Clara Luz Flores ya puede irse despidiendo de la contienda por la gubernatura de Nuevo León. Y lo único que le queda será regresar con la frente en alto a ocupar la alcaldía de Escobedo los cuatro meses que le restan.
Su carrera política seguiría esperando una invitación del gobierno federal para incrustarse en la Secretaría de Seguridad Ciudadana por los resultados positivos en su municipio en ese rubro, sin embargo tendría que elegir entre esa posibilidad y su faceta de esposa-madre de familia.
La señora pudo ser la primera mujer gobernadora del Estado en su historia por su experiencia en la función pública, pero sobre todo apalancada por los apoyos del Programa Bienestar que le darán muy buenos y regulares resultados electorales a AMLO el 6 de junio próximo, menos aquí.
Un error fue suficiente para desplomarla en las preferencias electorales. Uno, no más, suficiente para evitar su caída sin contar con red protectora, pues cuando el electorado acuda a las urnas no olvidará el video sentada con Keith Raniere, líder de la secta NXIVM condenado a 120 años de cárcel.
Difícilmente volvería a competir por la gubernatura en 2027, como sucedió con Ivonne Álvarez al perder en 2015. Y no por ser mujeres, sino porque en MORENA difícilmente Clara Luz sería repetida tras ser derrotada y por las pugnas internas entre tribus que se lamen los bigotes cuando se acerque la sucesión de AMLO en 2024.
A la candidata guinda su transitar en MORENA sería tortuoso porque, con qué méritos merecería un escaño de diputada federal o de senadora, un lugar que Tatiana Clouthier, téngalo por seguro, ya saborea y festeja desde hace un mes con la cantada derrota de su archirrival tras la proyección del video con Raniere.
Los HUBIERA no existen, menos en política y peor en campañas, pero qué HUBIERA pasado si uno o una de sus “sabios asesores” (ahí te hablan Felipe Enríquez o Cynthia Yáñez), le HUBIERAN dicho que aceptara haber conocido al Raniere antes de empezar la campaña… y no esperarse hasta el lunes 26 de abril cuando ofreció disculpas al electorado. Tarde, muy tarde.
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