En Guadalupe se decidirá la elección de gobernador de Nuevo León el próximo año, por ello el Partido Acción Nacional apuesta a que el alcalde César Garza Villarreal seguirá cometiendo error tras error, amén de las primeras sospechas de corrupción que ya empezaron a publicarse.
Garza Villarreal, quien con una diferencia menor a siete puntos ganó los comicios de 2012, sería el culpable de la probable derrota del Partido Revolucionario Institucional. Y eso bien lo sabe el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz.
Que el polémico alcalde haya otorgado un contrato por casi 10 millones de pesos -que vence el último día de su gestión- a una empresa que, en menos de año y medio creció como la espuma, definitivamente encenderá los focos rojos dentro del Palacio de Gobierno y del PRI.
Garza Villarreal tendrá mucho qué explicar sobre las pruebas publicadas en esta edición de Hora Cero, entre otras, sobre los dos domicilios de la compañía Concierge and Manintenance Services S.A. de C.V., y de la modesta casa donde vive en socio mayoritario, cuyo nombre aparece en el acta constitutiva.
Guadalupe se ha convertido en un municipio pesadilla para Medina de la Cruz y el tricolor, donde existe amplias posibilidades de que el Partido Acción Nacional lo recupere, claro, si el candidato hace campaña, no como Judith Díaz Delgado que en 2012 parecía jugó a perder la alcaldía.
En el tema de inseguridad ese municipio es el número uno de la zona metropolitana, donde sus policías carecen de preparación y tienen licencia para matar a un joven dentro de un autobús urbano, o levantar a un ciudadano que se tomaba una cerveza afuera de su casa, torturarlo hasta la muerte y tirarlo en un terreno baldío.
En fin, Garza Villarreal camina en la tabla con tiburones que gustosos quieren devorarlo, y las primeras pruebas con olor a corrupción en su administración serán un bocado de cardenal para sus enemigos no solamente del PAN, sino dentro del PRI. Una lista muuuuuuy larga.
Su excusa para no pagarle a proveedores, exceptuando sus favoritos, de que recibió un municipio endeudado de su antecesora Ivonne Álvarez ya caducó desde hace mucho tiempo. Ahora el riesgo de perder la alcaldía y no sumar los suficientes votos a la gubernatura pueden ser su tumba política.
Cambiando de tema, el lunes 4 de agosto varios grupos de individuos a bordo de diversos vehículos recorrieron restaurantes, hoteles, oficinas gubernamentales y diversos puntos de la ciudad de Monterrey en busca de la edición 749 de ese día de 24 Horas, el diario editado en la Ciudad de México y que se distribuye de manera gratuita en varios estados.
¿La razón? El contenido de una de las columnas de ese rotativo dirigido por el periodista Antonio Torrado Monge, causó furor entre los círculos de poder priistas y cómo no. Martha Anaya, en su comentario editorial titulado Profecía Galindiana, abordó el tema de la candidatura priista al gobierno de Nuevo León.
El texto señalaba las preferencias y preparación de Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, como aspirante puntero para ser postulado por el PRI al proceso electoral de junio del 2015, pero a mitad del artículo en el que se relataba un encuentro oficial en el palacio de San Lázaro, donde sesionan la Cámara baja, las miradas cambiaron a favor del diputado federal Eloy Cantú Segovia.
El eterno aspirante a la gubernatura de Nuevo León fue hasta elogiado por el presidente Enrique Peña Nieto, quien en esa reunión relatada por la periodista defeña, fue encumbrado hasta la luna y pues, metido con calzador en la larga lista de quienes suenan para suceder a Medina de la Cruz.
Por ello un grupo de amigos, o colaboradores o empleados fue de inmediato a decomisar la edición de 24 Horas, para distribuir los ejemplares en las zonas urbanas densamente pobladas, en donde Cantú Garza tiene marcadas preferencias. Todo se vale en la guerra y en la paz.
Así que ¿cuántos son ahora los suspirantes priistas?: Pasamos a enumerar: Ildefonso Guajardo, las senadoras Marcela Guerra, Cristina Díaz, Ivonne Álvarez, Federico Vargas, Aurora Cavazos y Eloy Cantú, más los que se acumulen en las próximas dos semanas.
Ya falta poco, muy poco para que se desgrane la mazorca y se sepa quienes sí y quienes no alcanzarán candidaturas en el reparto de posiciones de todos los partidos políticos, principalmente las dos fuerzas electorales más sólidas y con amplias posibilidades de ganar la mayoría de los cargos en disputa.
Pero primero, y antes que nada, deberán de cumplirse dos rituales necesarísimos en la política mexicana: el informe del presidente de la República el 1 de septiembre, y después los de los alcaldes y el gobernador.
Brincados esos escollos, vendrán las renuncias o peticiones de separación de cargos con licencias temporales para servidores públicos con puestos de elección popular, o bien renuncias para quienes no lo son.
La alcaldesa Margarita Arellanes será, según se tiene el calendario político, la última en presentar su segundo informe de actividades en la gran Sala del Teatro de la Ciudad de Monterrey, como dicen: estirando la cuerda hasta el último momento, por el 30 de octubre.
Donde las tracciones están al rojo vivo es entre los precandidatos a la alcaldía del PRI en Apodaca, sin disimulos por parte del alcalde Raymundo Flores; el ex alcalde Benito Caballero, además de los que andan presumiendo la bendición de otros como Óscar Cantú, secretario del ayuntamiento. A la lista se agregan el diputado local Manuel Cavazos y Gloria Treviño.
Ya habíamos anticipado que en la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información de Nuevo león (CTAINL), que encabeza el presidente comisionado Sergio Mares Morán, estaban pasando situaciones iguales o peores que en la anterior gestión.
Pues resulta que cuando le faltaban menos de dos años para su jubilación, fue despedido por Mares Morán, y sin decir “¡agua va!”, Juan Flores, quien era coordinador de Atención a la Sociedad, quedó fuera de la CTAINL. En los chismes de pasillo se dice que la causa principal fue por ser del grupo del ex jerarca, Guillermo Mijares Torres.
Con esa baja el único que queda para atender al público es Gerardo González Narváez, otro que ya está echando sus objetos personales a una caja para dejar ese elefante blanco que cuesta al erario 27 millones decesos anuales.
González Narváez tiene esperanzas de llegar a la Comisión Estatal Electoral como consejero o magistrado. Es decir, donde caiga con tal de seguir viviendo del erario con sueldos de 90 a 127 mil pesos.
Pero quien no tiene vergüenza de seguir queriendo seguir succionado de la ubre es Mijares Torres, que también aparece en esas listas -¡aunque usted no lo crea!-, después de ser rechazado y exhibido bien feo en el Senado cuando aspiraba a consejero del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI).