el presidente del PRI), para las candidaturas venideras.
Si bien el tricolor resistió en las elecciones pasadas y mantuvo cinco de las nueve alcaldías metropolitanas, el futuro en las urnas para 2021 es incierto con MORENA y MC, que buscarán mandar al tercero y cuarto lugar al PRI y PAN.
También se extrañó en la subasta a algún enviado del Tecnológico de Monterrey, de donde egresó el ex candidato presidencial, pudiendo obtener esa institución de educación privada varios objetos a precios al alcance de cualquier mortal. Tacha a los Borregos Salvajes.
Al final el monto recaudado en la subasta superó el millón y medio de pesos, superando las expectativas de los organizadores.
Cambiando de tema, donde están a punto de darse de cacerolazos es en el Congreso del Estado, donde la diputada rebelde de MORENA, Claudia Tapia, trae un pleito casado con su excompañera de bancada Celia Alonso Rodríguez.
El martes 19 Alonso Rodríguez, siendo parte de la mesa directiva, le apagó el micrófono a Tapia para que no continuara con su tema desde su curul, lo cual puso como comal ardiendo a la rubia.
De inmediato, Tapia se quejó con el líder de la bancada de MORENA, Ramiro González, y con el presidente en turno del Congreso, el panista Juan Carlos Ruiz, para quitar de la mesa directiva a la rijosa legisladora.
Por cierto, está fuerte el rumor de que Alonso Rodríguez dejará su lugar que sería ocupado por su suplente, Débora Elizabeth Sánchez, tras ser denunciada penalmente por difamación por el director de Comunicación Social de Apodaca, Edgar Martínez Mercado, usando la tribuna del Congreso.
Muy activo anda en redes sociales Francisco “Paco” Cienfuegos publicando sus recorridos por varios rincones de Monterrey. Y no es casualidad, pues aspira abiertamente a ser el candidato a la alcaldía regia. La campaña que empezó hace ya varias semanas se llama 100PRE.
Por su parte, Marco Antonio González, ex legislador local del PRI y ahora en MORENA, tiene seis meses para decidirse si busca la presidencia municipal de Monterrey o la de Santiago, o bien reelegirse o volver al Congreso de la Unión con una candidatura amarrada como tamal navideño.
Y quien hizo la lucha hasta el final fue el alcalde de Apodaca, César Garza Villarreal, presidente de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), logrado apoyos a municipios del país que iban a ser desechados dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020.